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Polémica por supuesto sabotaje informático en las elecciones del Congreso

Mientras el registrador Carlos Ariel Sánchez dice que sí hubo un ataque hacker desde equipos de la fuerza pública, el general Óscar Naranjo afirma que se "quiere enmascarar la debilidad del sistema" que se utilizó en los comicios del 14 de marzo del 2010.

24 de mayo de 2011

Un duro cruce de declaraciones entre el director de la Policía, general Óscar Naranjo, y el registrador nacional, Carlos Ariel Sánchez, tuvo lugar este martes.
 
El registrador pidió explicaciones por el hecho de que una investigación indicó que desde las direcciones IP (número que identifica la conexión y la ubicación de un computador) de la Policía y del DAS se consultó de manera inusitada la página web de las elecciones el 14 de marzo del 2010, durante las elecciones al Congreso.
 
“Nos preocupa que hace más de un año se está investigando… Normalmente esos ataques no se producen porque sí”, dijo el registrador en una entrevista con Caracol Radio al calificar el hecho como un ataque hacker.
 
“Lo que hubo, más que una consulta, fue una serie de hits, más de 95.000… Lo que dicen los informes es que la penetración en la web de manera inusitada comenzó un día antes”, dijo.
 
El regitrador aseguró que la plataforma estaba diseñada para resistir cierto número de ingresos a la página de la Registraduría, pero que un ataque multiplicó el número de entradas. “Eso da una suma exagerada, que solo cuando se hace como un ataque tecnológico es explicable. Eso en volumen no es factible. Que una sola IP haga esas consultas no es posible” aseguró.
 
El registrador indicó que el general Naranjo había reconocido que desde la Policía se hicieron esas consultas. No obstante, indicó que las investigaciones no han avanzado para determinar qué había detrás. Pero aclaró que se puede afirmar que desde esas IP se hicieron los ataques, pero no se puede afirmar quién fue.
 
En la misma emisora, el general Naranjo le replicó. Dijo que las afirmaciones del registrador le daban la razón, pues “el sistema que montó la Registraduría es un sistema totalmente débil e ineficiente para atender la demanda de consultas”.
 
Naranjo argumentó que los sistemas de información que certifican los niveles de consulta indican que hay páginas oficiales que reciben hasta 100.000 requerimientos por segundo.
 
“Lo que estamos confrontando es un sistema técnico que demostró esas deficiencias. Ahora no pueden enmascarar su debilidad e imputarles responsabilidad a instituciones como la nuestra, de manera perversa, diría yo”, aseguró Naranjo.
 
El general de la Policía también se preguntó “qué hay detrás” de las afirmaciones del registrador. Y sugirió que la respuesta estaba en el contrato que hizo con la empresa que prestó el servicio de transmisión de datos.
 
“Lejos de haber pretendido afectar el desarrollo de las elecciones, lo que hizo la Policía fue tratar de desplegar nuestra capacidad”, agregó Naranjo, quien afirmó que la Policía está dispuesta a ayudar con las investigaciones.
 
El origen del desencuentro
 
El rifirrafe surgió luego de que el diario El Espectador publicó el artículo titulado “Los hackers que atacaron la Registraduría”.
 
Ese artículo afirma que “lo que pocos saben es que la mayor parte de estos ataques surgió desde el Ministerio de Defensa, el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y, en especial, desde la Policía Nacional”.
 
Se refería a los hechos ocurridos en las elecciones al Congreso celebradas en marzo del 2010, cuando la plataforma de la Registraduría no resistió las solicitudes de consulta de los usuarios y estuvo caída durante varias horas. 
 
La caída de la página no permitió la transmisión oportuna de los datos preliminares de las elecciones, lo cual fue motivo de críticas para el registrador.
 
A esto se sumó el hecho de que los precandidatos Noemí Sanín y Andrés Felipe Arias, del Partido Conservador, presentaban un empate técnico, lo cual atizó los ánimos de distintos sectores políticos y los resultados se conocieron casi una semana después.
 
El artículo de El Espectador no solo ratifica la versión que los contratistas contemplaron en principio: que sí hubo un ataque de hackers, sino que señala que las IP de las cuales salieron los ataques son de la fuerza pública.
 
“La evidencia recolectada muestra claramente que el servicio de publicación de resultados el día 14 de marzo estuvo bajo ataque informático de magnitudes considerables más allá de previsiones razonables”, fue la conclusión del informe contratado por EPM-UNE Telecomunicaciones.