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¿QUE SERA LO QUE TIENE EL 'NEGRO'?

Tras su paso del M-19 al turbayismo de Junior, Pedro Bonnet demuestra que para èl ninguna misiòn es imposible.

7 de marzo de 1994

EL 25 DE ENERO DE ESTE AÑO el gobernador de Cundinamarca, Manuel Guillermo Infante, era el jefe de la oposición contra la reducción del impuesto a la cerveza. La razón era obvia. Cundinamarca es uno de los departamentos que más dependen de ese impuesto como fuente de ingresos. En la conferencia de gobernadores, de la cual era presidente, Infante manifestó públicamente: "Vemos que la disminución del impuesto al consumo de cerveza sería caótico para los departamentos. Perderíamos entre 15 y 20.000 millones de pesos. Por eso nos oponemos a que haya una rebaja".
Una semana después, el primero de febrero, su espíritu de lucha había cambiado. En declaraciones públicas a los medios de comunicación, expresó: "Estamos haciendo en este momento una conciliación con las industrias de la cerveza", agregando que el problema del impuesto se podía resolver con la industria cervecera. Con esa afirmación el mariscal de campo había pasado a ser el negociador de la derrota.
¿Qué había pasado en esos seis días para que se entregaran las banderas antes de la batalla final? La respuesta, para todos los conocedores de las intimidades políticas nacionales, era concreta: el gobernador había sucumbido ante el hechizo del senador Pedro Bonnet.
Este nuevo capítulo vuelve a poner en el epicentro de la actualidad nacional a una de las personalidades más curiosas -y desconocidas- del mundo del alto poder. Pedro Bonnet es un hombre que tiene una pata firmemente colocada en el sector privado y la otra igualmente bien posicionada en el sector público. Desde hace 25 años es el hombre para todas las misiones imposibles del Grupo Santo Domingo. Y como el actor Peter Graves en la famosa serie de televisión de ese mismo nombre, después de escuchar las instrucciones en el casete que se autodestruye, pasa inmediatamente a la acción y siempre logra su objetivo.
Hace tres años el problema del Grupo Santo Domingo era el surgimiento del fenómeno Antonio Navarro. En forma inesperada, un ex jefe guerrillero estaba quedando de protagonista en la Constituyente, un escenario que normalmente habría sido reservado al establecimiento. En el momento del auge de su popularidad, Navarro se había mostrado desafiante. En una entrevista había manifestado: "El Grupo Santo Domingo y la cerveza son un monopolio, y los monopolios son un exceso que debe ser controlado". Con este estado de ánimo aspiraba a ser Presidente de la República y las encuestas, en ese momento, le daban posibilidades. Por todas estas razones, la situación requería del hombre de las misiones imposibles: 'el Negro' Bonnet.
Tan pronto terminó la Constituyente y se convocó a elecciones para el Congreso, la lista del M-19 trajo una gran sorpresa. La encabezaba Vera Grabe, símbolo de las luchas guerrilleras del pasado. Pero en el segundo renglón apareció el nombre de Pedro Bonnet, el hombre de confianza de Julio Mario Santo Domingo. Los conocedores del talento de Bonnet supieron inmediatamente lo que había sucedido. El Grupo había asimilado al M-19. La lista de Vera Grabe y Bonnet pasó a ser financiada por el conglomerado cervecero, se le abrieron las puertas de todos sus medios de comunicación, Navarro apareció volando solo en el jet privado de Bavaria y hasta ahí llegó ese problema. Hoy el M-19 está en vías de extinción y Antonio Navarro está suficientemente incorporado al sistema como para no asustar a nadie.
Superado el capítulo Navarro, el nuevo problema del Grupo Santo Domingo era el impuesto a la cerveza. Muchos departamentos viven de ese impuesto. El Grupo quería bajarlo. Los gobernadores se oponían. El jefe del movimiento de los gobernadores era Manuel Guillermo Infante, gobernador de Cundinamarca. Y el jefe político de Infante es Julio César Turbay Quintero, quien tiene la fuerza electoral más grande del departamento y una de las más altas del país a nivel de Senado.
La estrategia para neutralizar al M-19 se volvió a repetir. Al hacerse públicas las listas para el Senado hubo otra vez una gran sorpresa. Pedro Bonnet, el segundo renglón de Vera Grabe, había pasado a ser el segundo renglón de 'Junior' Turbay. Con la financiación y los medios del Grupo, esa lista aseguraba un segundo senador, algo considerado una hazaña en las próximas elecciones. Y de pasada quedaba solucionado el problema del impuesto. Tan pronto 'el Negro' Bonnet entró al movimiento, el gobernador de Cundinamarca pasó de la línea dura a la línea blanda.
Pero los dos casos anteriores no son sino las últimas dos misiones imposibles de una vida apasionante y llena de triunfos que arrancó en medio de grandes adversidades. Pedro Bonnet nació en Ciénaga, Magdalena, en una familia de escasos recursos económicos. Estudió en el Colegio Celedón de Santa Marta, por donde también pasó Jaime Bateman, con quien tuvo una estrecha amistad. Se graduó como abogado y comenzó a ejercer por cuenta propia hasta que un día se cruzó con el hombre que habría de cambiar su vida: Julio Mario Santo Domingo.
En 1968 Santo Domingo acababa de adquirir cerca del 10 por ciento de las acciones de Bavaria y quería hacerse al control de la empresa. Por esos días el presidente de la República, Carlos Lleras Restrepo, se había presentado en la televisión para denunciar a la administración de Bavaria en defensa de los pequeños accionistas. Lleras anunció que su esposa tenía 400 acciones y que él mismo iba ir a la asamblea para representarlas. Posteriormente acabó enviando a Fabio Lozano Simonelli como apoderado.
El Grupo Santo Domingo también estaba buscando un agitador para esa convención. Tenía que neutralizar una amenaza de Jorge Barco, entonces vicepresidente de Bavaria, quien representaba suficientes poderes de ventanilla como para convertirse en un obstáculo. El primer requisito era que no pudiera ser identificado con el Grupo Santo Domingo. Además tenía que ser inteligente, audaz y buen orador, pues era previsible que la reunión podía terminar en un despelote. Alvaro Cepeda Samudio, uno de los hombres de confianza de Santo Domingo en esa época, propuso un nombre. Se trataba de un joven abogado llamado Pedro Bonnet, quien había sido recomendado por Ramiro de la Espriella. Esa fue la primera misión imposible de 'el Negro'. Se batió como un león en la asamblea y, después de horas interminables de debate, el Grupo Santo Domingo logró hacerse al control de la más importante sociedad anónima del país.
Al día siguiente, Bonnet se había convertido en una revelación dentro del Grupo y poco tiempo después entraría en la nómina. Primero como gerente de la sociedad inmobiliaria de Bavaria y posteriormente como gerente de Malterias Unidas.
En 1969 participó en otro episodio clave de la vida nacional: el debate de 'Nacho' Vives contra Carlos Lleras Restrepo. Como compañero de oficina del entonces senador Vives Echeverría, Bonnet fue el principal estratega de ese debate que -por cuenta de unas acusaciones contra el ministro de Agricultura, Enrique Peñalosa y el gerente del IFI, Miguel Fadul- puso a temblar al país. La garganta la puso 'Nacho' Vives. Pero el contenido fue obra de Bonnet.
Un año después su nombre reaparecería en otro caso casi tan sonado como el de Fadul y Peñalosa: el carcelazo del capitán de la selección inglesa de fútbol, Bobby Moore. Considerado uno de los mejores futbolistas del mundo en ese momento, Moore vino con su equipo a Bogotá para prepararse para el Mundial de México 70. Sorprendentemente fue acusado de robarse una pulsera en una joyería del Hotel Tequendama. Pedro Bonnet fue nombrado apoderado del dueño de la joyería y logró meter a la cárcel al defensa Bobby Moore durante dos días. El episodio se convirtió en un verdadero escándalo mundial y en un incidente diplomático, puesto que se trataba del capitán del equipo campeón del mundo.
Estas son sólo algunas de las muchas anécdotas alrededor de la vida de Pedro Bonnet. Tal vez el único colombiano que está igual de bien parado con los ricos, con los políticos, con la guerrilla y con los militares. Esto último por cuenta de ser hermano del general Manuel José Bonnet Locarno, uno de los oficiales más destacados del Ejército en la actualidad.
A pesar de moverse por tantas aguas Bonnet es un hombre sin enemigos. Inteligente como pocos y agudo como una gillette, cuenta con un gran sentido del humor. Tiene elaborada una teoría de la vida según la cual el estatus más importante que puede tener un ser humano es el de camaján. Todos los que conocen a Pedro Bonnet están de acuerdo en una cosa: 'el Negro' es un gran camaján.