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Al paredón con María Isabel

¿Por qué decidió aceptar en su partido a Rocío y a Eleonora?

El senador Mario Uribe Escobar le contesta esta pregunta a María Isabel Rueda.

11 de septiembre de 2005

M.I.R.: ¿Es cierto que usted tomó la decisión de aceptar a las representantes Rocío Arias y Eleonora Pineda en su partido Colombia Democrática?

M.U.E.: Distingamos. Eleonora Pineda ya está adentro, aunque no se ha formalizado su ingreso, porque llegó como fórmula de Cámara en Córdoba del senador Miguel de la Espriella, y va a serlo nuevamente. Miguel la trajo, y nosotros la aceptamos.

M.I.R.: ¿El caso de Rocío Arias es diferente?

M.U.E.: Hasta hoy viernes, no he conversado con Rocío Arias. Tenemos pendiente esa conversación, que debió darse el miércoles o el jueves.

M.I.R.: Me parece raro. Rocío ya anunció que estaba aceptada en Colombia Democrática?

M.U.E.: No soy hombre de vetos. Y, a propósito: el Presidente abrió la posibilidad de una negociación política con las autodefensas; vinculó al Congreso con el proyecto desde hace más de dos años. Los congresistas nos expresamos expidiendo la ley. Producto de ella se desmontará el paramilitarismo, los cabecillas recibirán su condena y una pena alternativa, los demás serán amnistiados o indultados al amparo de la Ley 782. Ellos serán candidatos y muy seguramente elegidos al Congreso. La paradoja, si se veta a los congresistas que apoyaron el proceso, es que en marzo se quedarán sin curul, y los del proceso, adentro del Congreso.

M.I.R.: ¿No es raro que estas dos congresistas, con un proceso abierto con los paramilitares impulsado por el gobierno, aprobado por el Congreso, no encuentren toldo dónde hacerse? Por lo menos Rocío parece que no?

M.U.E.: No son objeto de acusaciones judiciales ni de investigaciones. Pero ocurre que en el curso de estas semanas, la situación de Colombia Democrática ha cambiado. Estamos en plan de fusionarnos con otros partidos y movimientos políticos, en procesos muy avanzados.

M.I.R.: ¿Con cuáles?

M.U.E.: Con Alas, por ejemplo. Y con otros partidos, movimientos y con algunos independientes.

M.I.R.: ¿Y con el partido de Germán Vargas o el de Juan Manuel Santos no hay fusión a la vista?

M.U.E.: No. Queremos seguir siendo la misma fuerza uribista que toda la vida ha acompañado al Presidente. La misma que no necesita pruebas adicionales para demostrar su fidelidad a un proyecto político y a un líder, nuestro único y verdadero jefe. Estamos hasta buscando agruparnos bajo un nombre ecléctico. Han propuesto que en adelante nos llamemos algo así como 'Alas Colombia Democrática'.

M.I.R.: Suena como nombre de aerolínea? Pero ¿quién va a ser la cabeza de esa fusión?

M.U.E.: Por el lado de allá, Álvaro Araújo, Leonor Serrano, el senador Ferro. Del lado de acá, Mario Uribe, William Vélez, Gonzalo Gutiérrez, Miguel de la Espriella, etc., etc. Tenemos contactos con Élmer Arenas, Jairo Clopatofsky y con Jimmy Chamorro, entre otros. Igualmente, estamos hablando con Colombia Viva. También ha aceptado acompañarnos Carlos Corsi.

M.I.R.: ¡Huy! No creo que Corsi deje entrar a las señoras?

M.U.E.: ¿Será? Pero ya usted me va entendiendo mejor la cosa. Yo no soy hoy el que toma las decisiones. Este partido ya es una amalgama de otros partidos y movimientos, y cualquier decisión, como el ingreso de nuevos miembros, tiene que ser analizada colectiva y democráticamente.

M.I.R.: Entonces, si alguien de esta nueva amalgama política se opone, ¿Rocío no entra?

M.U.E.: Todo depende de la actitud que asuma Rocío frente al partido producto de la fusión. Si insiste, analizaremos el asunto y decidiremos.

M.I.R.: ¿Cómo es la relación de ustedes con el grupo de Juan Manuel y con el de Germán?

M.U.E.: Excelente. Uno y otro nos invitaron en reiteradas ocasiones.

M.I.R.: ¿Y por qué se quedó aquí?

M.U.E.: Porque resolvimos mantener una opción diferente dentro del uribismo. Había que reservar un espacio para quienes no querían estar en uno u otro lado. Hay mucha gente que no le 'jala' a esa bipolarización entre Santos y Vargas. Ambos movimientos tienen un sabor caudillista. Ambos líderes tienen aspiraciones de candidatos o de presidentes. En Colombia Democrática queremos un partido más plano, más llano, con autoridad nacida de la democracia, decisiones colegiadas? Alguien tendrá que dirigirlo, naturalmente.

M.I.R.: Decisiones colegiadas como la que se necesita para admitir a Rocío Arias?.

M.U.E.: Para admitir nuevos miembros en general. Ya esas decisiones no se pueden radicar en cabeza de una sola persona.

M.I.R.: Óscar Iván Zuluaga está con Juan Manuel?

M.U.E.: Sí.

M.I.R.: Le gusta la tesis del politólogo Fernando Cepeda, de que si no hay reelección, el sucesor de Uribe debe ser Óscar Iván?

M.U.E.: No? el uribismo es mucho más. Hay que hacer la carrerita.Pero déjeme explicarme cómo concibo los movimientos de Santos y Vargas. El primero es de triple escala: Santos arriba, Óscar Iván y Luis Guillermo Vélez en el medio, y los demás abajo. El de Germán es de Germán y punto. No tiene escalas. El nuestro es horizontal. Completamente plano.

M.I.R.: ¿Cómo explica que el uribismo tenga tantas caras?

M.U.E.: El uribismo es uno solo, pero tiene muchos matices. Los movimientos de Santos y de Vargas se perciben con un sabor capitalino muy acentuado. El nuestro pretende tener un fuerte énfasis regional.

M.I.R.: Pero usted, Santos y Vargas picarán irremediablemente del mismo electorado?

M.U.E.: Tengo esta tesis: desgraciadamente, hoy la prensa mide la fortaleza de los partidos por el número de congresistas que puedan exhibir en sus listas. Los partidos no deben servir únicamente para la reelección mecánica de los congresistas. Los partidos tienen que abrir una gran oportunidad para que la gente de afuera pueda competir con ellos, para renovar la política y el Congreso. En este sentido es más importante el uribismo de la calle que el que hay dentro de las paredes del Congreso. Vamos a lanzarnos a buscar a esa gente y a ofrecerle oportunidades de participación.

M.I.R.: ¿No habrá entonces sino tres listas uribistas?

M.U.E.: Más las dos vertientes conservadoras, que son la de Luis Alfredo Ramos y la de Carlos Holguín. Es probable que otros partidos uribistas intenten conservar su personería jurídica, y seguramente van a fracasar. A quienes me han contado sus intenciones en ese sentido les he dicho que ojalá no les vaya a ocurrir lo del motociclista que, si se estrella contra un muro, paga con la cabeza y las piernas. En el caso de un congresista, si no pasa el umbral, paga con su curul.

M.I.R.: Usted produjo un revuelo político cuando propuso que si la reelección se caía, había que salir a votar de todas maneras por Uribe en contra del fallo de la Corte. Le llovieron rayos y centellas. ¿Se arrepiente? ¿Lo considera una metida de pata?

M.U.E.: María Isabel: yo hoy estoy obligado a ser prudente.

M.I.R.: ¿Por qué hoy sí y antes no?

M.U.E.: A mi casa en Semana Santa fueron unos amigos del gobierno y me dijeron: Los de la Corte nos van a fallar en contra. Y me contaron que estaban trabajando la tesis de votar por Álvaro, fuera como fuera. Esa conversación de miércoles santo se la comenté a un periodista, pero yo no pretendía en ningún momento desconocer ni las instituciones ni la decisión de la Corte. Fue muy criticada en su momento, y por la posición que asumió el gobierno, entre otras cosas, yo me abstuve de seguir impulsándola. Se me dijo de todo en contra. Y cientos, miles de ciudadanos me hicieron conocer su apoyo irrestricto a cualquier fórmula de esas. Mi conclusión es que alrededor del tema del fallo de la Corte fueron mucho más activos y tuvieron mucho más exposición a los medios los opositores de la reelección. Pero hay en el país un contingente enorme de personas que seguramente van a expresarse en caso de un fallo negativo. No se puede ignorar que este asunto tiene una carga política gigantesca que aparecerá en el momento oportuno.

M.I.R.: Hmmm?¿Y eso qué significa?

M.U.E.: Que el día en que salga un fallo adverso, yo no sé eso para dónde coja. Yo no quiero plantear ningún desafío. Pero la verdad es que la gente va a manifestarse. Por ejemplo, ya están hablando de caminos jurídicos como el del voto en blanco?

M.I.R.: Hablemos de eso. Hay gente muy respetable que está proponiéndolo. Por ejemplo, Germán Vargas y Jaime Castro, claro que cada uno por motivos distintos?

M.U.E.: A mi declaración, que pareció subversiva del orden institucional, la han sucedido otras fórmulas constitucionales y legales en caso de 'accidente' en la Corte. Una de ellas es el voto en blanco. Hoy no quiero impulsarla. Lo prudente es esperar el fallo de la Corte. Amanecerá y veremos.

M.I.R.: No lo noto con mucha disposición de quedarse de brazos cruzados si la reelección se cae?

M.U.E.: Confío en que la Corte va a fallar favorablemente. No hay razones de fondo para tumbar el acto, ni vicios de forma con la entidad, suficientes para enervarlo. No hay nada en el acto legislativo que tenga el carácter de un vicio con la aptitud de neutralizar la carga política favorable que acompaña a la reelección.

M.I.R.: Eso es lo que usted opina, pero otra cosa puede opinar la Corte, como lo opinó el Procurador? ¿Qué plan B tiene usted?

M.U.E.: Ninguno. Hay que esperar.

M.I.R.: Pero, entonces, ¿sí recoge la propuesta?

M.U.E.: Repito: amanecerá y veremos?

M.I.R.: ¿Le molesta que lo identifiquen como 'el primo del Presidente'?

M.U.E.: Ja, ja, ja?