Las mujeres del plebiscito

La primera vez que en Colombia las mujeres pudieron expresarse en las urnas fue el 1 de diciembre de 1957. Fue el primer plebiscito que hubo en el país. Había sido convocado por la junta militar que reemplazó a la llamada dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla (presidente del 13 de junio de 1953  al 10 de mayo de 1957), y proponía 14 modificaciones a la Constitución vigente (la de 1886). En últimas, lo que buscaba poner punto final a la violencia partidista entre liberales y conservadores que cosechó cerca de 800 mil muertos por toda la geografía nacional.

Aquel plebiscito buscaba confrontar una de las causas del conflicto bipartidista, la falta de espacios de participación política. Por eso se pactó una repartición entre liberales y conservadores de los cargos públicos hasta 1974, alternando los periodos de la presidencia. Fue el nacimiento del Frente Nacional.

Adicionalmente se incluyeron reformas como cambiar los salarios de congresistas y diputados, hasta entonces se les pagaba por sesión, y en adelante se les daría un sueldo mensual, como sucede ahora.

Pero los hechos significativos del plebiscito del 57 es que se estrenaba la reforma sobre los derechos políticos a la mujer, que habían sido aprobados por el general Rojas en 1954.

En aquel momento Colombia tenía una población de 11.548.172 de personas, más de la mitad, 5.806.105, eran mujeres a las que históricamente se había relegado al hogar o atender a sus maridos y sus familias. Pero a tomar las grandes decisiones del país, solo desde entonces.  

En el plebiscito del 57 participaron 4.397.090 ciudadanos que se volcaron a las urnas en las elecciones más concurridas de la historia colombiana, hasta entonces. A favor votaron 4.169.294  y tan sólo 206.864 lo hicieron en contra. Cerca de 1,8 millones de mujeres votaron con entusiasmo.

Entre aquel primer plebiscito y el que se celebrará este domingo han pasado 59 años. Desde entonces las mujeres han ido reivindicando espacios protagónicos en la sociedad y en la política, y en el plebiscito para refrendar los acuerdos de paz con las FARC, su rol ha sido determinante, tanto en los promotores del Sí, como de los del No.

A partir del momento en que las mujeres conquistaron su derecho al voto, posteriormente han nido ganado otros derechos. La ley les ha permitido, entre otras, mayores posibilidades de tener cargos decisorios, tanto en el ejecutivo, como en la rama judicial y en la legislativa. Sin embargo, su participación aún es inferior frente al espacio que tienen los hombres en la política nacional. Por ejemplo, en el Congreso, apenas ocupan el 12% de las curules.

Pero en la campaña del plebiscito por la paz las mujeres han sido más activas. La Canciller María Ángela Holguín fue una de las plenipotenciarias del equipo negociador del gobierno en La Habana. Otras ministras Gina Parody o Clara López hicieron parte de la coordinación de la campaña por el Sí.

Al margen del gobierno, Aida Avella de la UP, Piedad Córdoba, excongresista que inscribió hasta cuatro comités promotores, o Claudia López, de la Alianza Verde, quien recorrió cerca de treinta municipios reclamando el voto por el sí. E Ingrid Betancourt ha tenido una voz fundamental al explicarle al mundo la importancia de los acuerdos.  

En la campaña del No, congresistas como María del Rosario Guerra, Paloma Valencia, o María Fernanda Cabal, pusieron polémica a la campaña con sus declaraciones, y también recorrieron el país exponiendo sus argumentos para oponerse al plebiscito.

A diferencia de hace 59 años, son más los hombres en condición de votar. De los 34.899.945 colombianos habilitados para las urnas, 16.852.624 serán mujeres.

El acuerdo firmado el pasado 26 de septiembre entre Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño, jefe de las FARC, contienen una “mención reiterada” de la palabra mujer, según la ministra de Trabajo Clara López, y podría significar también “la victoria sobre la violencia sistemática que se ejerce en la sociedad contra la mujer”.

Que las mujeres, como madres, hermanas, esposas, han sido las más victimizadas con el conflicto, las que más lágrimas han derramado, las que han enterrado a sus hijos. También podrían ser las más indicadas para pronunciarse en el plebiscito, por eso, en buena parte, la decisión que adopten los colombianos este domingo, pasará por ellas.