Home

Nación

Artículo

Justicia

Pelea de pesos pesados

El escándalo de la parapolítica desató un enfrentamiento entre ex fiscales como para alquilar balcón.

25 de noviembre de 2006

Como si se tratara de una pelea de boxeo pactada a tres rounds, los ex fiscales Luis Camilo Osorio, Alfonso Gómez Méndez y el ex vicefiscal Jorge Armando Otálora (en los fotomontajes) se enfrentaron la semana pasada a una lluvia de golpes de todos los tonos, acusándose mutuamente de no haber hecho nada para sacar adelante los procesos que vinculan a algunos políticos con los paramilitares y algunas investigaciones relacionadas con el narcotráfico y los derechos humanos

En el primer asalto, el ex vicefiscal Jorge Armando Otálora le dio el primer golpe al ex fiscal Luis Camilo Osorio, hoy embajador de Colombia en México. Lo acusó de ignorar las denuncias sobre narcotráfico y de haber hecho caso omiso a los testigos. "Casos de paramilitarismo, con testimonios, se habían dejado quietos y 30 procesos de la Unidad de Lavado de Activos estaban engavetados", dijo Otálora.

No es la primera vez que se le viene el mundo encima al ex fiscal Osorio. Durante su gestión ya había habido críticas porque se 'durmieron' procesos que involucran a políticos con el paramilitarismo y de procesos relacionados con el narcotráfico. Pero cuando comenzó el segundo asalto, tomó aire desde su silla diplomática y le envió un fuerte gancho de derecha al ex vicefiscal: "Otálora no le ha explicado al país por qué salió de la Fiscalía. No puede encender el ventilador tan tranquilo y sin decir qué hizo él en un año y medio contra los fiscales que engavetaron los procesos contra narcotraficantes y paramilitares. Él no es la persona idónea para cuestionarme. Yo por lo menos no llegué a la Fiscalía con expedientes debajo del brazo, ni dejé oficina abierta, ni como abogado he defendido a narcotraficantes. Y eso también va para Gómez Méndez, quien excluyó a mucha gente en el proceso 8.000", sostuvo.

La pelea ya estaba en su momento más caliente e ingresó al ring, a defenderse de la golpiza, el ex fiscal Alfonso Gómez Méndez. "Yo entiendo el desespero del doctor Osorio -le dijo el ex fiscal a La W- pero él tiene que explicar, ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, por qué salieron de la Fiscalía, y del país, Pedro Díaz y Virgilio Hernández, los dos fiscales estrella en materia de derechos humanos y todos los investigadores. Y del proceso 8.000, es mejor que no desviemos el tema que actualmente le interesa al país".

Al final, todo parecía indicar que los ex fiscales ya no podían soportar más puños. Todo terminó después de que los ex fiscales se defendieron con cifras de sus resultados durante su gestión. Pero todo parecía indicar que la consigna era "caiga quien caiga" por la responsabilidad que les compete, y aunque todos hicieron un esfuerzo sobrehumano por ganar tamaña pelea, ninguno salió en hombros.

Lo cierto es que frente al crecimiento del paramilitarismo y el alcance de sus tentáculos en la política, la justicia y las Fuerzas Militares, ninguno de los tres fiscales que hoy están en el cuadrilátero defendiendo su gestión cogió el toro por los cuernos. Entre los valientes fiscales regionales que fueron asesinados y, sobre todo, los innumerables que fueron sobornados o amenazados, el poder paramilitar creció sabiendo que el castigo de la justicia era para otros mortales. La impunidad ha sido, sin duda, el mejor aliado de las autodefensas. Y de la espiral de la violencia que vive Colombia.