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¿ QUE VIENE AHORA ?

El narcotráfico en el mundo crecerá aún más, pero es difícil imaginar que vuelva el narcoterrorismo a Colombia.

3 de enero de 1994

PABLO ESCOBAR HA MUERto, pero es posible que las consecuencias de ello en el narcotráfico mundial no sean las de una reducción de los negocios, sino por el contrario, las de un aumento. La verdad es que hacía muchísimo tiempo que él no exportaba droga, pues había montado una organización tan poderosa, que más que embarcar cocaína se había dedicado a cobrarle a los demás narcotráficantes de su área de influencia en Antioquia y otras regiones, un porcentaje del valor de cada cargamento. " Se trataba -según le explicó a SEMANA hace algún tiempo un oficial antinarcóticos- de un sistema que le permitía cobrar esas sumas a cambio de abrir las rutas y redes de distribución a los otros narcotraficantes, así como cobrar una especie de impuesto de guerra, al que creía tener derecho por ser la cabeza de la lucha contra la extradición y el Estado ".
De modo que al morir Escobar y al ser aniquilada su red narcoterrorista, no sólo no se acaba una fuente de exportación de droga, sino que quienes le sobreviven podrán ahora enviar sus embarques con mayor libertad y sin tenerle que pagar a Escobar ni alquiler de rutas y redes, ni impuesto de guerra.
Por otra parte, sus archienemigos del cartel de Cali ya no tendrán que gastar sus energías en protegerse de él, con lo cual continuarán acrecentando las dimensiones del negocio, que hoy ya controlan ampliamente en virtud básicamente de tres decisiones: no involucrarse directamente en política, no enfrentar con terrorismo a las autoridades colombianas y adueñarse del mercado de distribución en Estados Unidos para obtener así dominio de la parte del negocio que mayor rentabilidad produce, la venta al detal. Escobar hizo todo lo contrario: se involucró personalmente en política, desató primero el terrorismo selectivo y luego el indiscriminado, y nunca logró adueñarse de las redes de distribución minorista en los países consumidores.
Hay algo en lo que los jefes del cartel caleño sí están imitando a Escobar. Se trata de su decisión de dejar de exportar y en vez de ello. alquilar sus rutas y redes.
"Por esa razón -le han dicho funcionarios de la DEA a las autoridades colombianas- es que los más tradicionales jefes del cartel de Cali se quieren someter a la justicia. Eso les garantiza resolver sus problemas judiciales mientras siguen acumulando sus grandes capitales sin mover un solo dedo y permitiendo simplemente que la maquinaria de distribución que controlan, opere".
Todo esto explica que la DEA y otras entidades internacionales estén redimensionando sus proyecciones sobre cifras del negocio de la cocaína en el mundo para 1993 (ver cuadro) . Ya no se habla de las 250 toneladas de fines de los años 80. Ahora se asegura que la producción mundial puede estar cerca de las 1.100 toneladas, con un 36 por ciento de incautaciones, que los minoristas reponen casi en su totalidad con las sustancias que rinden la droga antes de que llegue al consumidor. Ese aumento de la producción ha llevado los precios a la baja, de tal modo que hay temporadas en que gracias a grandes cargamentos que llegan a su destino, hay ciudades estadounidenses en las cuales es posible conseguir un gramo de cocaína de 60 por ciento o 70 por ciento de pureza, por la módica suma de 25 dólares, unas seis u ocho veces más barata que hace cinco años. Y esta tendencia seguirá su curso inevitable, por más países que se sacrifiquen como Colombia, y por más Escobares que sean abatidos por las autoridades.
Ese es el lado desalentador del asunto. Pero hay uno en cambio significativamente positivo: gracias al final sangriento que tuvieron Pablo Escobar y decenas de sus hombres, es difícil pensar que algún otro capo decida recorrer el mismo camino de penetración directa en la política e intimidacion por medio de acciones terroristas generalizadas. Pero una cosa es que se acabe el terrorismo y otra que termine la violencia, que seguirá acompañando éste y todos los negocios ilícitos, como lo ha hecho históricamente