Iluminar con desechos

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De la mano de un diseñador español, indígenas desplazados del Cauca superan el desempleo y de paso ayudan al medioambiente fabricando lámparas.

 

En pleno océano Pacífico crece una masa de 3,5 millones de toneladas de basura que equivale a tres veces el tamaño de Colombia. A esta gran isla de desechos, ‘la sopa de plástico’, como le llaman, van a parar las botellas PET que las lluvias arrastran hasta los ríos. “Es absurdo tirar un objeto cuyo material tiene una vida de 500 años y cumple su función durante solo unos minutos. Yo me propuse reutilizarlo”, explica el diseñador español Álvaro Catalán de Ocón, quien diseñó las lámparas.

 

Con el apoyo de Artesanías de Colombia, trabaja desde hace dos años con 30 indígenas eperaras siapidaras y guambianos, desplazados por la violencia, para fabricar lámparas de techo con el sello de su tradición textil a partir de materiales reciclados. “En vez de usar un telar, tejemos sobre la superficie de la botella PET con hilos que traemos del Cauca. Los teñimos con pigmentos naturales y cada quien dibuja lo que quiere”, relata Imelda Pertiaga, que encontró en este proyecto un sustento fijo de hasta 50 mil pesos por unidad. Ya se han exhibido 500 lámparas en tiendas tan prestigiosas como Rossana Orlandi en Milán, The Conran Shop en Londres y Le Bon Marché en Paris. Las PET Lamps estarán en el London Design Museum hasta el 25 de agosto, pues las nominaron al mejor producto del 2014.

Según un experto

 

“Cada Pet Lamp es la prueba de que los diseñadores pueden mejorar el planeta y la vida de quienes lo habitan”.

 

Pedro Feduchi, experto en diseño de mobiliario del Istituto Europeo di Design.