Petro, contra las cuerdas en la Procuraduría

Para el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, no paran los problemas. Además de los líos que ha tenido que enfrentar por cuenta de su esquema de recolección de basuras, la salida de su mano derecha el secretario de Gobierno Guillermo Asprilla y la renuncia de más de una decena de funcionarios, ahora deberá enfrentar un proceso disciplinario.

Semana.com conoció la apertura de investigación formal que abrió la Procuraduría contra el alcalde, por haber incurrido, supuestamente, en el nombramiento irregular de Polo Ávila en el cargo de Gerente del Fondo de Seguridad y vigilancia de la capital. Según las pruebas acopiadas en el expediente,  Ávila no tiene título profesional, y aun así se posesionó en un cargo que lo requiere.

La investigación comenzó preliminarmente el 16 de mayo del 2012, cuando un ciudadano llevó a la Procuraduría pruebas y una queja formal. La denuncia señalaba que existían irregularidades en el nombramiento de un funcionario de la alcaldía de Gustavo Petro, por lo cual en la primera etapa se realizaron innumerables visitas a la Dirección de Talento Humano de la alcaldía con el propósito de verificar los perfiles de los empleados de Petro.

Los hallazgos en la hoja de vida del  Gerente del Fondo de Seguridad y vigilancia, Polo Ávila, fueron sorprendentes. Ávila certificaba que era profesional en Ingeniería y que tenía una especialización en la materia. No obstante, los investigadores de la Procuraduría al poco tiempo descubrieron que no existía constancia alguna de su título y mucho menos de su especialización. Solo había cursado nueve semestres de dicha carrera.

Además en su experiencia profesional, Ávila, al parecer, “olvidó” su vinculación con una empresa privada que prestaba servicios de seguridad al Palacio de Justicia en 1985, en la época en la que la guerrilla del M-19 se tomó sus instalaciones. Según la Procuraduría, al posesionar al funcionario, el alcalde Petro probablemente incurrió en una falta al Código Disciplinario junto con un grupo de funcionarios del área de talento humano.

Cuando estalló el escándalo por cuenta de los hallazgos preliminares de la Procuraduría, Polo Ávila renunció al cargo. Solo habían  pasado 53 días desde su posesión. Un año después de esta investigación preliminar, la Procuraduría encontró méritos y pruebas suficientes para dar un segundo paso en el proceso y abrir una investigación formal.

Según el auto de apertura conocido por Semana.com, además serán investigados otros cinco funcionarios de la administración distrital que estarían involucrados en la falta disciplinaria que habría cometido Petro al nombrarlo sin los requisitos.

Estos funcionarios son: “Polo Ávila Navarrete, en su calidad de Gerente del Fondo de Seguridad y vigilancia de la capital, Ana Lucy Castro Castro en su calidad de subdirectora de Talento Humano de la Dirección de Gestión Corporativa de la Secretaria General de la Alcaldía de Bogotá, Dolly Arias Casas en su condición de Directora Gestión Corporativa de la Secretaria General de la Alcaldía de Bogotá,  Eduardo Noriega en su calidad de Secretario General de la Alcaldía Mayor de Bogotá, y Gustavo Petro Urrego en su condición de alcalde mayor de Bogotá”

La Procuraduría pidió a la Contraloría los antecedentes fiscales de cada uno de los investigados. También indicó que estudiaría un escrito que el alcalde remitió a los investigadores en el que defiende a capa y espada el nombramiento de su funcionario.

La investigación se abre formalmente unas semanas después de que la Procuraduría inhabilitó y destituyó al secretario de Gobierno Guillermo Asprilla, y de que Petro en consecuencia señalara al Procurador de haber roto el compromiso de combatir la corrupción porque, en su criterio, no ha actuado igual de rápido para combatir el cartel de la contratación de la capital. La decisión promete escalar aún más esas distancias.