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La Procuraduría cree que el Ministerio debió ser más riguroso en la vigilancia a la ejecución del contrato de alimentación escolar. | Foto: Archivo particular

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Programa de alimentación escolar mete en líos a ex viceministro Luis Enrique García

La Procuraduría les abrió investigación a él y a dos de sus subalternos por probable falta de supervisión a un contrato de $12.800 millones para alimentar a los niños de Atlántico.

2 de junio de 2016

La Procuraduría abrió investigación al ex viceministro de Educación Preescolar Luis Enrique García por la falta de vigilancia de esa cartera a un contrato por casi 13.000 millones de pesos para suministrar alimentos a niños pobres de Atlántico. (Lea: Mujeres señaladas de cometer irregularidades en licitación de alimentación escolar)

La decisión también cobija a Martha Helena Herrera y Luz Karime Jaimes Bonilla, encargadas de la supervisión de ese tipo de contratos en el Ministerio. (También le puede interesar: Las zarinas de la alimentación escolar)

Desde finales del año pasado el país viene conociendo las crudas historias de niños de La Guajira, Cesar, Atlántico y otros departamentos de la región caribe de Colombia a los que no se les suministran en la debida forma las raciones de alimentación contempladas en planes gubernamentales

En parte, por la tarea del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), pero principalmente en virtud de las investigaciones de la Fiscalía, se descubrieron casos aberrantes en los que inescrupulosos contratistas se enriquecieron con dineros destinados a saciar el hambre de la niñez desvalida de esa región de Colombia.

Al parecer, uno de esos contratos irregulares fue el celebrado por el Ministerio y la Unión Temporal Alimentar 2015, que establecieron un convenio interadministrativo por más de 12.800 millones de pesos para ejecutar el programa de alimentación escolar en Atlántico.

La encargada de suministrar los refrigerios fue objeto de críticas y quejas debido a que los alimentos que les ofrecían a los menores no presentaban las mejores condiciones de salubridad, según lo indican quejas allegadas al organismo de control.

La Procuraduría cree que el Ministerio debió ser más riguroso en la vigilancia a la ejecución del contrato. Por eso, abrió investigación al viceministro García y a sus subalternas encargadas de supervisar las actuaciones de las firmas contratistas.

Al parecer, las acciones de los funcionarios fueron deficientes para evitar que los niños recibieran alimentos con problemas de conservación y en condiciones suficientes de calidad y manipulación.