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"No hay ninguna razón moral para prohibir las corridas de toros": Savater

El escritor y filósofo Fernando Savater participó en la entrega del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. En su paso por Colombia se refirió a la tauromaquia y su prohibición.

24 de octubre de 2012

En opinión del reconocido escritor Fernando Savater, quien participó en la entrega del Premio Nacional Simón Bolívar, con la prohibición de las corridas de toros "se iría en contra de una libertad humana, que es la de tener una relación con los animales, que no tiene que ser la misma que tenemos con los otros seres humanos", así lo aseguró el filósofo en diálogo con Caracol Radio.

Frente a quienes consideran barbárico el espectáculo, Savater plantea una confusión en la concepción de la relación hombre-bestia.
 
"Los que comparan la fiesta de los toros con los nazis o los campos de concentración son los que incurren en la barbarie en el sentido literal del término, porque el bárbaro desde los tiempos antiguos es el que no distinguía entre el hombre y el animal".

No es la primera vez que el escritor se refiere al tema. En una de sus habituales columnas , publicadas en el diario El País, de España, afirma que los aficionados taurinos no disfrutan de la crueldad del espectáculo.
 
"Si lo que quisiera era ver sufrir, le bastaría con pasearse por el matadero municipal", pues si bien, "puede que haya muchos que no encuentren simbolismo ni arte en las corridas, pero no tienen derecho a establecer que nadie sano de espíritu puede verlos allí".

Savater señaló también que la defensa de los toros de lidia como especie, no constituye un argumento válido para prohibir las corridas, pues la desaparición del espectáculo conduciría a la desaparición de la especie misma.

"Los toros bravos han sido creados y criados para una fiesta determinada, que es la fiesta de la lidia, para la cual han sido seleccionados a lo largo del tiempo", explicó.
 
El escritor agregó que "suprimirlos no solamente sería que murieran ese uno por diez de la cabaña brava que hay ahora, sería suprimir todos los toros que viven hoy en el mundo, y por lo tanto, exterminar la especie".

Más allá del debate ético alrededor de la relación hombre-bestia, tranzada en la arena de combate, Savater recordó que la prohibición de las corridas va más allá del hecho de la muerte del animal y entra en los terrenos de la apreciación estética que puedan hacer los amantes a al fiesta brava frente a las condiciones en que se produce esa muerte.

Para Savater, las personas tienen el derecho de rechazar la tauromaquia como industria, forma de cultura o espectáculo en sí, por considerarlo sanguinario, repugnante o cualquier otra razón visceral o racional. "Y bueno están en su perfecto derecho de no ir a la plaza, pero no están en su perfecto derecho de prohibir los toros", concluyó.