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PROFESION: COLOMBIA

La polémica sobre los politólogos puso de presente el papel de dos analistas extrajeros que le han dedicado su vida a estudiar a Colombia.

9 de diciembre de 1991

LA SEMANA PASADA ESTUVO marcada por una polémica sobre los politólogos desencadenada por un editorial de El Tiempo publicado el lunes. En el curso de la semana, los columnistas Antonio Panesso y Robertp Posada tomaron partido, y el viernes, el diario capitalino se vio obligado a publicar un rosario de cartas de todos los colores, sabores y tenores que tomaban posición en uno u otro sentido frente al editorial. Una afirmación del politológo francés Pierre Ghilodes en el sentido de que los partidos tradicionales habían dejado de existir fue lo que lo convirtió en el blanco principal de los dardos de don Hernando Santos, el director del diario.
El centro de todo este episodio más que un politólogo era en realidad lo que podría llamarse más bien un colombianólogo Ghilodes es un profesor universitario que, por azares del destino, término dedicándole su vida y su carrera al estudio del acontecer político colombiano. Pero la polémica desatada la semana pasada, más que poner sobre el tapete la politología, lo que hizo fue destacar la participación de extranjeros en el análisis de los eventos políticos colombianos.
Ghilodes, sin embargo, no es el único extranjero que se ha metido hondo en la historia del país. Otro profesor europeo, el inglés Malcolm Deas (que no estaba incluido en el regaño del editorial) también ha hecho de Colombia el centro de su vida académica. Este par de profesores distraídos, el uno con acento gutural francés y el otro con flemático estilo inglés, son los enlaces de Colombia con la comunidad académica europea y se han convertido en politólogos de tanto peso que, sus opiniones ya merecen editoriales de El Tiempo.
Ser colombianólogos dentro de la vida académica europea puede ser algo tan exótico como un entomólogo especializado en algún raro insecto del Himalaya. Aparte de compartir esa especialidad tan curiosa, Deas y Ghilodes tienen otras cosas en común. Ambos llegaron a Colombia por primera vez a principios de la década de los años 60 ( Deas en 1962 y Ghilodes en 1964 ) y ambos se casaron con colombianas (Deas con una bogotana y Ghilodes con una chaparraluna). Y no han faltado, incluso, quienes con cierta sorna comentan que fue precisamente el propósito de entender mejor a sus mujeres, lo que condujo a estos académicos europeos a hacer de la