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PASOS DE ANIMAL GRANDE

Aumentan las posibilidades de paro cívico nacional.

22 de abril de 1985

¿Habrá paro cívico nacional este año? Hace menos de dos meses, varios dirigentes sindicales, de esos que se las saben todas (o lo aparentan) juraban que no, "aunque motivos no faltan", decían. Todos invocaban el tope del 10% para aumentos salariales, las "elevadas tarifas de los servicios públicos", la política de endeudamiento externo del gobierno, etc. Empero, las razones para considerar sin piso un paro cívico nacional eran de psicología política. A Belisario, emproblemado y todo -argumentaban los dirigentes- es muy difícil, si no imposible, "arremolinarle" el mundo sindical y popular contra su política económica dado el relativo margen de popularidad que él aún disfruta, gracias al esfuerzo de paz en curso. Por ello, repetían, al menos en este año no "cuajará" un paro cívico nacional.
Sin embargo, en los últimos días esos analistas comenzaron a retractarse. Primero en reuniones privadas donde se examinaba la coyuntura política, y después en voz alta, lo admitieron: "la cosa sí es factible". Ha empezado así a existir una relación entre la crisis del proceso de apertura política intentado por el gobierno -eclipse del diálogo nacional y de los pactos de tregua- y el auge de las posibilidades del citado movimiento de protesta; que lo primero vigoriza lo segundo. El primer síntoma concreto de ese cambio surgió en el "Encuentro Obrero, Campesino y Popular", realizado en el estadio de El Salitre de Bogotá el 16 y 17 de marzo. Convocado por la CSTC y varias organizaciones políticas de izquierda (PCC, Movimlento Camilo Torres, A Luchar, PSR, etc.) para discutir precisamente las posibilidades de efectuar el III paro cívico nacional, dicho evento terminó reuniendo a casi 6.000 delegados -número que sorprendió a muchos- de federaciones de centrales, así como a voceros de coordinadoras de movimientos cívicos, de organizaciones campesinas e indígenas. Además, concurrieron representantes de todos los movimientos guerrilleros, firmantes o no de la tregua. Estos últimos alabaron la idea del paro y declararon al mismo tiempo su decisión de continuar la lucha "por el cumplimiento de los acuerdos de cese al fuego y tregua".
La declaración final del encuentro acogida por unanimidad, llama a combatir el 10%, critica el "recorte a la negociación colectiva y la militarización de los conflictos", denuncia las "imposiciones del FMI" y llama a hacer en este primer semestre de 1985, el "paro nacional contra el gobierno y el imperialismo". Los organizadores del evento señalaron a SEMANA que, no obstante el apoyo de los sectores rebeldes -lo que constituye una diferencia en relación con los preparativos de paro que hubo en 1977 y 1981- aún hace falta lograr "para el éxito de una movilización de esas proporciones, la participación de las otras tres centrales obreras". Estas, si bien no asistieron al encuentro, han dicho que están estudiando "la situación actual de la clase obrera y la coyuntura política del país" para fijar una posición al respecto. La UTC, aunque no asistió al encuentro "por haber sido convocado por partidos políticos", según Jorge Carrillo, vicepresidente de la organización, sí puede coincidir con algunos análisis que allí se hicieron sobre el papel del FMI y las "reivindicaciones salariales de los trabajadores" y sostiene que "sí hay razones para realizar una protesta nacional".
Confinada hace unos meses a sectores radicales del movimiento sindical, la consigna en favor del III paro cívico nacional estaría cobrando mayor visibilidad ahora. A menos de que el gobierno llegue a acuerdos específicos con las centrales obreras y dinamice el proceso de paz -lo relativo al indulto sería clave- estas erigirán un pliego de peticiones general y con él llegarán a mayo, que por lo visto será uno de los meses más movidos del año.