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RECLAMO

Policías y soldados retirados protestan contra Santos

Una simple manifestación se desbordó a las puertas de la casa de Nariño, uno de los lugares más blindados del centro de Bogotá. Uniformados retirados reclaman nivelación salarial, y claman por el fuero militar.

18 de abril de 2012

Caminaban desde el occidente de Bogotá. Se pusieron cita en el Ministerio de Defensa y tenían como destino la plaza de Bolívar. A su paso, custodiados por policías activos,  bloquearon el normal curso de las vías del TransMilenio. No había excesos pero hacían mucho ruido.

Eran veteranos de la fuerza pública. Varias decenas de policías y soldados pensionados de varios lugares del país clamaban por la nivelación de sus pensiones. Desde hace más de 20 años, dicen, sus mesadas están congeladas.

Hay una ley de 1992 que establece esa nivelación. Aún no se aplica. Por eso los manifestantes consideraron que sus reclamos no serían contra el Congreso.

Inexplicablemente burlaron los anillos de seguridad de la Policía y el Guardia Presidencial, y se colaron en estampida por la carrera octava y llegaron a las barbas del presidente Santos.

Fueron minutos de caos. Porque la seguridad interna del capitolio y la casa de Nariño reaccionó. Los gases lacrimógenos que lanzaron a los manifestantes no controlaron el desorden. Lo avivaron.

Los policías y soldados pensionados insistían en que es legítimo reclamar por sus derechos. Llevan más de un semestre asistiendo a debates en el Congreso y al parecer todo sigue igual. Hoy encontraron la oportunidad de hacerse oir, más cerca de la sede del gobierno.

Pero la manifestación también le cuestionaba otros asuntos a Santos. La seguridad jurídica a los militares. Los pensionados decían que "nuestros hijos están en guerra", y sin seguridad del Estado para combatir a las FARC.

Era un día propicio para hacerlo. El Congreso decide si la reforma al fuero militar es inmediata (si se mantiene a la reforma a la justicia), o si se demora un par de años (si se aprueba en otro proyecto). Policías y soldados cuestionan que el gobierno y el Congreso "están legislando para los paramilitares y los guerrilleros".

En medio de gases lacrimógenos y un esquema de seguridad que llegó tarde e intentaba controlar el desorden, la manifestación fue bajando de tono. La puerta de la plaza de armas de la casa de Nariño, que siempre está de par en par, fue cerrada de forma inmediata. Los manifestantes dieron marcha atrás y volvieron a concentrarse en la plaza de Bolívar.   

Sobre la revuelta, la Policía Metropolitana de Bogotá no tiene un reporte oficial. Sin embargo, asegura que la situación ya es de total tranquilidad y descarta que por el hecho se produzcan detenciones.