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¿Nunca consideró desnudar a Rocío y Eleonora en la carátula de ‘SoHo’?

Daniel Samper Ospina le contesta a María Isabel Rueda.

11 de marzo de 2006

MI.R.: Los jóvenes son muy injustos con la clase política. Allá habitan muchas perversidades, pero no tantas como las que creen… ¿Cuál es su opinión de un congresista?
D.S.O.: Depende del congresista. Está absolutamente determinado por los individuos.
M.I.R.: ¿Usted le tiene bronca a la clase política?
D.S.O: Sí. Le tengo distancia y apatía. Y creo que la clase política es la que ha hecho en gran parte que estemos así. Una de las manifestaciones más claras del país que ha construido esa clase política está en la cantidad de delfines que se lanzaron en estas elecciones. Un circuito de apellidos muy reducido ha hecho el devenir político de Colombia.
M.I.R.: Pero así como el delfinazgo opera en la clase política, también opera en el periodismo… Uno podría decir que usted es un delfín de este último tipo… ¿Por qué tan duro con los demás?
D.S.O.: Pero con una diferencia muy grande. Si me va mal en el trabajo, me bota Felipe López o se quiebra SoHo. Pero si a Simón Gaviria le va mal, o a Juan Manuel Galán, o a cualquiera de los otros delfines, nos va mal a todos. Yo no me gano el sustento con dineros públicos.
M.I.R.: Me parece muy egoísta esa separación. Ellos de todas maneras arriesgaron su pellejo, podían perder las elecciones… Ser congresista no es una cosa grata, está la pérdida de la vida privada… Un congresista que quiere trabajar trabaja más que muchos otros colombianos, incluso más que usted como periodista…
D.S.O.: Le repito que a mí no me pagan con dineros públicos ni con la plata de los impuestos de todos nosotros. Casi toda la clase política en Colombia se ha hecho a punto de herencias políticas. Creo que si logramos algún día romper ese circuito, a lo mejor nos refresquemos un poquito.
M.I.R.: Insisto en que me parece un poco injusto con los delfines porque uno aprende lo que ve en su hogar… En las familias de esos delfines ha habido presidentes, ministros, lo lógico es que los hijos quieran emular a sus padres.
D.S.O.: Es que aquí nos hemos hecho entre delfines. Colombia es un acuario. Si uno coge la prensa de cualquier día, se da cuenta de que hemos hecho un país absolutamente inviable. No creo que sea injusto al decir que la política debería refrescarse y que habría sido muy deseable que por una vez se hubieran hecho a un lado los delfines.
M.I.R.: Alguien tiene que suceder a los que hoy están mandando…
D.S.O.: ¿Y por qué tienen que ser los mismos? ¿Porque tienen mucha sensibilidad social, digamos?
M.I.R.: Porque tienen una cultura política.
D.S.O.: Ojalá que mis primos Samper no vayan para allá. Que monten una ONG, por ejemplo…
M.I.R.: ¿O sea que para rescatar este país tendríamos que llegar al extremo de prohibirles a los hijos de los políticos que hagan política?
D.S.O.: No tenemos que prohibir absolutamente nada. Pero sí sería conveniente que desarrolláramos una conciencia cívica para que esto empiece a cambiar a punta de que empiecen a cambiar los elegidos.
M.I.R.: Pongámosle nombres al tema. ¿Alguien como Simón Gaviria, que podría estar trabajando en alguna famosa firma de consultores de Nueva York, hizo mal en venirse a Colombia a hacerse elegir en el Congreso?
D.S.O.: Debe tener muy buenas intenciones, pero él tampoco se está sacrificando. A los delfines les encanta el poder y perpetuarse en el poder, que es lo que viene pasándonos hace muchas generaciones. Y lo mismo Juan Manuel Galán. Todos están capitalizando una herencia política, más allá de una idea. Les cuesta mucho salirse de esa fachada de hijos de políticos.
M.I.R.: Usted cree, por ejemplo, que el hijo de Luis Carlos Galán hizo un uso indebido de la imagen de su padre en su campaña al discursearse como él en las cuñas?
D.S.O.: Sin duda. Me pareció incluso patético. Como si le hubiera hecho falta tener su propia estatura, y no la del papá. En ese ejercicio de imitación, en el que por lo demás se quedó corto, terminó dando una imagen un poco triste.
M.I.R.: ¿Uno no puede llegar a la política orgulloso de su papá?
D.S.O.: El orgullo por un papá no es lo que nos va a sacar a nosotros adelante. Puede ser muy tierno para algunos, pero no tiene nada que ver con una ideología. De Juan Manuel Galán no pude saber sino que era el hijo de Galán. Del hijo de Gaviria tampoco, con la diferencia de que éste estuvo bajo la sombra de Peñalosa.
M.I.R.: Daniel Samper tiene como periodista un nombre que pesa mucho en el periodismo colombiano… ¿Eso le ha ayudado?
D.S.O.: Alguna vez me preguntaron que por qué no me cambiaba el nombre y yo llegué a pensar en hacerlo. Me iba a poner Ernesto… (risas). Creo que llamarme Daniel Samper como mi papá ha tenido tanto de malo como de bueno. Pero también creo que yo he sido lo suficientemente capaz de no heredar ni sus amigos ni sus enemigos, sino tener mi vida propia.
M.I.R.: Usted dirige la revista ‘SoHo’, una publicación muy moderna, muy polémica, que plantea todo tipo de desafíos a la sociedad, a la estética, a la moda. ¿Qué cabida le dio en su revista a esta campaña política? ¿’SoHo’ va a tener candidato presidencial?
D.S.O: En términos profesionales creo que en SoHo hemos dejado en claro que están las puertas abiertas para los políticos, siempre que no toquen temas de política. Por ejemplo, que Peñalosa escriba sobre su dedo mocho, que Navarro escriba sobre cómo es vivir sin una pierna, que el presidente López escriba qué se siente tener 90 años, qué le duele a uno a esa edad… En fin, pero no tocar temas políticos como tal. Y ya ideológicamente hablando, yo por lo menos, y la revista detrás, solemos sintonizarnos con ideas más progresistas. Y en esa medida podría tener una preferencia por las ideas más libertarias.
M.I.R.: ¿Usted vota?
D.S.O.: Siempre voto, así sea en blanco. Ejerzo ese derecho.
M.I.R.: El incidente político de su tío Ernesto le dejó alguna secuela en su distancia con la política?
D.S.O.: No. Yo lo superé hace ya bastante tiempo.
M.I.R.: ¿Por quién votará para presidente?
D.S.O.: Por ejemplo por Carlos Gaviria. Me gustaría que en la consulta le ganara a Navarro y le pegara un susto a Uribe. Sería un homenaje a la intelectualidad, a la ética, y le devolvería el encanto a la política. Navarro es un poco el Serpa de la izquierda. Gaviria es un tipo intachable en absolutamente todos los aspectos.
M.I.R.: Y en el Congreso, ¿a quién le gustaría ver sentado los próximos cuatro años?
D.S.O.: Me parecen serios Jorge Enrique Robledo, el senador del Polo, y David Luna para la Cámara. Ojalá salgan elegidos. También me parece serio Germán Vargas, sin que simpatice ideológicamente con él.
M.I.R.: ¿Por qué le gusta tanto Gaviria? ¿Por que es libertario, como ‘SoHo’?
D.S.O.: Porque es libertario, progresista, quiere despenalizar el aborto, en el fondo cree en la legalización de la droga, está en contra de la pena de muerte, cree en las salidas negociadas, en el consenso.
M.I.R.: Y porque le posó en la revista como papá Noel…
D.S.O.: Sí, y nos ahorró mucha plata de producción, no hubo que comprar disfraz. Es un tipo que cree en lo diverso, en lo colectivo, que es tolerante, que en vez de hablar de moral habla de ética y eso es importante, porque la ética es para todos y la moral es subjetiva. A monseñor López Trujillo y a mis tías del Opus les parece terrible una teta en la portada de SoHo, pero a mí no. Y, en cambio, a monseñor López Trujillo, a mis tías y a mí nos debería parecer terrible copiarnos o recibir dineros del narcotráfico. Gaviria fija posiciones éticas en vez de moralistas.
M.I.R.: ¿Podríamos decir entonces que si Gaviria le gana a Navarro, será el candidato presidencial de las sensuales modelos de ‘SoHo’?
D.S.O.: Del director de SoHo.
M.I.R.: ¿Como propondría usted que se acortara la distancia entre los jóvenes y la política?
D.S.O.: Hay muchos jóvenes que se están metiendo en la política y que hicieron sus campañas diciendo que había que votar por ellos porque son jóvenes. Eso me parece detestable. La juventud, que es una vaporosa etapa de la vida, no puede ser una bandera política. Demuestra una superficialidad terrible. La única manera es tener políticos decentes.
M.I.R.: ¿Lo convence, por ejemplo, Antanas Mockus como candidato alternativo?
D.S.O.: Me parece interesante, pero no sé qué tan reaccionario pueda llegar a ser en su corazón. Su lista al Congreso tuvo una cosa muy interesante de extracto intelectual, pero eso mismo la pudo haber alejado de la gente.
M.I.R.: ¿Y la lista de Peñalosa?
D.S.O.: Él no me gusta, pero su lista tenía un estilo gerencial ‘playcito’ , un poco yuppy, con muy buenas intenciones. Tampoco creo que sea la lista que nos va a sacar adelante.
M.I.R.: ¿Quién quisiera que saliera elegido de la lista liberal?
D.S.O.: Jaime Castro, por ejemplo. Es un político responsable y decente.
M.I.R.: ¿Qué piensa de la lista de la U?
D.S.O.: Tenía demasiados oportunistas sin ideología agarrando el paraguas de Uribe para no perder el puesto.
M.I.R.: ¿Y de Cambio Radical?
D.S.O.: Más serio que el Partido de la U.
M.I.R.: A las niñas Eleonora y Rocío hubiera podido echarles una manita empelotándolas allá en ‘SoHo’…
D.S.O.: Ya se quisieran.
M.I.R.: ¿Por qué no las invitó? Estéticamente ambas tienen muchos encantos…
D.S.O.: Porque en la revista también creemos en la ética.
M.I.R.: Pues, bueno…Ya veremos la semana entrante cómo le fue con sus preferencias políticas. Muchas saludes de los delfines… Que a pesar de todo, le mandan a decir que no van a cancelar la suscripción de ‘SoHo’.