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La toma y retoma del Palacio de Justicia se dio los días 6 y 7 de noviembre de 1985. | Foto: Archivo Semana.

JUSTICIA

Palacio de Justicia: el testimonio que niega Édgar Villamizar

El cabo en retiro asegura que jamás habló con la entonces fiscal del caso Ángela María Buitrago, que al coronel Alfonso Plazas solo lo ha visto por televisión y que fue víctima de una suplantación. ¿Qué es lo que el expediente señala que declaró Villamizar?

Redacción Justicia Semana.com
25 de febrero de 2012

Pasaron diez meses de diligencias judiciales incumplidas, antes de que el cabo en retiro Édgar Villamizar reapareciera. Y lo hizo este jueves, durante el juicio que se adelanta contra el excomandante del B-2 del Ejército, coronel (r) Edilberto Sánchez Pubiano y los sargentos (r) Óscar William Vásquez, Antonio Rubay Jiménez, Luis Fernando Nieto y Ferney Martín, por el delito de desaparición forzada en el caso del Palacio de Justicia (1985).
 
Hace cuatro años, según el expediente del caso, Villamizar dio su testimonio ante Ángela María Buitrago (quien en ese entonces era la fiscal del caso). Sin embargo, hoy lo niega. Así como lo hizo el año pasado ante la Procuraduría, cuando rechazó haber dado un testimonio a Buitrago. Aseguró que fue suplantado y que el testimonio no corresponde a la realidad.
 
Pero su versión del 2011 y la de este martes coincidió en poco, apenas en que él nunca habló con Buitrago, pues el año pasado aseguró que nunca había declarado ante la Fiscalía, esta semana dijo que posiblemente lo había hecho, pero engañado por un funcionario de la Fiscalía que le ofreció trabajo.

"Yo sí me acuerdo que firmé un papel con un sello de la Fiscalía, pero como estaba sin bajar bandera (desempleado) no miré qué era lo que estaba firmando", aseguró ante el juez 55 penal del circuito.

También se contradijo en lo referente a su ubicación durante los días de la toma. Ante la Procuraduría dijo que se encontraba en la Séptima Brigada (Villavicencio, Meta). Este jueves aseguró que estaba en la Uribe (Meta).
 
Eso sí, se sostuvo en que hay amenazas en su contra y fue reiterativo en decir que jamás ha declarado contra militares. ¿Está diciendo la verdad? Una prueba grafológica, ordenada por el juez, determinará en mucho la veracidad de lo afirmado por Villamizar. Mientras tanto, la exfiscal Buitrago sostiene que diferente a lo que dice el cabo en retiro, él sí la conoce, sí la tuvo frente y sí declaró el 1 de agosto del 2007, lo que -según él- conocía sobre la toma y retoma al Palacio de Justicia.

"La intención es clara. Y es quitarle peso al proceso", dice la exfiscal, quien recuerda muy bien las circunstancias en que se dio la declaración, que ahora niega Villamizar.

Según su relato, el cabo en retiro apareció en julio del 2007. A través de un investigador pidió ser oído en declaración y argumentó que tenía información sobre la ubicación de los cuerpos de algunas personas desaparecidas en los hechos del Palacio de Justicia. Buitrago cuenta que antes de encontrarse con él, lo hizo su investigador Pablo Vásquez.

El día en que apareció, sin cita previa Villamizar, el equipo de la entonces fiscal se encontraba en la Escuela de Caballería y buscaba localizar posibles fosas clandestinas -algo denominado técnicamente prospección-. Llevaban toda la mañana en esa labor.

El primero de agosto llegó a la Caballería a eso de las 3: 30 p.m. "Y me dicen que Édgar está afuera y que viene a contar en dónde están los cuerpos, la Ley 589 del 2000 de desaparición forzada nos obliga a recibir testimonios", cuenta Ángela.

Y así fue, durante cerca de dos horas Villamizar (que en el documento del testimonio aparece como Villareal por un error de digitación) detalló, según la exfiscal, lo que conocía de los hechos sobre el Palacio de Justicia.
 
La diligencia se hizo dentro de una buseta del CTI en el parqueadero de la Escuela de Caballería, dice Buitrago y recuerda que no estaba sola. A ella, en la toma del testimonio, la acompañaba un delegado de la Procuraduría, un fiscal auxiliar, un investigador y un fotógrafo. Al final del encuentro quedó claro que Villamizar sería llamado para ampliar su testimonio, pero eso jamás sucedió.

Quince días después, y a través de razones enviadas con un investigador, aseguró que estaba siendo perseguido y amenazado. Volvió a aparecer, cuatro años después (junio del 2011) con su declaración ante la Procuraduría. Días después y debido a ésta, la fiscal Viviane Morales anunció que se volvió a abrir la investigación contra Buitrago con el ánimo de determinar la veracidad del testimonio del cabo Villamizar.
 
Hoy el caso está en indagación. "Se está recaudando la evidencia correspondiente. El señor sí declaró y lo hizo no solo ante mí. Había siete personas más. Antes tuvo contacto con otros funcionarios y después, cuando denunció amenazas en su contra, también", dice Buitrago.
 
El testimonio que niega
 
Semana.com presenta apartes del testimonio que en el 2007 se le atribuye a Édgar Villamizar.

"Indíquenos qué información tiene", preguntó la Fiscalía. Villamizar respondió:

"El día 4 de noviembre del año 1985, yo era integrante de un grupo especial de la séptima brigada, denominada CIAES, que significa comando integrado antiextorsión y secuestro. Este grupo estaba integrada por 14 personas, todas suboficiales. El comandante era el mayor Jairo Alzate Avendaño, ya fallecido. El día 5 de noviembre serían aproximadamente las 11 de la mañana cuando nos desplazaron de la séptima brigada a Aplay y nos trajeron vía helicóptero a la Escuela de Caballería, campo de paradas. Ahí fue donde ya nos informaron que se habían tomado el Palacio y de Justicia y que necesitaban apoyo de las diferentes grupos especiales, la más cercana era Melgar y Villavicencio , que nos necesitaban en apoyo.
Nos embarcaron en una camión y nos llevaron para el objetivo que era el Palacio de Justicia.

Cabe anotar que nosotros de Villavicencio traíamos armas de dotación que en esa época eran fusiles G3A4, pistolas y subametralladoras, MP5. Dirigiéndose al sitio que era el Palacio de Justicia, al llegar allí ya estaba todo acordonado alrededor del Palacio de Justicia, simplemente nos identificamos quiénes éramos y nos dejaron pasar, entramos por la calle del museo del 20 de julio y tomamos el apoyo de los grupos que estaban allá, no me acuerdo quién estaba coordinando desde allá. Estaba como puesto de mando el Museo del 20 de julio, desde ahí se coordinaba todo. Ya cada uno tomó el dispositivo que le tocaba, e iniciar el apoyo de la gente que estaba combatiendo ahí en el Palacio.

Se podía observar la cantidad de fuego, de disparos, que había desde el exterior hacía el interior del Palacio y viceversa. Ya en ese momento pierde uno la noción del tiempo. Por radio, ese radio era un ANPRC77, nos dan la orden de que toca entrar con toda, no sé quién dio la orden. Cuando se nos agota la munición nosotros regresamos hacia el Museo del 20 de julio a aprovisionarnos de más munición y tomar agua, donde manifiesta el mayor Alzate , que qué asadero de pollos tan hijueputa. Es que el calor y el olor eran impresionantes. Como a las 6 de la tarde nos ordenan retirarnos a descansar y nos alojan en la Escuela de Caballería. Nosotros seguíamos por televisión lo que estaba ocurriendo. Al otro día a las 7 de la mañana nos volvimos a desplazar al Palacio de Justicia. Se podía sentir el calor en todo lo que es el sector de El Ley, el totiar de los vidrios y de botellas, porque estaban tratando de apagar el incendio y no podían.

Alguien le pregunta al coronel Plazas qué hacemos con la gente y es donde manifiesta abiertamente 'cuelguen a esos hijueputas'. Para la Escuela de Caballería se traen un Nissan azul, eso es claro que después estuvo en la PM, con el techo color cremita o beige. Traen una señora con una falda a cuadros, un señor con buso no recuerdo si era blanco o beige , pero no recuerdo si era ese que llaman cuello de tortuga , nos vinimos y los meten ahí , en el primer viaje a las pesebreras .

Eso es en el segundo día no recuerdo la hora. Por estar en los grados más bajitos de los que estaban allá, yo era cabo segundo, me dejan de seguridad cuidando a las dos personas que acaban de llegar allí. Achury, el sargento viceprimero , ya fallecido, me manifiesta que a “esos perros ni agua”. Se van con los que yo había venido y pasadas como las cuatro y media de la tarde cuando regresan otra vez se regresan a la Escuela de Caballería y ya traían otros tres. Creo que otra señora y dos hombres y los metieron a los detenidos, aislados. Se metieron a pesebreras diferentes , cada uno en una. A mí me releva, el cabo Loaiza, yo me vengo a descansar como después de la comida para que yo viniera al casino porque volvía a coger turno a las 12 de la noche, otra vez en seguridad.

Pude oir y pude darme cuenta de la tortura, vejámenes, no sé que palabra colocar ahí , que estaban efectuándose a las personas que habían traído. Los colgaban de las manos, les daban golpes en el estómago, con cables les ponían electricidad en cualquier parte del cuerpo, tanto a los hombres como a las peladas. Yo me alcanzo a acordar bien, tanto a los hombres como a las peladas. Yo me alcanzo a acordar bien, bien de la que primero se trajo, le rasgaron la blusa y le dejaron los senos a la intemperie.

A uno de los detenidos, Achury le amarró las manos con una cabuya, lo acostó boca arriba, le envolvió una toalla verde sobre la cabeza, creo que el tipo se les iba a volar y lo cogieron y le pusieron una toalla de color verde con letras negras que decía Ejército Nacional y le empezaron a echar agua a la altura de las fosas nasales. Yo creo que habrían transcurrido unos 40 a 50 minutos de estar Achury haciéndole eso a ese señor, a mi me provoca matar a Achury y comenta con Gamboa, "curso, curso se me fue este hijueputa", fue cuando me di cuenta que se había muerto. La persona quedó con la cara como verde, le quedó la cara como morada, como color remolacha y la expresión era de horror (....) Gamboa se va y como a los 20 minutos llega con un plástico negro , y lo envuelven al señor ese, le quitan la toalla y le quitan el plástico, lo envuelven como generalmente se hacía un levantamiento, plástico amarrado en las dos puntas del cuerpo.

Estando observando lo que estaban haciendo Achury y Gamboa se escuchaban gritos de una mujer, porque yo estaba en la punta de las pesebreras y a un lado estaba el cabo Corredor del grupo guías de Casanare y se me acerca Corredor y me dijo :
'Tenaz' (...) estando en esas sale Arévalo y manifiesta 'manito, manito, la cagué' se le pregunta por qué la cagó y manifiesta: 'Maté a esa vieja'".

¿Testigo clave?

Villamizar se ha convertido en un mito. En el llamado 'testigo clave' en el caso del Palacio. Sin embargo, según la exfiscal Buitrago, no es así. Ella dice que el testimonio de Villamizar apareció cuando la "situación jurídica del coronel Plazas Vega ya estaba resuelta, lo de Edgar apareció como un elemento más". Por lo menos siete testimonios más, algunos con más peso que otros, hacen parte del material que permitió condenar a Plazas Vega y que hacen parte del proceso contra los otros militares involucrados en el caso.