¿Qué pasará con la candidatura presidencial de Alejandro Char tras denuncias de Aida Merlano?

Las comprometedoras fotografías de Aida Merlano con el precandidato presidencial Alejandro Char y sus acusaciones sobre la posible participación en la operación de financiación ilegal para la compra de votos tendrá diversos impactos, en distintos tiempos y escenarios.

Lo que más tomará tiempo en resolverse es el aspecto jurídico del proceso. Cualquier hipótesis sobre la responsabilidad penal de Char en ese ilícito por ahora es aventurada, pero la justicia tendrá que abordar el caso.

La definición del asunto jurídico podrá tomar tiempo, pero aún sin condena, el mero proceso va a enturbiar las aspiraciones presidenciales del barranquillero. Las meras denuncias de Merlano, quien se encuentra exiliada en Venezuela, publicadas por SEMANA, son explosivas.

El hecho de que Char haya aportado dinero en efectivo para la compra de votos, según la denunciante, pone al candidato a darle explicaciones a la justicia. De otra parte, está el tema político, que también tiene varias aristas.

¿Estará Equipo por Colombia en condiciones de pedirle a Char que aclare primero sus cuentas con la Justicia para que continúe en la coalición? No es muy probable que lo haga. Si Char continúa en la coalición, la sola acusación sobre su participación en la compra de votos impactará el prestigio de la alianza. Se debilitará.

La oposición de Char en la costa Atlántica, por cuenta de Gustavo Petro, tiene un plato exquisito servido en la mesa de su campaña. No es muy probable que Char se retire de la contienda, entre otras razones por la cantidad de votación que sus estructuras le aportan a la convergencia.

La coalición, con Char adentro, podría terminar muy golpeada en términos de opinión y votos.

El ganador en todo este río revuelto podría ser Gustavo Petro y su coalición, que no ha enfrentado crisis como sí les ha ocurrido al Centro Esperanza y ahora a Equipo por Colombia.

La corrupción, muy asociada a la compra del voto, es hoy uno de los temas más sensibles en la opinión. Es uno de los grandes temas de campaña. SEMANA supo que ya hay preocupación dentro de algunos de los aliados de Char, que no saben cómo manejar el tema.

La primera prueba de fuego para este tema en la coalición es la visita que todos los precandidatos de la alianza tienen previsto hacer este domingo 6 de febrero en Montería. Hasta ahora, todos han confirmado que irán a la cita, pero hay sospechas de que Char no.

La otra arista es la moral: el hecho de que Char, un hombre que tiene su familia, con esposa e hijos, que aspira a la Presidencia, tenga la aprobación en ese tipo de relaciones. Para algunos sectores de la sociedad, este tipo de relaciones no es ni lícito, ni moralmente aceptable. Y menos en un líder que aspira liderar los destinos del país.

En Colombia no hay muchos antecedentes de que un líder político haya perdido su carrera por un affaire, pero no es que no los haya habido. Inclusive permanecen en el clóset. Otros líderes públicos han podido salir airosos luego de probarse sus infidelidades, como el caso del expresidente Bill Clinton, con su amante en la Casa Blanca, Mónica Lewinsky.

También el actual primer ministro inglés, Boris Johnson, es un mujeriego empedernido. Los británicos ya admitieron que su jefe de gobierno se haya ido a vivir al número 10 de Downing Street, la casa donde viven los primeros ministros de Inglaterra, con su novia, Carrie Symonds, sin casarse y sin divorciarse de su esposa.

La percepción sobre estos temas cambia constantemente y está por ver si los electores imponen una sanción social o moral a Char, sin perjuicio de lo que ocurra desde el punto de vista penal.