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Sigifredo López es el único sobreviviente de los 12 diputados del Valle secuestrados el 12 de abril de 2002. El ex senador Óscar Tulio Lizcano, de 55 años, fue secuestrado por las Farc el 5 de agosto de 2000. Los dos políticos están en la lista de canjeables

Intercambio Humanitario

¿Qué va a pasar con los secuestrados?

Los familiares están angustiados con la noticia de la muerte del comandante guerrillero. El gobierno podría endurecerse y hacer más lejana cualquier negociación.

1 de marzo de 2008

La noticia de la muerte de Raúl Reyes, que alegró a la mayor parte del país, cayó como un baldado de incertidumbre para quienes tienen a sus familiares secuestrados por las Farc.

Patricia Nieto, la esposa del ex diputado del Valle Sigifredo López, ya estaba bastante preocupada porque no ha recibido noticias desde el 28 de junio de 2007, cuando las Farc anunciaron que Sigifredo era el único sobreviviente de los 12 diputados secuestrados. El sábado, la noticia de la caída de Reyes acabó de conmocionarla, así como a sus dos hijos, Lucas y Sergio. "Nos preocupa mucho lo que pueda pasar, que esto pueda agudizar la crisis de los secuestrados. Se paraliza el horizonte, pero hay que seguir luchando. Lo que pedimos es que las partes se sienten a dialogar. Las vidas de los secuestrados tienen que prevalecer sobre cualquier interés", reclama Nieto.

La angustia es igual en la casa de la familia del ex congresista Óscar Lizcano. Su esposa Martha pide que "ojalá que estas muertes no vayan a repercutir contra las vidas de los secuestrados. Para nosotros esta ha sido una semana de choque, luego de conocer los horrores que los cuatro congresistas liberados narran sobre su secuestro. La angustia ha ido en aumento. Es mucho el desasosiego que produce una noticia como esta".

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que se ha convertido en gran protagonista del tema por su interés en la liberación de Íngrid Betancourt, emitió de inmediato un comunicado en el que llama a las partes a "hacer prevalecer las consideraciones humanitarias, consolidar la dinámica en curso y a facilitar los esfuerzos para la liberación de los rehenes en Colombia". Según un portavoz del Comité de Apoyo a Íngrid Betancourt, citado por la agencia AP, Sarkozy habló hoy por teléfono con un allegado de la familia Betancourt y le trasladó su intención de llamar al presidente venezolano, Hugo Chávez, para que se asegure con las Farc de que no les va a pasar nada a los rehenes, tras la muerte de Reyes.

Más allá de las declaraciones sentidas de los familiares de las víctimas, hay varios puntos por analizar sobre lo que puede ser la reacción de las Farc.

Hasta ahora, cuando se han dado las muertes de otros cuadros importantes de la guerrilla, no se han producido retaliaciones de este tipo. En los últimos seis meses, han sido abatidos 'J. J.', una ficha clave en la zona pacífica y Nariño; el 'Negro Acacio', gran recaudador de finanzas para las Farc, y 'Martín Caballero', comandante en la zona caribe, y no se tiene noticia de que tras sus muertes se hayan ensañado con los secuestrados. Las Farc funcionan más con la mentalidad de un ejército que con la de una mafia y por eso la caída de uno de la cúpula se asume como un revés de la guerra.

Tras el gesto unilateral de las Farc de liberar a seis secuestrados es evidente que venía otra etapa para los que quedan en cautiverio. Las Farc, en el último comunicado, aseguran que no harán más liberaciones unilaterales. Los presidentes Chávez y Sarkozy le han enviado esta semana sendos mensajes a la guerrilla, pero es difícil determinar qué se está moviendo entre unos y otros.

Lo que sí es cierto, después del golpe a Reyes, es que el gobierno del presidente Uribe va a endurecer su posición de no al despeje. Ya el ministro Juan Manuel Santos dijo el miércoles que la liberación de los secuestrados demostraba que "no es necesario despejar ninguna zona para conseguir su regreso a la libertad".

Si hasta el viernes el gobierno estaba convencido de que podía arrinconar a las Farc, ahora sí parece más difícil que dé n paso atrás y otorgue el despeje que es visto como oxígeno político para las Farc.

A no ser que la súplica de Luis Eladio Pérez, uno de los recién liberados, toque el corazón de la Casa de Nariño. Pérez le pedía a Uribe despejar Pradera y Florida, porque esa, dijo, sería la gran demostración de que la política de Seguridad Democrática funciona de verdad.