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| Foto: Archivo Alcaldía Bogotá

BOGOTÁ

Peatonalizar la Séptima: lo bueno, lo malo y lo feo

Semana.com consultó a un experto acerca de los diversos aspectos de la medida.

26 de agosto de 2014

De la peatonalización de la Séptima se ha dicho mucho. Una de las ideas que más ha destacado la Administración Distrital es que se convertirá en un corredor cultural que le dará prelación al peatón y al arte callejero.

Sin embargo, Fenalco dice que la medida quebrará a los comerciantes del sector y en materia de movilidad, todo no está bien. Semana.com habló con Eduardo Behrentz, decano de Ingeniería de la Universidad de los Andes, acerca del proyecto.

Lo bueno


En primer lugar, el experto en movilidad Eduardo Behrentz destacó que “el espíritu de la medida es bueno. Pensar que una ciudad como la nuestra tenga zonas que permitan la recreación y tenga opciones de entretenimiento es algo bueno. El espíritu de la medida es consciente de un plan de desarrollo urbano”, explicó.

En ese mismo orden resaltó el impacto que el proyecto tendrá sobre el centro de la ciudad. “Pensar en un camino peatonal, con un interés histórico del patrimonio es interesante, eso ocurre en muchas ciudades del mundo y es importante. Buen pedazo de La Candelaria y del centro de la ciudad debería estar peatonalizado porque da posibilidades de arte callejero”, dijo el experto

Dentro de las fortalezas, dice el decano, destaca el compromiso del gobierno Distrital, la familiaridad de su operación con la ciclovía los domingos y la conexión de dos ciclorutas (calle 24 y calle13) vitales para la movilidad del centro.

En otras palabras, se beneficia a los peatones que transcurren el sector. Resuelve el problema del poco espacio público. Da nuevas posibilidades turísticas, comerciales y de servicios, por lo que aseguró que en otras ciudades del mundo ha resultado un modelo exitoso. No obstante, llevar a la realidad la medida tiene más dificultades que aspectos a resaltar.

Lo malo


La movilidad es el principal problema del proyecto. El Distrito debía resolver el tema del tráfico, es decir, saber para dónde se va a redirigir el tránsito vehicular. Pero, de acuerdo a Behrentz, esto no se hizo. “Si uno gasta un peso en la adecuación de las vías debe gastar 10 en resolver el impacto que genera en la movilidad, eso aquí no se hizo”, expuso.


Otra de las falencias que encuentra es que el diseño actual del proyecto no tiene en cuenta al transporte público, pues, las vías alternas no se encuentran en las condiciones ideales para recibir el tráfico adicional que se generará.

Lo feo


Uno de los temas que se ha discutido en los últimos días, y que Behrentz le encuentra serias dificultades, es la falta de apoyo a la medida por parte de los comerciantes.

A la par señala que la iniciativa puede fomentar la congestión en los corredores alternos. Pero eso no es todo, de acuerdo al ingeniero uno de los más graves problemas son los tiempos tan cortos en la implementación y desarrollo del proyecto.

Por su parte, la Administración Distrital asegura que esta era una de las obras que se le debía a la ciudad y que mejorará la seguridad en la zona.

“Con la peatonalización de la carrera Séptima, ésta va a quedar cubierta con cámaras, privadas (comerciantes) y del Distrito, con mejor iluminación, con Policía que mantenga la seguridad y regule el tránsito. Allí el peatón contemplará el entorno y dejará de mirar hacia el suelo", indicó hace unos días el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en la exposición del proyecto.

Asimismo, el mandatario distrital ratificó que los artistas, emboladores y vendedores en los kioscos están autorizados para permanecer allí como parte de lo que denominó el plan de corredor cultural de la Séptima.

“La intención del Distrito es mejorar el entorno sin que sus tradicionales habitantes se marchen, esto está consignado en el Plan de Ordenamiento Territorial que esté en el Plan de Desarrollo Bogotá Humana como parte de la revitalización del centro y lo haremos cumplir”, concluyó.