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Congreso y partidos políticos siguen siendo las instituciones más desprestigiadas por cuenta de la corrupción.

ENCUESTA

Partidos y Congreso se rajan por corruptos

Las dos instituciones claves para la representación política siguen siendo percibidas por la gente como el sector más corrupto de la sociedad, según el Barómetro Global de Corrupción.

3 de junio de 2009

Según la última encuesta del Barómetro Global de Corrupción 2009 hecha por la organización Transparencia Internacional, los encuestados siguen viendo en los partidos políticos y en el Congreso, las instituciones más corruptas de Colombia. Los funcionarios públicos también obtienen una baja calificación.

El 41 por ciento de los encuestados percibe a los partidos políticos como la institución más corrupta, el 26 señaló al Congreso y el 14 por ciento a los funcionarios públicos.

En Latinoamérica, Colombia es el segundo país en el que la gente percibe a los partidos políticos como las instituciones más desprestigiadas por la corrupción, después de El Salvador, y el tercero en el que el Congreso tiene ese calificativo, después de Panamá y Perú.

Según la escala de calificación, la percepción de la corrupción no mejoró con relación a la última medición en 2007. En ese momento los partidos políticos recibieron una calificación de 4 en la escala de corrupción, en la que 1 es menos corrupto y 5 es lo más corrupto. El Congreso en 2007 obtuvo una calificación de 3.9.

“Urgen medidas de transparencia y responsabilidad social para incrementar la credibilidad de estas instituciones”, alertó la organización Transparencia por Colombia.
La encuesta en Colombia la hizo por vía telefónica el Centro Nacional de Consultaría a 600 personas.

Ante la falta de confianza de la ciudadanía en los sectores políticos, Delia Ferreira de la Junta Directiva de Transparencia Internacional, dijo que: “La construcción de la democracia es una tarea colectiva que involucra directamente a estas asociaciones y en esa medida tenemos que trabajar para fortalecer y mejorar sus estándares de calidad”.

En el mismo sentido, Paola Zuñiga, Coordinadora del área de Política y Justicia de Transparencia dijo que: “los partidos y el Congreso de la República tienen en este momento una oportunidad única con el trámite de la Reforma Política, de enviar un mensaje a la ciudadanía, para reafirmar su voluntad de autoreformarse y establecer sanciones reales e inmediatas ante la infiltración de la criminalidad en la política. Además, deben definir reglas que hagan más transparente el ejercicio de la política”.

Otra de las preocupaciones de la organización que trabaja por mejorar el nivel de confianza en las instituciones es que el soborno continúa siendo una práctica común a nivel mundial. Según la encuesta, el 54 por ciento de los encuestados (más de 73 mil personas) pagaron algún soborno durante el último año. La pregunta estaba orientada a sobornos “menores” pagados a la Policía, a funcionarios de la salud, de la educación, de servicios públicos o del poder judicial, entre otros.

En Latinoamérica el índice promedio de personas que pagaron por un soborno es del 13 por ciento y en Colombia del 8, el mismo porcentaje de la Encuesta de Probidad de Confecámaras de 2006 (realizada a 1.697 empresarios que participan en licitaciones públicas en 18 ciudades de Colombia).

Según esa encuesta, el 84,4 por ciento de los empresarios se abstiene de participar en procesos de contratación con el Estado, porque considera que la competencia no es justa, que hay politización en el proceso de contratación y pagos no oficiales y el 79.6 por ciento desconfía de sus competidores.

“El soborno tiene un efecto perverso sobre los negocios: aumenta los costos de las transacciones, genera competencia desleal, desconfianza en las relaciones de negocios, y distorsiona el mercado. Es una realidad que es necesario enfrentar y combatir”, recalcó Alma Rocío Balcázar, Coordinadora del área Sector Privado de Transparencia por Colombia.