El acaparamiento de tierras es motivado por el desarrollo ganadero, sin tener en cuenta criterios sostenibles y ambientales. Foto: archivo/Semana | Foto: César Molinares

MEDIO AMBIENTE

Pinceladas para reducir la deforestación por ganadería

La Fundación Natura y la organización Disclosure Inside Action (CDP) plantearon varias recomendaciones para que la ganadería sea más amigable en Colombia. Liberar áreas ganaderas para fomentar la conservación y herramientas tecnológicas que mejoren la información pecuaria, son algunas de las propuestas.

23 de enero de 2019

En Colombia, cerca de 34,4 millones de hectáreas son destinadas a la ganadería. Sin embargo, las zonas aptas para esta actividad no superan las 15 millones de hectáreas. La vocación y el uso del suelo no van en la misma dirección en el país.

Entre las principales causas de la deforestación están la praderización o acaparamiento de tierras y baldíos, la ganadería extensiva, el desarrollo de obras de infraestructura para transporte, los cultivos ilegales, la extracción ilícita de madera y la minería. Por eso en los últimos 28 años Colombia perdió más de seis millones de hectáreas de bosque.

Sin embargo, dos de estos verdugos tienen una estrecha relación. El acaparamiento de tierras es motivado por el desarrollo ganadero, para luego crear incentivos de expansión como el fácil acceso a créditos sin tener en cuenta criterios sostenibles y ambientales.

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A pesar de los esfuerzos para revertir esta problemática, como los acuerdos sectoriales para cadenas productivas de carne y leche de Visión Amazonia, el proyecto Ganadería Colombiana Sostenible y la creación de la Mesa de Ganadería Sostenible, el país aún está lejos de hacer masivas las prácticas sostenibles para esta actividad.

En Colombia más de 30 millones de hectáreas están dedicadas a la ganadería, a pesar que tan solo cerca de 15 millones de hectáreas tienen las condiciones propicias para esta actividad.

Por ello la Fundación Natura Colombia y Disclosure Inside Action (CDP) (organización internacional que dirige un sistema de divulgación entre inversionistas, empresas y gobiernos para gestionar su impacto al medio ambiente) desarrollaron una serie de recomendaciones e insumos al gobierno nacional, relacionados con la producción ganadera y enmarcados en los tres pilares del nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022: equidad, emprendimiento y legalidad.

“Abordamos retos, ejemplos y recomendaciones para orientar las cadenas productivas de ganadería cero deforestación, además de la inclusión del sector privado en las actividades previstas para el desarrollo de una actividad pecuaria sostenible en Colombia”, cita el documento liderado por la directora de la Fundación Natura Elsa Matilde Escobar y el director ejecutivo de CDP Lauro Marins.

Vacas cero deforestación

Desde 2013, cerca de 13 fincas en Caquetá desarrollan procesos de transformación para hacer ganadería lechera sostenible para la elaboración de quesos. Estas fincas ya suman más de 5.800 hectáreas de bosque bajo conservación. Además, el departamento ha promovido el desarrollo rural bajo un pacto cero deforestación con varios ganaderos.

Este desarrollo rural es el que buscan Natura y CDP para garantizar que las comunidades tengan acceso a mecanismos de financiación para sus modelos productivos sostenibles, al igual que promover un valor agregado de los productos cero deforestación y reducir los impactos negativos, alineados con el nuevo Plan de Desarrollo.

Además de replicar la experiencia de Caquetá, las organizaciones proponen crear reservas naturales de la sociedad civil para generar paisajes rurales con restauración de ecosistemas, y masificar los sistemas que integran bosques con ganado.

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“Al transformar la ganadería para el mantenimiento y fortalecimiento de servicios ecosistémicos, tendríamos avances en la regulación y mejoramiento de la calidad del agua, conservación de suelos y biodiversidad, y crearíamos agroecosistemas resilientes y adaptados al cambio climático”, indicaron ambas partes.

Por medio de la alianza con el Gobierno de Noruega, Colombia podría fortalecer sus fuentes accesibles de financiación y los programas de pago por servicios ambientales para pequeños productores con bajos recursos.  

“Es necesario establecer canales de comercialización para los productos locales con estrategias de acceso a mercados nacionales e internacionales. Al darle un valor agregado a los productos, las buenas prácticas productivas serían reconocidas con programas de sellos o certificación voluntaria. La exportación de carne bovina a mercados como China supone una oportunidad para la replicabilidad de procesos de ganadería sostenible”, complementaron los creadores.

Freno a la frontera

A pesar de que Colombia cuenta con normatividad y herramientas para atacar la deforestación, aún presenta un desfase para lograr una implementación efectiva.

La expansión de la frontera agropecuaria, por parte de las actividades ilegales, y la falta de integración de las comunidades locales para fortalecer prácticas que reduzcan la pérdida de bosque, inciden en este flagelo.

Lo anterior tiene un fortalecimiento con la débil coordinación institucional y desarticulada relación entre la gobernanza forestal y territorial con las entidades judiciales y de fuerza pública.

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La Fundación Natura y CDP, en el pilar de legalidad, sugiere que el sector ganadero y las entidades públicas planteen una meta para liberar áreas actualmente con ganado pero sin esa vocación en su suelo, para luego fomentar proyectos agrícolas, de conservación o restauración ecológica.

Además, que el sector ganadero concerte mecanismos para que cumplan a cabalidad con la delimitación de la frontera agropecuaria definida por el gobierno.

Las organizaciones exponen que el país requiere de una mayor claridad y continuidad en los roles de las instituciones territoriales, al igual que una mejor relación con las gobernaciones, ministerios, corporaciones autónomas y alcaldías.

“Urge un sistema eficaz de vigilancia para los recursos encaminados a cumplir con los acuerdos cero deforestación de las cadenas productivas, y alinear esfuerzos en los sectores ministeriales y sus programas con iniciativas de participación comunitaria. Así podríamos incidir en las políticas regionales, garantizar el apoyo hacia el desarrollo de sistemas productivos y buscar el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades”, destaca la propuesta.

Monitoreo eficaz

En el pilar de equidad, la línea escogida por Natura y CDP fue la de ciencia y tecnología. Arrancan con la necesidad de mitigar la baja capacidad de generación de información asociada a la ganadería, lo que generaría medidas de adaptación al cambio climático, conservación de ecosistemas y aumento de la biodiversidad.

Recomiendan fortalecer las herramientas y metodologías que garanticen la trazabilidad de cadenas productivas, y así facilitar el reporte y monitoreo de la información; incentivar la capacidad técnica y despliegue de herramientas tecnológicas; y una actualización cartográfica de las fincas productoras en zonas de influencia de deforestación.

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Otra propuesta es un programa de investigación con instituciones gubernamentales como Colciencias, para innovar en posproducción, almacenamiento, empaque, creación de nuevos productos y comercialización de productos sostenibles; y asegurar recursos para la implementación de estrategias de desarrollo bajo en carbono.

Un ejemplo exitoso relacionado con esta temática es un proceso de transformación de 200 hectáreas dedicadas a la ganadería de carne en Aguachica (Cesar), en donde desde el año 2000 han aplicado herramientas tecnológicas como software ganadero y tecnologías de la información y comunicación para generar acciones adaptadas al clima.

*Este es un producto periodístico de la Gran Alianza contra la Deforestación. Una iniciativa de Semana, el MADS y el Gobierno de Noruega que promueve el interés y seguimiento de la opinión pública nacional y local sobre la problemática de la deforestación y las acciones para controlarla y disminuirla.