¿Por qué dejaron en libertad a Yair Klein?

"La decisión de dejar en libertad a Yair  Klein fue una consecuencia directa de la resolución final del Tribunal de Estrasburgo, del 18 de octubre. En la Gran Sala, ese tribunal rechazó definitivamente la petición hecha en verano por la justicia rusa, de extraditar a Klein a Colombia", explicó una fuente cercana a los abogados moscovitas de Klein, quien este sábado llegó a Israel.
 
"La Gran Sala no aceptó la petición de la justicia rusa por razones procedimentales. En consecuencia de ello, siendo la Federación Rusa una nación firmante del tratado que fundó el Tribunal, Moscú quedó en la obligación de poner en libertad a Klein", agregó.

El Gobierno de Colombia, por su parte, advirtió que no se cruzará de brazos ante la puesta en libertad del mercenario israelí. "Venimos estudiando alternativas, es posible acudir a figuras como el exequátur (purga de la pena en el país de la detención) pero no nos vamos a quedar cruzados de brazos", señaló hoy el ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas Lleras.
 
Añadió que Colombia espera "ante la comunidad internacional, bien sea ante Rusia o Israel, poder solicitar que se apliquen figuras como éstas".
 
En días pasados, el propio presidente Juan Manuel Santos lamentó el "no" a la extradición de Klein y pidió buscar mecanismos para apelarlo. 
 
Al prohibir la "extradición de una persona que supuestamente cometió todo tipo de crímenes y que además sembró la semilla de buena parte de la violencia que sufrimos los colombianos durante tanto tiempo, me parece que es una contradicción de fondo", expresó en su momento el mandatario.

En la misma declaración, Santos resaltó que Klein "tiene que responder por la comisión de muchos delitos" en Colombia.
 
Para negar la extradición de Klein, el tribunal europeo se basó en el artículo tercero de la Convención Europea de Derechos Humanos, que prohíbe la extradición de un individuo a un país en donde correría el riesgo de ser sometido, a "torturas, penas o tratos inhumanos o degradantes".
 
Según los abogados de Klein, si este fuera extraditado a Colombia su vida podría correr peligro. La defensa del mercenario sustentó esta petición en una declaración realizada por el entonces vicepresidente Francisco Santos, quien afirmó que Klein "debería pudrirse en una cárcel colombiana".
 
Quienes han seguido de cerca el caso consideran que este pronunciamiento fue decisivo para que el alto tribunal aceptara que era evidente la falta de garantías del sistema carcelario del país (ver artículo: Se nos voló).
 
Yair Klein fue arrestado en Moscú en 2007 y está condenado en Colombia a diez años y ocho meses de cárcel por instrucción y conformación de grupos paramilitares, y concierto para delinquir en relación con crímenes de lesa humanidad.
 
En el expediente en su contra reposan pruebas que lo relacionan con el asesinato de líderes de la Unión Patriótica y otras que lo sindican de haber introducido al accionar criminal del país novedosas técnicas para cometer voladuras de aviones, manejar explosivos a control remoto, entre otros.