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¡Oh Gloria inmarcesible!

La droga hallada en el buque insignia sería un montaje para desprestigiar a la Armada en su lucha contra el narcotráfico.

18 de abril de 2004

La noticia cayó como un baldado de agua fría. El buque insignia de la Armada Nacional, el Gloria, terminó salpicado por el narcotráfico. El propio comandante de la Armada, almirante Mauricio Soto, dio a conocer la información en una rueda de prensa el viernes pasado. El oficial reveló que por labores de inteligencia, contrainteligencia y controles rutinarios realizados por miembros de la institución se descubrieron en la tarde del jueves 15 de abril 16,5 kilos de heroína y 10 kilos de cocaína escondidos en el Gloria. "Gracias a los controles que se han implantado y a las tareas de inteligencia se descubrió la droga camuflada en un tubo dentro del cuarto de máquinas", afirmó el almirante.

La denuncia del hallazgo de la droga causó un gran impacto en el país y en el exterior. No era para menos, pues la gravedad del descubrimiento es su valor simbólico. Desde que fue adquirido en 1968 el Gloria ha recorrido más de 145 puertos en todo el mundo y se ha transformado en uno de los símbolos más representativos del país. Se trata de un buque escuela en el que reciben formación los futuros oficiales de la Armada y es una nave que pertenece a las Fuerzas Militares de Colombia. El precedente más reciente ocurrió en 1996, cuando la Policía encontró 3,7 kilos de heroína en el avión de la Fuerza Aérea al servicio del presidente de Colombia, Ernesto Samper, pocas horas antes de viajar a Estados Unidos lo que desató un escándalo internacional de grandes proporciones.

El episodio del Gloria pudo ser mucho más grave si el hallazgo de la droga hubiera ocurrido cuando el buque estuviera en un puerto en otro país. Por eso, sin duda alguna, es importante resaltar que fue la propia Armada la que descubrió la droga y que su comandante, el almirante Soto, no dudó en poner la cara y pocas horas después del incidente le contó al país lo que pasó. A pesar de esto el escándalo fue inevitable y es innegable la gravedad de lo ocurrido.

Las reacciones no se hicieron esperar. Al caer la tarde del viernes la oficina de prensa del Palacio de Nariño expidió un comunicado de prensa en donde afirma que el gobierno tomó la decisión de suspender a los 75 tripulantes del buque Gloria y anunció que la embarcación "suspende totalmente sus actividades hasta tanto aparezcan los responsables y se aclare este hecho que maltrata el prestigio nacional".

En los últimos años la Armada se ha convertido en una de las fuerzas más efectivas en la lucha contra el narcotráfico, con cifras récord de decomisos de droga, lo que la ha puesto en la mira de varios de los carteles y capos más importantes del país. Aunque las investigaciones apenas están empezando, todo parece indicar que el episodio podría ser el resultado de una estrategia del narcotráfico para atacar y cuestionar públicamente esa institución por medio de un escándalo. Una táctica muy efectiva cuando se busca frenar, al menos por un tiempo, la acción de la Armada. Son varias las razones que sustentan esta hipótesis.

Desde hace varias semanas el Gloria estaba en el puerto de Cartagena mientras se realizaban labores de mantenimiento para zarpar a finales de mayo, cuando estaba previsto un viaje de seis meses hacia Estados Unidos y Europa. Es poco probable que si la intención de quien camufló la droga era realmente hacer que llegara a algún destino en el exterior, la 'encaletara' en el buque cuando faltaban más de cinco semanas para que zarpara. Por bien escondida que estuviera es obvio que con tanto tiempo por delante era muy probable que el cargamento se descubriera, especialmente si se tiene en cuenta que como parte de las labores de mantenimiento y seguridad todas las partes del buque son inspeccionadas minuciosamente varias veces.

Quienes escondieron la droga en el buque también sabían que el Gloria y la Armada iban a estar en el centro de la atención internacional. El sábado 17 de abril el presidente Álvaro Uribe y su colega de Perú, Alejandro Toledo, de visita oficial en el país, tenían previsto un recorrido y un almuerzo en el buque. Entre el 18 y el 21 de abril también está prevista la visita oficial del comandante general de los Guardacostas de Estados Unidos, almirante Thomas Collins, quien visitaría la nave y tendría reuniones con el comandante de la Armada, el Ministro de Defensa y el presidente Uribe. No es muy difícil deducir que estos compromisos creaban el escenario ideal para estallar un escándalo internacional, como en efecto ocurrió.

Los narcotraficantes están dispuestos a perder unos cuantos kilos de droga a cambio de conseguir una ganancia por otro lado. Ese podría ser el caso de la droga en el Gloria. Aún falta conocer los resultados de la investigación que adelanta la Fiscalía. Pero la Armada seguramente sufrirá efectos políticos y militares que podrían afectar su lucha contra el narcotráfico, lo cual sería el objetivo de los narcotraficantes que escondieron la droga. Eso es algo que parece quedar en evidencia en la parte final del comunicado de la Presidencia cuando afirma que "el gobierno prefiere que el buque se pudra en lugar de que este tipo de delitos continúen pudriendo la dignidad nacional".