Home

Nación

Artículo

Al paredón con María Isabel

¿Por qué le da tan duro a Juan Manuel Santos?

Carlos Lleras de la Fuente le contesta esta pregunta a María Isabel Rueda

2 de febrero de 2006

M.I.R.: Lo noto muy oposicionista…

C. Ll. de la F.: No me gusta Álvaro Uribe. La reelección es fatal. Lo conocí cuando era gobernador de Antioquia, fui a visitarlo para estudiar del tema de las Convivir, cuando estaban planteadas como los celadores de los edificios, a los que, como no hay policías, uno les paga para que no se le metan los rateros al apartamento.

M.I.R.: ¿Son injustas las acusaciones que se le hacen al Presidente sobre su tolerancia con el tema paramilitar?

C. Ll. de la F.: Le dije a Álvaro Uribe en aquel momento que cuando él saliera de la gobernación, todo ese aparato iba a caer en manos de los paramilitares, y así sucedió. El simple hecho de que Uribe inició el proceso con ellos es indicativo de algún tipo de afinidad.

M.I.R.: ¿Usted no cree en la sinceridad de este proceso de desmonte del paramilitarismo?

C. Ll. de la F.: Uno nunca debe matar el tábano que pica al enemigo. El proceso había que iniciarlo era con la guerrilla. Pero Uribe resolvió hacerlo primero con gentes con las que tiene más afinidad por ser un derechista tremendo y miedoso como es él. Se sienta más fácil con 'don Berna' o con algún otro de esos hampones, que con 'Tirofijo'. Esas gentes, pienso yo, y no quiero ser calumnioso porque es una opinión soltada un poco al aire, le han cuidado las fincas en Urabá. Algún prominente antioqueño me decía que los antioqueños finqueros se dividen en dos grupos: los de Antioquia y los de Urabá. Y que los buenos son los de Antioquia. Al grupo de Urabá pertenecen el Presidente, un embajador que acaba de nombrar en Costa Rica que parece que es su vecino allá en Urabá, y el señor Carlos Náder, que es un hampón… Uribe está muy mal de amigos, pobre. Son malos consejeros, muy cercanos al paramilitarismo. De hecho, casi todos los paramilitares o los políticos paramilitarizados son uribistas. Salvo Vicente Blel, al que botaron de la lista liberal.

M.I.R.: ¿Se han perdido estos primeros cuatro años del gobierno de Uribe?

C. Ll. de la F.: Sí. Por buscar la reelección, Uribe ha descuidado el manejo del país. El es doctor Jekill y Mr. Hyde. Todos votaron por el doctor Jekill, menos yo, que no voté por Uribe.

M.I.R.: ¿Y por quién votó?

C. Ll. de la F.: Por Noemí, porque era su último acto político en ese nivel presidencial.

M.I.R.: Muchos creemos que el futuro de Noemí está intacto. ¿Usted no?

C. Ll. de la F.: No, desde que aceptó la embajada en España. Lo mismo que le pasó a Serpa. Es triste cómo se vende la gente por nada, simplemente para lucirse en una embajada. Eso es muy criticable.

M.I.R.: ¿Usted no le habría aceptado nunca un cargo a Uribe?

C. Ll. de la F.: Tal vez antes de la reelección. Inclusive me llamaron de la campaña porque yo tengo un libro de programas muy buenos que hice con la participación de 140 académicos y lo habría aplicado si hubiera sido Presidente, bella oportunidad que el país perdió por torpe. Uribe sacó sus 100 puntos de los cuales ha cumplido tres. Esa persona que parecía un sacristán pensionado, se sentaba en el borde de la silla, hablaba bajito y era como humildito y todos esos diminutivos pendejos que usa, se transformó en Mr. Hyde . La doctora Elsa Lucía Arango tenía como función prepararle unas goticas para que Mr. Hide pudiera volver a ser el doctor Jekill, pero llegó un día, después de que fracasó el referendo, en el que ya no le sirvió más el antídoto. Uribe se quedó como Mr. Hyde.

M.I.R.: ¿No es muy injusto pensar que el país está peor que hace cuatro años?

C. Ll. de la F.: Todas las esperanzas que se pusieron en Uribe están frustradas. No ha hecho nada de lo que tendría que haber hecho.

M.I.R.: ¿Es anti reeleccionista per se?

C. Ll. de la F.: Antonio Navarro y yo redactamos ese artículo en la Constitución del 91, porque las reelecciones lo que hacen es mantener en el poder unas roscas generalmente corruptas. Se forman en los primeros cuatro años y usufructúan en los otros cuatro. Tengo el temor de que en el segundo período se acaben de robar el país, porque ya se han robado la mitad.

M.I.R.: No creerá realmente que Uribe haya dejado instalar una rosca que se roba el país…

C. Ll. de la F.: Ha tolerado esas roscas. Y les ha dado embajadas, contratos y se ha hecho el loco con la corrupción enorme que hay en Colombia, porque necesita a los congresistas que caben casi todos en el ámbito de la prostitución y de los maromeros, y no quiero ofender a las prostitutas.

M.I.R.: Ni a los maromeros...¿Por quién va a votar para Congreso?

C. Ll. de la F.: Por la lista del Partido Liberal. Espero que no se vendan ante las primeras ofertas de Uribe por contratitos y todas esas cosas. Los partidos en Colombia, e incluyo el Conservador, más bien que mal, han hecho la república. ¿Pero será que dentro de 100 años hay un varguismo, o un santismo, o un uribismo?

M.I.R.: Hablemos del varguismo.¿ Qué opina de su sobrino, el senador Germán Vargas?

C. Ll. de la F.: Germán tiene muchas cosas positivas y muchas negativas. Es un hombre valeroso, ha afrontado durante cuatro años toda clase de desafíos. Se mete en temas por los que en Colombia lo matan a uno. Es un político nato, mucho mejor que su abuelo, porque mi papá no era malabarista y Gemán sí. En vísperas de las elecciones de 2002, asistí a la presentación de un libro suyo y el prócer del evento era Serpa, que estaba sentado al lado de mi mamá. Pobre mi mamá, qué aburrimiento. Espero que se le hubiera olvidado con el alzheimer. Y a los tres días, con un olfato político envidiable, dio un brinco y quedó de uribista. Eso es lo que yo le critico.

M.I.R.: ¿Y qué opina de Juan Manuel?

C. Ll. de la F.: Juan Manuel es una rata.

M.I.R.: ¿Por qué utiliza un término tan virulento?

C. Ll. de la F.: Él sabe por qué lo digo. Es un hombre desleal, falso a más no poder, mentiroso, intrigante, y de unas calidades personales lamentables.

M.I.R.: ¿No es muy dañino que así se califiquen entre representantes del establecimiento?

C. Ll. de la F.: Yo soy gente decente, lo mismo que Rafael Pardo, al que salió a calumniar. Él no, y eso hace toda la diferencia en el establecimiento. Es un problema de mala índole, que llamaban las señoras.

M.I.R.: Hablemos de su último libro, 'Cartas del exilio'. ¿Por qué el ex presidente López dice que es contra él?

C. Ll. de la F.: Sí hay unas cosas muy duras contra su padre, el doctor López Pumarejo, que las dejo para que las ubiquen los lectores.

M.I.R.: ¿Cómo son sus relaciones con los herederos del doctor Santos?

C. Ll. de la F.: Mi padre creó la casa editorial El Tiempo para proteger el patrimonio del doctor Santos. Hernando y Enrique fueron sus herederos políticos. Yo almorzaba con Hernando una vez al mes, y me decía: "Mi chinito, El Tiempo tiene que ser oficialista y gobiernista, porque si no, los gobiernos se caen." Ahora los hijos de ellos, los muchachos que ya no son tan muchachos, lo hacen a punta de balances y de pauta. A mis libros les tienen puesta una campana neumática.

M.I.R.: 'El Tiempo' viene librando batallas importantes y está haciendo muy buen periodismo…

C. Ll. de la F.: El simple hecho de que se declararen uribistas en contra del liberalismo oficial muestra hasta dónde se ha corrompido la política del periódico. Pachito Santos, que ha hecho una magnífica Vicepresidencia, se convirtió en el más importante de las dos ramas de la familia. Así como me choca Uribe reelegido, me gusta Pacho reelegido. Las ONG no saben qué hacer con él, con esa cara que pone de "yo no sé". Anda todo despelucado, no se peina… ¿quién va a ponerse a irrespetar a Pacho? Soy pachista, y que no se oiga como fachista, porque entonces creen que uno es uribista.

M.I.R.: ¿Lo de 'El Tiempo' con Uribe no fue más bien un acto de honestidad?

C. Ll. de la F.: No. La política es otra cosa. El doctor Eduardo Santos jamás habría permitido que el periódico dejara de ser liberal. Estaría luchando para que Gaviria hiciera una buena lista y en mediar para que Uribe regresara al partido, cosa que nunca quiso hacer, aconsejado por José Obdulio y otras gentes raras y malucas que lo rodean.

M.I.R.: ¿Cómo van a ser estos próximos cuatro años?

C. Ll. de la F.: Muy difíciles. No se va a llegar a nada con la guerrilla. Nunca planearon qué hacer una vez se reinsertaran 20.000 paramilitares armados que no saben sino matar y que son narcos todos. Con un tiempito más, los Rodríguez Orejuela habrían alcanzado a volverse paramilitares, y no estarían extraditados, sino en Ralito.

M.I.R.: Y si usted hubiera sido Presidente, ¿qué habría hecho?

C. Ll. de la F.: No habría hecho la paz con ellos. Habría comenzado con la guerrilla, mitad a bala y mitad con conversaciones. El orden público se va a empeorar porque los paramilitares van a ser reemplazados por bandas de delincuentes sin jefes y ya no podremos decir: ¡oiga, 'don Berna', por favor, controle a su gente! Y la guerrilla, que ha dicho que nunca va a hablar con Uribe, pues nunca va a hablar con Uribe. Y una economía que vive de factores extraños, como la plata de los narcos y de los que mandan dinero del exterior… que yo me pregunto si también será de los narcos en alta proporción, porque los colombianos nunca han sido particularmente amigos de la familia. Botan a los hijos por la ventana, los queman con las planchas… ¿qué se van a ir a trabajar a Europa a mandarles dinero?

M.I.R.: Y si no es Uribe, ¿quién?

C. Ll. de la F.: Pues habría surgido un candidato, desde luego, no Serpa. Lo único que justifica que Serpa insista en su candidatura es que cuando lo derrote Uribe, le de otra embajada. Y seguro que la acepta.

M.I.R.: Esta entrevista coincide con su cumpleaños…

C. Ll. de la F.: Sí, estoy cumpliendo 69 años, entrando en los 70, como diría mi niñera. Y a esta edad digo todo lo que quiero y ya no me angustio por nada. n