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Perú habría sido advertido una semana antes de ruptura del diálogo con las FARC

Tropas del Ejército y la Marina, fueron desplazadas por el Perú a lo largo de la frontera con Colombia, una semana antes de que el presidente Andrés Pastrana anunciara el rompimiento del diálogo con las FARC. Informe de Carlos Alberto Fuentes.

26 de febrero de 2002

Analista peruano previene ante posible "afganización" de la región

Lima, Perú (Por Carlos Alberto Fuentes, especial para Semana).- Tropas del Ejército y de la Marina de Guerra, a bordo de helicópteros y lanchas patrulleras, fueron desplazadas por el Perú a lo largo de su extensa frontera con Colombia, por lo menos una semana antes de que el presidente colombiano Andrés Pastrana anunciara el rompimiento del diálogo con la guerrilla de las Farc y dispusiera el inicio de drásticas operaciones militares en su contra.

A pesar de que el silencio más absoluto y la más estricta reserva fueron las primeras reacciones del Gobierno Peruano tras la decisión colombiana, pudo saberse en círculos militares y diplomáticos que, de una u otra manera, las Fuerzas Armadas del Perú habían sido advertidas anticipadamente de la inminencia de la situación, por lo que se adelantaron a tomar sus emplazamientos en todos los puestos y pasos fronterizos.

Esto ante los informes que habrían recibido de los organismos de inteligencia de Colombia en el sentido de que las FARC tenían concentradas importantes fuerzas frente a las fronteras del Perú y Ecuador, listas para replegarse a ambos países en caso del rompimiento del proceso de paz.

Pero no sólo eso. Hace apenas 15 días la revista estadounidense Newsweek reveló el desplazamiento de una columna de las Farc, unos 400 kilómetros dentro del territorio peruano.

Si bien el canciller del Perú Diego García Sayán admitió que "puede ser que haya una incursión", negó que ésta sea permanente y en tal magnitud. Además reveló que "ya se han tomado las medidas preventivas".

Por su lado, el ministro de (Seguridad) Interior , Fernando Rospigliosi reconoció que se había registrado el ingreso de "algunos" miembros de las Farc a poblados fronterizos peruanos para abastecerse de medicinas, alimentos y herramientas.

Además, se supo que el ministro de Defensa de Colombia, Gustavo Bell, que estuvo en el Perú el pasado miércoles horas antes de la ruptura de las negociaciones con las Farc, vino acompañado del comandante general de las Fuerzas Armadas de Colombia, General Fernando Tapias, quien en una reunión fuera de la "agenda oficial" con su colega peruano, el general Víctor Bustamante, habría analizado el plan de contingencia puesto en marcha por el Perú y la ejecución de acciones conjuntas en los mil 600 kilómetros de la frontera común.

Cabe anotar que durante la semana previa al desencadenamiento de los acontecimientos en Colombia, el diario limeño La República –con fuertes vínculos con el régimen del presidente peruano Alejandro Toledo, especialmente con el ministro de Defensa, Aurelio Loret de Mola, uno de sus principales accionistas - venía publicando informes en los que se daba prácticamente por hecho el término de las negociaciones entre las FARC y el Gobierno Colombiano y el inicio de acciones bélicas.

Incluso dio detallada cuenta de informes del Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia (DAS), en los que se revelaba la creación del Frente Amazónico por parte del secretariado de las Farc, el cual comprendería los departamentos colombianos de Amazonas y la zona Sur del Putumayo y el Caquetá, fronterizos con el Perú.

Si bien dichos informes son atribuidos por La República a "fuentes consultadas", todo hace indicar que serían informes entregados por el DAS al Ministerio de Defensa del Perú.

Precisamente, en una entrevista concedida al mencionado matutino, Loret de Mola sostuvo que alrededor de 450 guerrilleros de las Farc estarían esparcidos es la espesura de la selva colombiana adyacente al Perú.

¿Afganización en América del Sur?

En medio de este escenario, el Dr. Juan Mariátegui, experto peruano en Derecho y Política Internacional, advirtió que la próxima visita que hará al Perú el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, incluiría en su agenda un asunto en extremo delicado:

Obtener de su colega peruano y de los otros mandatarios de la región andina (a excepción de Venezuela) con los que se reunirá, la aceptación de que se instale una base militar estadounidense en territorio peruano.

De acuerdo a la información con que cuenta Mariátegui, dicha base estaría cerca al río Putumayo y su objetivo sería apoyar la lucha contra el narcotráfico, aunque bien podría derivarse en una base antiterrorista, con miras a lo que viene sucediendo en Colombia.

"La "afganización" de Colombia y de toda América del Sur puede perturbar el proceso democrático en la región. Desde el 11 de setiembre, las opciones militares son determinantes para los Estados Unidos", argumentó el experto en diálogo con Semana.

Hizo notar que el tema del terrorismo ha sido fundamental en los diálogos que acaba de sostener Bush con sus homólogos de Japón, Corea del Sur y China Popular.

Sostuvo por ello que no es casual de que un día a otro, el presidente Pastrana, que durante cuatro años reconoció a las FARC el estatus de grupo beligerante, al que otorgó el control de 42 mil kilómetros cuadrados de su territorio y que incluso había promovido la participación de las Naciones Unidas en el diálogo, diga ahora que se trata de "una guarida de secuestradores, un laboratorio de drogas ilícitas, un depósito de armas, dinamita y carros robados".

Esto, en opinión de Mariátegui, deja muy mal parado al gobernante colombiano, pues implicaría que, según sus propias palabras, desde 1998 ha estado negociando de igual a igual con delincuentes comunes.

Lamentó, finalmente, que se haya precipitado una acción militar, bombardeos aéreos incluidos, apoyada por la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea y, principalmente, los Estados Unidos que, desde los atentados de setiembre pasado, anunció el inicio de una guerra mundial, a gran escala, contra el terrorismo.