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“Pronto habrá resultados”

Cuando todo el mundo creía que el proceso de paz agonizaba el alto comisionado para la Paz, Camilo Gómez, dice que habrá acuerdos para disminuir la guerra.

11 de junio de 2001

El jueves pasado Camilo Gómez Alzate cumplió un año en el cargo de alto comisionado para la Paz. Y una vez más hace un acto de fe en el proceso de paz. Asegura que ya están cuajando los primeros acuerdos con las Farc, que por fin mostrarían resultados tangibles para la población agobiada de guerra: menos actos violentos, respeto por la población civil, fin de los secuestros y atentados a poblaciones. Parece un sueño difícil de creer porque ha sido tantas veces anunciado.

Reafirma que Castaño es un delincuente común y sin ideología con qué negociar. Y que la justicia nacional e internacional le van a cobrar a él y a sus financiadores su responsabilidad en la barbarie. También anuncia acuerdos cercanos con el ELN. Optimista y satisfecho de lo alcanzado en un año, conversó con SEMANA.

SEMANA: ¿Cuando el Presidente dijo en Noruega que durante su gobierno no se va a pactar la paz era un parte de derrota?

Camilo Gomez: Para nada. El optimismo nunca se ha perdido. La decisión de avanzar se mantendrá hasta el último minuto pero hay que ser realistas. Seguramente al terminar el gobierno tendremos las cosas muy avanzadas pero sabemos que esto es muy complicado.

SEMANA: El candidato Andrés Pastrana no ofreció avanzar en la paz sino hacerla.

C.G.: El Presidente ha hecho por la paz lo que nadie en el país ha hecho. Nadie lo puede poner en duda. Hacer la paz implica recorrer un trecho, subir escalón por escalón, sin saltarse ninguno, y eso es lo que hemos hecho. Hoy la paz en Colombia no tiene reversa.

SEMANA: Pero la opinión pública cree que el proceso se está acabando.

C.G.: El proceso hoy está vivo y tiene futuro. Como nunca en la historia del país estamos cerca de los primeros acuerdos.

SEMANA: ¿Qué acuerdos?

C.G.: Acuerdos sobre el primer punto de la agenda, acuerdos para la disminución del conflicto y firmar pronto el acuerdo humanitario.

SEMANA: Con relación al acuerdo humanitario el gobierno fijó una última posición: la salida de todos los soldados y policías y que el intercambio se hace por una sola vez. Las Farc no están de acuerdo con esto. ¿Cómo superar este escollo?

C.G.: La última propuesta del gobierno busca resolver de una vez por todas este tema porque nos preocupa cada uno de los soldados y policías que están allá. La idea es que salgan libres todos, no sólo unos.

SEMANA: ¿Cuál es la posición de las Farc frente a esta propuesta?

C.G.: Las Farc quieren ir más despacio, no entiendo esa posición ni la comparto. Ellos solo quieren hacer el acuerdo sobre los enfermos. Al gobierno le preocupan mucho los enfermos pero quiere la liberación de todos los soldados y policías. Si a las Farc les preocupan tanto las personas enfermas ya hubieran liberado al coronel Acosta.

SEMANA: ¿Va a haber, sí o no, acuerdo humanitario?

C.G.: Sí. El acuerdo humanitario se va a hacer. Hay plena voluntad del gobierno.

SEMANA: ¿En qué otros puntos de la agenda de negociación se ha avanzado?

C.G.: En el tema económico ya se discutió lo suficiente. Es hora de concretar los acuerdos en lo que tiene que ver con la pequeña, mediana y gran empresa para generar empleos, que irán amarrados a determinaciones sobre la disminución del conflicto.

SEMANA: ¿Qué tan comprometidas están las Farc en la disminución del conflicto?

C.G.: Está firmado en los acuerdos de Los Pozos, en la agenda común y en varios comunicados. Siempre las Farc se han comprometido a que en la medida en que haya negociación hay hechos de paz.

SEMANA: ¿Y esos hechos de paz cuáles son?

C.G.: Hemos insistido en la eliminación del uso de cilindros, la eliminación de las pescas milagrosas, en que no haya más atentados contra la infraestructura y en acabar con el secuestro y la extorsión. Las Farc deben entender que eso es lo que esperan el país y la comunidad internacional.

SEMANA: En el Acuerdo de Los Pozos hubo el compromiso de crear una comisión de notables para que le recomendara a la mesa qué hacer con la disminución del conflicto y el paramilitarismo. ¿Qué pasó con ésta?

C.G.: El gobierno está listo y en la mesa discutimos sus funciones y su composición. Estamos cumpliendo.

SEMANA: Pero Raúl Reyes piensa lo contrario.

C.G.: Esa apreciación es equivocada y se contradice con el trabajo de la propia mesa de negociación.

SEMANA: Para Marulanda todos estos acuerdos están sujetos al intercambio humanitario.

C.G.: Ese acuerdo humanitario no es el eje del proceso.

SEMANA: Sigue en el terreno de los anuncios y la opinión pública espera resultados.

C.G.: El país va a tener resultados más pronto de lo que se espera.

SEMANA: ¿Qué tanto puede afectar la negociación de paz la campaña electoral?

C.G.: Ante todo la paz es política de Estado. Espero que los candidatos actúen con responsabilidad y altruismo. No se puede jugar con la paz ni jugar a hacer la guerra.

SEMANA: ¿Que pasó con la discusión del cese al fuego?

C.G.: Llevamos más de cinco sesiones de discusión. Para todo el país este es uno de los ejes centrales del proceso pero la gente tiene que entender que el tema es delicado, entre otras cosas el cese al fuego no puede servir para un fortalecimiento militar de las Farc.

SEMANA: Tras dos semanas en Europa, ¿cuál es la visión de la comunidad internacional frente al proceso con las Farc?

C.G.: Europa no tolera la violación del Derecho Internacional Humanitario, ni el secuestro ni otras atrocidades. Apoya el proceso con las Farc, tiene confianza pero espera resultados. Hoy el proceso está acompañado por 10 países y esto significa una gran responsabilidad para el Estado y para la guerrilla.

SEMANA: Del Caguán vamos al sur de Bolívar. La impresión que existe es que el proceso de paz con el ELN está tan enredado como el de las Farc.

C.G.: Siempre hemos mantenido contactos con el comando central del ELN y buscamos las fórmulas para desempantanar la situación actual. Tengo fe en que llegaremos a un acuerdo pronto.

SEMANA: Pero a diferencia del Caguán, en el sur de Bolívar está Carlos Castaño.

C.G.: La presencia de las autodefensas no es tan poderosa como para torpedear un proceso de paz.

SEMANA: ¿Entonces por qué no se han podido despejar los dos municipios del sur del Bolívar para la zona de encuentro?

C.G.: El gobierno había fijado fecha para decretar la zona pero el ELN congeló las conversaciones. Castaño ha sido una interferencia pero la soberanía del Estado se ejerce y Castaño no la va a maltratar. Así mismo, el ELN tiene que jugársela mucho más para avanzar.

SEMANA: Hay una confrontación abierta entre usted y Carlos Castaño. ¿Por qué?

C.G.: Todos esos delincuentes siempre se enfrentan a quienes defendemos la institucionalidad y a los ciudadanos de bien.

SEMANA: ¿Eso significa que este gobierno nunca se va a sentar a negociar con Castaño?

C.G.: Vuelvo y lo repito. Con Castaño no hay ideología que discutir, y por tanto no hay posibilidad alguna de negociación política.

SEMANA: Castaño dijo que lo quería secuestrar para cantarle la tabla.

C.G.: La justicia colombiana e internacional es la que le va a cantar la tabla por la barbarie que a diario comete. No sólo a él sino también a quienes detrás de Castaño financian la muerte.

SEMANA: ¿Se siente frustrado después de un año de negociaciones sin resultados visibles?

C.G.: Para nada. Ha habido grandes dificultades, hemos estado a punto de acabar el proceso pero también ha habido logros importantes que han servido para consolidarlo. Para mí ha sido el trabajo más enriquecedor que he tenido.

SEMANA: Hay quienes dicen que hoy sus relaciones con los militares no son las mejores. ¿Eso es verdad?

C.G.: En un tema como el de la paz siempre hay opiniones que son diferentes. Pero he mantenido un buen nivel de comunicación y tenemos conversaciones muy sinceras y abiertas. No vivimos una luna de miel pero las relaciones son buenas.

SEMANA: ¿Es cierto que estará en una terna para reemplazar al Fiscal?

C.G.: Desde que empecé hay gente que le gustaría sacarme del puesto. Además mi pase es del Presidente.