¿Está próximo a salir Alejandro Ordóñez?

Un rumor ha comenzado a crecer en el mundo político esta semana. En varios círculos de la derecha se da por descontado que este martes el Consejo de Estado anulará la reelección de Alejandro Ordóñez y lo apartará de la Procuraduría. Por fuera de esos círculos ese rumor no tiene peso. No porque no pueda suceder, sino porque su caso lleva más de dos años en los más profundos vericuetos jurídicos, en medio de recusaciones y acusaciones mutuas entre los magistrados.

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El caso de Alejandro Ordóñez efectivamente está programado para ser discutido el martes. Puede que este se quede nuevamente en el tintero pues la plenaria de ese alto tribunal deberá evacuar varios actos de trámite antes de entrar a debatir el fondo de la decisión. Por un lado, el mismo procurador pidió una aclaración y una adición en su proceso. Por el otro, los magistrados también tienen que resolver una recusación en contra de dos de sus colegas: Stella Conto y Alberto Yepes.

La demanda del procurador ha generado pugnas al interior del mismo Consejo de Estado. Las mayorías para dejar o sacar a Ordóñez cambian constantemente y la verdad es que el futuro del procurador todavía es incierto.

La historia del proceso comenzó en febrero del 2013, unos meses después de Ordóñez ganó su reelección en el Senado. La organización Dejusticia interpuso una demanda pues considera que el procurador uso el “yo te elijo, tú me eliges” para asegurar su continuidad en el cargo. Esa organización recopiló la lista de los familiares de magistrados de la Corte Suprema y de congresistas que habían sido contratados por Ordóñez para trabajar en el Ministerio Público. Los primeros lo ternaron y los segundos lo eligieron.

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El problema era que para ese momento las normas no prohibían expresamente esa práctica. Sin embargo, todo cambió después de una sentencia del mismo Consejo de Estado con la cual tumbaron a dos expresidentes de la corte: Francisco Ricaurte y Pedro Munar. Ambos habían pasado de la Corte Suprema de Justicia al Consejo Superior de la Judicatura, pero habían sido elegidos por los mismos magistrados que antes habían ayudado a nombrar. El Consejo de Estado consideró que eso no estaba bien.  

Los rumores de la salida de Ordóñez crecen en medio de un ambiente polarizado por el proceso de paz y de que varios sectores políticos se peleen su silla. Lo primero porque al ser procurador uno de los mayores críticos del proceso de paz en La Habana, quienes van por el No consideran que un fallo judicial en su contra respondería al interés de apartarlo del camino. Por otro lado, como su periodo termina en enero, la entidad se ha convertido en un botín por el cual se pelean todos los partidos.

En esa contienda se sabe que los conservadores le han exigido al presidente Santos mantener esa cuota y muchos creen que han vinculado su apoyo al plebiscito a ese compromiso. Por otra parte, hay dos grandes candidatos, considerados liberales, que podrían jugar un papel clave en esa contienda. Los dos más fuertes son el expresidente de la Corte Interamericana Humberto Sierra Porto y el exministro de Justicia Fernando Carrillo.

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El proceso de Ordoñez siempre ha encarnado enormes incertidumbres en el plano judicial, lo que sí se sabe es que su salida generaría un terremoto con connotaciones políticas y judiciales. Y a este punto, cualquier cosa puede suceder.