Ernesto Macías, la que le cayó encima al presidente del Senado

El pasado 20 de julio, Ernesto Macías, antiguo jefe de prensa del expresidente Álvaro Uribe, fue respaldado por 81 senadores para ser el nuevo presidente del Congreso. Por él votaron los del Centro Democrático, también liberales, conservadores, La U, Cambio Radical, los cristianos. La coalición del gobierno de Iván Duque comenzaba con pie derecho, y parecía sólida. Quince días después el propio Macías la puso a tambalear.

En la sesión del Congreso en pleno del 7 de agosto, en la que se posesionó Duque como nuevo presidente de Colombia, Macías pronunció un discurso contra el gobierno de Juan Manuel Santos. Los términos utilizados por el presidente del Senado no sorprendieron, en la medida que uno de los botafuegos del expresidente Uribe, ha repetido esas afirmaciones durante cuatro años. Lo que dejó a todos de una pieza fue el escenario, que lo haya pronunciado en la transmisión de mando, ante presidentes extranjeros, ante la prensa internacional.

Aunque el uribismo respaldó a Macías, en público y en privado, al presidente del Senado se le vino la plenaria encima este miércoles, cuando dirigentes de varios partidos políticos, incluidos los de la nueva coalición de gobierno (y que estuvieron en la coalición del gobierno Santos), censuraron la intervención del congresista del Centro Democrático. La mayor crítica fue por haber hablado en representación del Congreso y como cabeza de una rama del poder público.

Particular rechazo fue el que suscribió la bancada de parlamentarios de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, la Farc. Primero fue Pablo Catatumbo y luego Julián Gallo (Carlos Antonio Lozada) quienes censuraron las palabras que  Macías pronunció en la plaza de Bolívar el 7 de agosto.

La Farc suscribió una constancia de “rechazo enérgico” a lo que llamó “Un discurso sesgado y cargado de odio”.

“Sorprende, por decir lo menos, que se quiera regresar a la vieja tesis de que en Colombia no existe un conflicto armado, tesis que sirvió durante los 8 años de gobierno de Álvaro Uribe Vélez para justificar, entre otras muchas violaciones de los derechos humanos, el asesinato de más de 5.000 jóvenes para ser presentados como bajas guerrilleras, desconociendo la nueva realidad política que constituye la firma del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto Armado y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, entre el Estado colombiano y las FARC-EP. Lo que es además una afrenta a las millones de víctimas y a las comunidades que tuvieron que sufrir la guerra en carne propia”, señala la constancia.

“En sus afirmaciones calumniosas e injuriosas, el senador Macías pretende responsabilizarnos, de manera soterrada, de estar involucrados en actividades ilegales al tratar de establecer un vínculo entre quienes desertaron del proceso de paz y el proceder constitucional y legal de nuestra organización partidaria. Se busca además, según se desprende de sus palabras, desconocer el carácter vinculante y constitucional del acuerdo de paz;  a la vez que se intimida al poder judicial, pretendiendo influir en los fallos que puedan involucrar militantes del partido Centro Democrático, lo cual constituye una verdadera ofensa contra las altas cortes y  el principio de separación de poderes”, señala la Farc.

“Su discurso, honorable senador Macías, quizás refleje el pensamiento de un sector de su partido, pero no el de esta honorable corporación, en su condición de presidente del Congreso de la República, ya que atenta contra las garantías para el ejercicio pleno y legítimo de la oposición política; se extralimita cuando pretende ordenar cambios en la cúpula militar y resulta incompatible con la realización del Gran Pacto por Colombia anunciado por su copartidario y hoy presidente de la república, doctor Iván Duque, en su discurso de posesión”, dice la constancia de la Farc en la que reafirman su voluntad y compromiso con la reconciliación nacional.

Aída Avella, senadora de la UP, cuestionó a Macías por desconocer la pluralidad del Congreso y calificó el discurso por su falta de calidad y  ausencia de una apertura a la reconciliación. Dijo que desconocía logros históricos como los acuerdos de paz de La Habana y evidenció que detrás de la mesa directiva del Senado hay un poder traslapado donde prima una corriente ideológica.  “Fue un discurso basado en el odio, el revanchismo basado en el odio. Demuestra el talante de un partido que utiliza el poder para reprimir a sus contradictores políticos y la venganza a otros sectores de la sociedad”.

Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, calificó de “grotesco” el discurso del presidente del Senado.

Rodrigo Lara, de Cambio Radical, también censuró el discurso de Macías, no solo por no representar a toda la institución del Congreso, sino por el escenario donde fue pronunciado.

Las críticas de algunos parlamentarios, que en teoría harán parte de la coalición de gobierno, se escucharon en la primera plenaria del nuevo gobierno. La coalición tambaleó apenas en su estreno. A Macías no solo se le vino la plenaria. La bandera de Colombia que estaba izada junto a la curul del presidente del Senado, se vino al piso cuando la sesión estaba más agitada.

Sin embargo, el uribismo cerró filas alrededor de Macías. Entre las voces de respaldo, la de José Obdulio Gaviria fue particular. “Estamos exultantes. Usted hizo lo que le correspondía hacer. Si bien el presidente Duque habló en prospectiva, usted lo hizo en perspectiva. No hay un ápice de error y de mentira. Usted debe sentirse muy halagado por lo que hizo ayer, por su jerarquía como presidente del Congreso, por ser orador honrado y valiente. Usted habló delante de un presidente cocalero (Evo Morales) del verdadero presidente cocalero de América (Juan Manuel Santos)”.

A Macías se le vino la plenaria encima. Y puede que su discurso haya condicionado el comienzo de la coalición de gobierno.