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El auxiliar de policía Eudes de Jesús Castaño, de 23 años, perdió la vida en manos de las FARC. | Foto: Policía Nacional

CONFLICTO

Otro policía asesinado en Nariño

Ya son ocho los uniformados acribillados por las FARC, en menos de dos meses, en esa región del país. ¿Qué pasa?

11 de abril de 2014

Este viernes el país amaneció con otra dolorosa noticia. Nuevamente y de manera casi que sistemática, la guerrilla de las FARC asesinó a otro policía en el departamento de Nariño.

Esta vez el acto criminal se produjo durante el hostigamiento a la sub estación policial del corregimiento de Remolino, zona rural de Taminango, un pequeño poblado localizado al suroeste de Colombia.

Según información oficial, la sede policial fue atacada en horas de la madrugada por integrantes del frente 29 de las FARC que opera en esa zona del país y muchas veces lo hace en alianza con la banda criminal conocida como 'Los Rastrojos'.

Durante la acción violenta perdió la vida el auxiliar de policía Eudes de Jesús Castaño, de 23 años de edad, quien era oriundo de Concordia, Antioquia; y también fue herido el patrullero Vicente Vargas de Oro, de 32 años y natural de Maicao, Guajira. En el enfrentamiento con la policía un guerrillero murió y las autoridades lograron la incautación de un fusil M16 con mira telescópica.

Este hostigamiento con saldo trágico, se suma a la ola de atentados contra la fuerza pública, y en especial contra miembros de la Policía, que viene ejecutando de manera sistemática la guerrilla de las FÁRC en esa zona del país.

Hace apenas un par de días esa región debió reportar con dolor otro ataque criminal, pero esta vez contra un CAI del municipio de Tumaco. Dos hombres que se movilizaban en una moto (al parecer guerrilleros) lanzaron una granada contra el CAI localizado en el concurrido barrio Panamá de esa localidad. En la acción resultaron heridas 12 personas, entre ellos niños y una mujer embarazada.

Y el país aún no olvida el brutal asesinato de otros dos policías comunitarios en ese mismo municipio, cuya muerte puso en jaque las conversaciones de paz en La Habana.


En esa acción criminal, ocurrida el 16 de marzo de este año y que nadie olvida por macabra, fueron secuestrados, torturados y asesinados a garrotazos y puñal, el mayor Germán Méndez Pabón y el patrullero Edílmer Muñoz Ortiz.

Un mes antes al macabro crimen de Tumaco, sucedió otra acción salvaje parecida. Las víctimas fueron el intendente Óscar Emilio Paz, de 38 años de edad y el patrullero Oswaldo Vargas, de 26 años. Ambos adscritos a la estación policial de Leiva, Nariño. Cuando se dirigían por tierra hacia Pasto, fueron secuestrados por guerrilleros del frente 29 de las Farc y horas después ajusticiados con disparos en la cabeza.

Algunos de los miembros de la Policía muertos en menos de un mes en Nariño son: AP. Santiago Alberto Alzate (arriba-izq.), MY Germán Olinto Pérez (arriba-centro), PT Edilmer Muñoz Ortiz (arriba-der.), IT Oscar Emigdio Paz (abajo-izq.), PT Oswaldo Vargas (abajo-centro), AP Leonardo Fabio Echeverry (abajo-der.)

Pero la seguidilla de atentados contra la policía se repitió el lunes festivo 24 de marzo, en el municipio de Iscuandé y con la misma estrategia de la granada en el CAI de Tumaco. Supuestos guerrilleros lanzaron un artefacto explosivo hacia el muelle donde se encontraban varios policías. En ese atentado perdieron la vida tres uniformados y otros dos resultaron heridos; además tres civiles también fueron alcanzados por la onda explosiva.

Lo absurdo, es que esa cadena de atentados ya estaba advertida por las propias autoridades, y pese a ello siguen causando dolor y tragedia dentro de esa institución.

Está más que probado que existe un plan sistemático de las FARC, y en especial el frente 29 que tiene influencia en esa región del país, para que se reactiven sus acciones criminales. La mayor parte de su accionar está ligado a los municipios del pie de monte costero de Nariño, zonas estratégicas como corredores para la producción y el tráfico de cocaína.

De hecho, recientemente el propio secretario de gobierno de Nariño, Jaime Rodríguez, le confirmó a esta revista la existencia de esa alerta y que “existe información de inteligencia en el sentido de que la guerrilla dio la orden de atacar las estaciones policiales de la región”, dijo el funcionario.

Aunque es muy popular la frase `soldado avisado no muere en guerra´, tristemente en Nariño esa regla elemental para el combate, parece no funcionar y está cobrando vidas.