Home

Nación

Artículo

Juan Martín Caicedo. | Foto: Andrés Gómez Giraldo

ENTREVISTA

“A pesar de Odebrecht el país avanza en infraestructura”

Juan Martín Caicedo dice que a pesar del escándalo, el programa de Cuarta Generación (4G) no se frenará. Da un parte de tranquilidad al sector financiero y constructor. Afirma que no hay un solo contrato de 4G cuestionado. Es optimista frente al final de la Ruta del Sol 2.

25 de febrero de 2017

SEMANA: Después de estos escándalos en el sector de la infraestructura, algunos creen que volvimos al pasado. ¿Usted como presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción (CCI) qué opina?

JUAN MARTÍN CAICEDO: Que eso no es cierto. Hemos creado una institucionalidad robusta, unas entidades que tienen un perfil técnico y no político, ajustamos el modelo concesional que lo ha relegitimado y hemos tramitado un par de leyes muy importantes. Esto ha permitido avanzar en un programa de infraestructura que es el mayor de América Latina. La inversión en carreteras, puertos y aeropuertos asciende a unos 70 billones de pesos, eso nunca se había imaginado. En solo Cuarta Generación (4G) estamos invirtiendo unos 40 billones de pesos, en 31 obras. La inversión promedio en los puertos –en esta década– se acerca a 400 millones de dólares anuales y estamos destinando alrededor de 3 billones de pesos para modernizar unas 48 terminales aéreas. Después de ver estas cifras, que hablan por sí solas, solo hay que decir que a pesar de Odebrecht el país sigue avanzando en esta revolución, sin antecedentes, en materia de infraestructura. Se equivoca quien asevere que hemos vuelto a las épocas difíciles del pasado.

SEMANA: Usted diría que, fuera de Odebrecht, ¿el resto de contratos para obras marcharán sin contratiempos?

J.M.C.: Las adjudicaciones se han hecho de manera transparente. No hay un solo contrato en el programa de 4G de concesiones que haya sido objeto de tacha. Como dije, eso es gracias a la nueva institucionalidad. Quiero destacar la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) que es un modelo acá y fuera del país. Reemplazó al viejo Inco que, recordemos, en siete años tuvo 12 directores diferentes, pues estaba permeado por la politiquería. Eso se acabó. En el pasado, el concesionario se podía recostar cómodamente en la caja del peaje sin entregar las obras. Hoy no se le paga sino en la medida en que las vaya entregando.

SEMANA: ¿También puede decir lo mismo de las obras públicas, es decir, lo que está haciendo el Invías?

J.M.C.: Yo quiero destacar lo que está haciendo el Invías. De cuatro años para acá viene haciendo inversiones muy importantes, a través de tres programas: vías para la equidad, corredores de mantenimiento integral y corredores de la prosperidad. Eso suma casi 10 billones de pesos. Y lo más destacable es que ha habido pluralidad de oferentes en cada proceso, gracias a que se instituyó el mecanismo de pliego tipo. Tampoco en estos programas se ha encontrado alguien que diga que se adjudicó de manera no transparente.

SEMANA: Pero es frustrante que con los líos de Odebrecht se afectó el corredor vial con el que sueñan los colombianos desde hace años. ¿Usted confía en que se podrá terminar rápido?

J.M.C.: Es cierto que el fenómeno Odebrecht afectó dos obras estratégicas para el país. La carretera Bogotá-Costa Caribe y la navegabilidad del río Magdalena. Y como bien lo dice usted, con la primera venimos soñando desde hace décadas. Pero nosotros confiamos en que, en el caso de la Ruta del Sol 2, una vez se resuelva lo que ha planteado el superintendente de Industria y Comercio con la liquidación del contrato –que nos parece el mejor camino–, muy pronto se puedan hacer las obras para completar algunos tramos que no deben quedar incompletos. Y que más adelante, a la mayor brevedad posible, se pueda licitar para terminar los kilómetros faltantes. La ventaja es que, desde el punto de vista del reto para la ingeniería, lo que falta es atractivo, no es una zona compleja. Eso da tranquilidad al país de que una vez se recupere el ritmo se va a terminar pronto, aunque no sea en la fecha pensada.

SEMANA: La navegabilidad del río Magdalena parece más enredada…

J.M.C.: Con la caducidad del contrato yo creo que eso también saldrá al otro lado. Hay que contratar rápidamente para garantizar que el río no pierda su navegabilidad y una nueva licitación para hacer las obras completas del dragado. Yo reconozco que puede ser frustrante y genera un sinsabor el hecho de que Odrebrecht hubiera afectado dos obras que son fundamentales para el desarrollo del país. Pero también pienso que estamos en capacidad de continuarlas.

SEMANA: ¿Este capítulo oscuro de Odebrecht ha hecho que se pierda confianza en el programa 4G, por ejemplo, entre jugadores tan claves como la banca?

J.M.C.: Hay motivos para sentirnos tranquilos. Hemos estudiado con el gobierno y el sector financiero la posibilidad de hacer unos ajustes de carácter normativo que le permitan a este último protegerse, no solo cuando se dé la caducidad de un contrato, sino cuando este sea nulo, que es lo sucedido con la Ruta del Sol 2. Estamos discutiendo esa posibilidad. Hemos sugerido que algunos de esos ajustes se incluyan en el proyecto de ley 084 que inició su trámite el año pasado, donde se incluyó la famosa figura del pliego tipo vinculante. El sector financiero puede confiar en la institucionalidad que hemos ido creando. Pienso que eso, acompañado de instrumentos o medidas que se pueden tomar, le da confianza a la banca. Pero además estamos seguros de que hay otros aspectos en los que el gobierno va a tomar cartas en el asunto para darle aún más seguridad al sector financiero.

SEMANA: ¿A qué se refiere concretamente?

J.M.C.: A que la gestión que le corresponde a las entidades contratantes, ANI o Invías, durante el desarrollo de los contratos sea eficiente. Lo que técnicamente llamamos la gestión contractual. Es decir, es bueno que tengamos claro que a partir del momento en que se firma el contrato o el acta de inicio de una concesión es en la vida larga de esta donde se van a presentar una serie de problemas, como consulta previa, licenciamiento ambiental, compra de predios, hallazgos arqueológicos. Si se tiene una gerencia eficaz, como confiamos la va a tener la ANI, le estamos generando mucha confianza al sector financiero.

SEMANA: ¿Y qué falta para tener eso que usted llama una mejor gerencia contractual eficaz?

J.M.C.: Pues que tenemos que robustecer a la ANI. Es un poco lo que hacía, con resultado muy eficiente, la Vicepresidencia de la República. Estos son contratos que tienen 25 años de existencia, por eso, esa gerencia es tal vez más importante que la misma adjudicación. Nosotros somos optimistas de que la ANI lo hará muy bien.

SEMANA: ¿Hará falta el liderazgo del vicepresidente que estuvo al frente de ese sector?

J.M.C.: Hay que reconocer que él fue un buen gerente para ayudar a hacer la gestión contractual. Para ayudar a resolver los problemas del día a día. Pero la institucionalidad no debe depender de una persona. Ido el vicepresidente creemos que eso debe quedar en manos de las personas que contratan, es decir, la ANI que debe apropiarse de ese deber de hacer gestión contractual a todos los proyectos. Ahora, una ayuda muy importante la prestarán la Unidad de Planeación de Infraestructura de Transporte (Upit) y de la Comisión de Regulación de Infraestructura y Transporte (Crit) puestas en marcha.

SEMANA: Los últimos escándalos tuvieron que ver con firmas extranjeras. ¿Cómo ve los jugadores locales en este entorno?

J.M.C.: En el solo programa de 4G estamos contando con cerca de 80 empresas nacionales y una veintena de internacionales. Yo pregunto cuáles de esas firmas han sido objeto de alguna tacha u observación. Quisiera decir que con la misma vehemencia con que hemos denunciado presunta corrupción en algunos procesos en departamentos y municipios, resalto el hecho de que muchos de estos contratos, a los cuales han accedido este número de firmas nacionales, no han tenido tacha. Se puede constatar que muchos proyectos marchan a buen ritmo y se van a entregar a tiempo. La conclusión es que hay un conjunto de empresas colombianas asociadas con las internacionales que están comprometidas con este sector.

SEMANA: A pesar del escándalo, ¿desde afuera siguen interesadas en el programa 4G?

J.M.C.: Cuando nació esta Cámara fuimos muchas veces a Chile para ver lo que estaban haciendo en infraestructura; ahora ellos nos piden cita para ver cómo hemos logrado avanzar a la colombiana. El programa 4G se ha vuelto un referente por sí mismo mundial. Acá llega gente de todo el mundo. Y les mostramos todo lo que yo he destacado en esta entrevista.

SEMANA: Le voy a mencionar otra frustración. El túnel de La Línea. ¿Ve luz al final del túnel?

J.M.C.: Hemos dicho que el túnel de La Línea es un referente de cómo no se debe contratar una obra en Colombia. Fue mal pensada, planeada, estructurada y contratada. Eso fue una equivocación del gobierno anterior. Lo que tenemos que hacer es volver el problema una oportunidad. Ahora confiamos en que se puedan apropiar los recursos para que se licite la obra faltante y termine el túnel entre 2018 y 2019 como esperamos, porque además tenemos un cuello de botella en otra vía crucial, que es la Bogotá-Buenaventura.

SEMANA: A pesar de todo, usted y el sector son optimistas.

J.M.C.: Todos reconocemos la gravedad de lo que ha sucedido, pero no se ha perdido el entusiasmo. Mire que ya 17 obras iniciaron etapa de construcción. Y ya 8 proyectos de 4G tienen cierre financiero definitivo, lo que equivale a 11 billones de pesos, es decir, el 30 por ciento del valor total del programa. Esto tiene que ser motivo de entusiasmo y optimismo.