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Comunidad de Tibú denunció la emergencia ambiental en Pozo Azul. | Foto: Ecopetrol y Tibú Linda

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El ataque al oleoducto Caño Limón-Coveñas que desapareció las aguas cristalinas de Pozo Azul

Tras un ataque del ELN, uno de los pozos más cautivadores del país se convirtió en un estanque oscurecido por el derrame de petróleo. El daño ambiental borró a su paso el llamativo color del pozo ubicado en el municipio de Tibú.

19 de abril de 2019

La imagen es desgarradora. Del hermoso color aguamarina que embellece uno de los pozos más paradisíaco del país, no ha habido rastro durante esta semana. El atractivo del Pozo Azul, en Catatumbo, desapareció y en su lugar, agua turbia y aceitosa tiñió uno de los balnearios naturales más visitados en el municipio de Tibú.

El color oscuro que adquirió el lugar se debe al derramamiento de crudo por causa de un atentado el pasado 13 de abril contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas que afectó a más de 30.000 habitantes de la región. Como resultado del ataque, el derrame de petróleo corrió hasta llegar a Pozo Azul dejando a su paso una estela color marrón. 

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Aunque Pozo Azul también ha sido víctima de los estragos de la minería en el territorio, los lugareños no dudaron en catalogar la emergencia como una tragedia ambiental. El daño colateral del ataque, que habría sido ejecutado por el ELN, es tratado por más de 120 empleados de Ecopetrol que trabajan por controlar la emergencia.

De acuerdo con la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol), en lo que va del año, una de las principales infraestructuras petroleras del país, ha sido objetivo 10 ataques perpretados por grupos criminales. Ecopetrol explicó que como parte del plan de contingencia se protegió la bocatoma del acueducto del municipio de Tibú y solicitó a las comunidades de los alrededores abstenerse de usar aguas de las fuentes hídricas y de acercarse al lugar del incidente hasta tanto se recupere la normalidad.

El derrame de crudo también afectó a los ríosCaño Cinco y los ríos Tibucito y Tibú. Tanto la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), las autoridades de la región y la empresa petrolera, unen esfuerzos para avanzar en la limpieza de los afluentes. 

"Los seis puntos de control se encuentran distribuidos en Caño Cinco y los ríos Tibucito y Tibú, con 76 líneas de barreras que buscan contener la mancha de hidrocarburo. La empresa reinstaló los puntos de control alternativos Tibucito y Samanes con un total de 24 barreras, luego de que las fuertes lluvias de la noche del martes destruyeran los elementos de contención", explicó Ecopetrol