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NOEMI EN HARVARD

De 'blue jeans' y tenis, Noemí Sanín está en la prestigiosa Universidadde Boston preparándose
para su próxima campaña. Cómo es su vida.

e despierta todos los días a las seis de la mañana. Inmediatamente se pone una sudadera y
se dirige al río Charles. Después de una caminata de una hora regresa y prepara el desayuno en su pequeño
apartamento de Beacon Hill, una de las zonas más exclusivas de Boston. Hasta las nueve de la mañana lee
periódicos, navega por Internet, y muy a lo paisa, arregla ella misma su casa.Esa mujer, con cara de
estudiante de posgrado y con una vida tan descomplicada, como la de cualquiera de los tantos pelilargos
universitarios en Boston, es ni más ni menos, Noemí Sanín. La candidata que puso cerca de tres millones de
votos en las últimas elecciones. Según ella, su semestre de estudio, tiene como único objetivo preparar
unas tesis que sirvan de fundamento para la próxima campaña y para el plan de desarrollo. "Hay que
prepararse para ganar, pero lo importante es prepararse para gobernar. Todos los planes de desarrollo en la
historia de Colombia se han elaborado en forma improvisada, después de que el candidato gana las
elecciones. Yo aspiro a tener el primer Plan de Desarrollo hecho con 'tiempo", asegura con vehemencia.La
idea de su viaje surgió de un Premio Nobel de la Paz, Elie Wiesel, quien le recomendó "pensar con los
expertos, porque si lo tradicional no está resultando hay que buscar nuevos paradigmas". Noemí, con
2.800.000 votos en su bolsillo no tenía el problema de hacerse conocer por el electorado. En lugar de
permanecer en Colombia haciendo política consideró más oportuno alejarse un poco "porque cuando uno está
metido en un problema no se da cuenta de su magnitud. Muchas veces es necesario tomar distancia
para entenderlo mejor", dice la ex candidata. No se matriculó en ninguno de los cursos oficiales. Al fin y al
cabo no está buscando un diploma para colgar en la pared. En Harvard le diseñaron un pensum hecho a la
medida de alguien que podría llegar a ser presidente. Fue entonces cuando un comité de alto nivel la convocó y
durante una semana y de manera conjunta, elaboraron el curso que algunos llaman, medio en broma medio en
serio, 'Manual práctico para manejar a Colombia'.En su pensum a la medida las áreas que más clavada
la tienen suenan efectivamente como un plan de desarrollo: solución de conflictos, crecimiento con igualdad,
y otros temas de esa naturaleza.Noemí habla todos los días con integrantes del equipo que la acompañó en
la pasada campaña. Por estos días organiza con ellos un foro a través de Internet sobre el país. Pero los
cursos no son sino una parte de la rutina diaria. Por Harvard pasan diariamente las grandes figuras del
mundo a dar conferencias. Noemí cada mañana navega por Internet para ver cuál es el menú intelectual del día
y por lo general asiste por lo menos a una conferencia diaria. "He asistido a conferencias interesantes en
los últimos días de pensadores como Sachs, Krugman, Solow y Amartya Sen".Pero las clases y las
conferencias son la parte fácil. Lo difícil son las tareas. Y en esto los profesores de Harvard no tienen
contemplación con la estudiante Sanín. El promedio de páginas que le dan para que lea cada día son cerca
de 200. "Yo siempre me había considerado buena lectora pero la verdad es que el rigor académico que me
exigen aquí ha sido más cuesta arriba de lo que yo me esperaba".Uno de los problemas es el idioma. Noemí
se había dedicado en los últimos años de forma concienzuda a aprender inglés y hoy en día lo habla con
propiedad y lo entiende. Pero una cosa es entender y otra los requisitos de un trabajo académico en la
universidad más prestigiosa del mundo, y esto ha llevado a que sus trabajos con frecuencia sean juzgados en
entrevista personal con el profesor, más que en documento escrito. Pero paralelo a su experiencia académica,
Noemí Sanín está viviendo una difícil experiencia personal. Después de una larga relación con Mario Alberto
Rubio, hace unos meses tomaron de mutuo acuerdo la decisión de separarse: "Es una decisión muy
dolorosa, pero tuvimos que tomarla para conveniencia de los dos. La verdad, mi dedicación a los temas de
Colombia estaba haciendo prácticamente imposible mi vida de pareja. Nos separamos sin ningún tipo de
recriminación. Toda la vida seguiré queriendo a Mario". Pero un buen resumen de su vida universitaria lo
hace el profesor y escritor Mempo Giardinelli, quien se ha convertido en uno de sus asesores más cercanos.
"No sé cómo le va a ir en las elecciones en Colombia. Pero si hubiera aquí una votación entre el profesorado
sobre estudiantes importantes, Noemí barrería".