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Tania Vega lleva 40 años casada con el coronel Alfonso Plazas y ha vivido momentos de sufrimiento intenso a su lado. Sin embargo, cree en su inocencia y no duda en defenderlo a capa y espada.

ENTREVISTA

"Quiero ser yo la que les cuente a mis nietos"

Tania Vega, esposa del coronel Alfonso Plazas, condenado a 30 años de cárcel, publicó un libro y dice que el expresidente Betancur también tendría que responder.

9 de abril de 2011

El 12 de junio de 2010 se produjo en Colombia el primer fallo de la justicia ordinaria contra un oficial del Ejército por los hechos del Palacio de Justicia. Una juez condenó a 30 años de cárcel al coronel Alfonso Plazas, pues consideró que él había estado a cargo de la operación de rescate del Palacio que produjo la desaparición de 11 civiles. La esposa del coronel, Tania Vega, hija del entonces ministro de Defensa Miguel Vega Uribe, publicó un libro sobre cómo vivieron el juicio. Dice que si no estuviera convencida de su inocencia no estaría dispuesta a defenderlo hasta el último día de su vida. El caso está en apelación.

SEMANA: ¿Por qué escribió este libro?

TANIA VEGA:
Yo ya había hecho las paces con la condena de mi esposo y no quería reabrir heridas. Pero un día el editor me preguntó: ¿y quién les va a contar la historia a sus nietos? Con eso me estremecí. Mis nietos son muy pequeños, cuando tengan 20 años, yo puedo estar muerta y no voy a tener la oportunidad de relatarles lo que nos ha tocado vivir.

SEMANA: El libro muestra a una mujer tremendamente enamorada, ¿desde cuándo se conocieron?

T.V.: Vamos a cumplir 40 años de casados. Me casé con él a los 18. Hemos tenido una relación hermosa a pesar de que somos de temperamentos diferentes. Mi marido es mucho más explosivo, mucho más primario, aunque ya ha dejado de serlo. El sufrimiento pule.

SEMANA: ¿Cuarenta años de casados pueden hacerla perder la objetividad?

T.V.: Mi marido no es perfecto, pero si yo pensara que no es inocente no estaría empeñada en defenderlo hasta el último día de mi vida. Sé que jamás cometería un acto tan cruel como desaparecer a unas personas.

SEMANA: Usted relata episodios muy duros, como la muerte del papá del coronel. ¿La juez no le dio permiso a él para visitar a su padre?

T.V.: Ella le niega una primera solicitud en noviembre. En marzo, mi suegro recae y nuevamente se presenta la solicitud y la señora se demora dos o tres días en responder. Cuando por fin llega el permiso, mi cuñado llega y le dice: "Alfonso, vengo a darle un abrazo, mi papá se murió a las 3:15 de la tarde".

SEMANA: Desde ahí su esposo comenzó a tener problemas emocionales. ¿Qué tan grave estuvo?

T.V.: Los problemas emocionales van minando y afectando. A veces me culpo, yo creo que me demoré en insistir en que mi marido tuviera una ayuda psicológica. La pena moral lo puede matar a uno. No hay nada que duela más en la vida que la injusticia.

SEMANA: ¿Cuánto tiempo duró así?

T.V.: Once meses con sedantes, con ansiolíticos, con psicoterapia. Él no podía pensar sino en el proceso. Lo afectó en la parte gástrica, empezó a vomitar hasta que se deshidrataba. Toda la vida ha hecho ejercicio, pero no pudo volver a hacerlo. También era un lector impresionante, pero no pudo volver a leer un solo libro, solo leía su proceso. Eso le hizo muchísimo daño.

SEMANA: ¿Cómo está ahora?

T.V.: No ha recuperado el hábito de la lectura. Yo intento que lea. Casi lo obligué a que leyera un libro de Mandela, para que viera que esas experiencias se pueden soportar. En este momento está sin droga psiquiátrica. A veces me angustio. Pero siento que, a diferencia de antes, recuperó el control.

SEMANA: A él lo condenan como autor mediato. Es decir, por ser el comandante de la operación. Registros periodísticos dicen que en el fallo se cita al ministro de Defensa de entonces, Miguel Vega Uribe, al presidente Belisario Betancur y a Iván Ramírez diciendo que el que comandaba la operación era Plazas Vega.

T.V.: No. En el expediente está claro cuál era el organigrama. Está primero el presidente Belisario Betancur, después el ministro Vega Uribe, luego el comandante del Ejército general Rafael Samudio y el comandante de la Brigada 13, general Arias Cabrales, que es el comandante de la operación. El comandante del Ejército jamás se comunicó con mi marido, y debajo del general Arias Cabrales, hay siete tenientes coroneles. Mi marido ni siquiera era coronel, era teniente coronel.

SEMANA: Usted cita a un jurista alemán, experto en derecho penal, que dice que el presidente Belisario Betancur tiene que responder. ¿Está de acuerdo con él?

T.V.:  Claro, porque tendría que ser una organización que decidió delinquir. Entonces, ¿quién manejaba esa organización?

SEMANA: A no ser que la fiscal del caso hubiera demostrado que el coronel Plazas se excedió...

 T.V: Sí, pero no hay una sola prueba. ¿Cuál es la prueba para acusar al coronel Plazas y decir que él cogió 11 personas, las llevó a la Escuela de Caballería, las mató y las desapareció?

SEMANA: Esa es la teoría del actor mediato, que no fue él directamente sino que lo pudieron hacer otros y él era el dirigente de la operación...

T.V.: Es que él no era dirigente de la operación de rescate. Y no existe testigo. En el fallo se menciona un testimonio del cabo Édgar Villamizar. Yo quisiera que algún medio periodístico localizara a esa persona, nosotros no la conocemos, no la conoce la juez, no la ha visto en carne y hueso. El testigo es una hoja cualquiera manuscrita.

SEMANA: ¿Usted cree que esos desaparecidos no están desaparecidos?

T.V.: Lo que yo digo es que no está confirmado que estén desaparecidos, sobre todo con tantos cadáveres sin identificar. Y si hay un desaparecido, estoy absolutamente segura de que no fue el coronel Plazas el que lo desapareció.

SEMANA: ¿Cree que se trata de un complot?

T.V.: A mi esposo lo vinculan cuando sale de la Dirección Nacional de Estupefacientes. Hasta ese momento solo era el señor del casco con la frase "hay que salvar la democracia, maestro". Cuando era director de la DNE y se había convertido en la piedra en el zapato para el narcotráfico, el senador Cáceres le hizo un debate en el Congreso, le hicieron 52 acusaciones por supuestos malos manejos y todas se cerraron por falta de pruebas. Y unos meses después, el fiscal Mario Iguarán abre nueva investigación sobre los hechos del Palacio de Justicia, que habían ocurrido 23 años antes, y vinculan al coronel Plazas. Yo no me lo estoy inventando, mi marido es inocente.

SEMANA: Usted describe una escena en la que ve a Gustavo Petro en campaña presidencial…

T.V.: No es con odio. A mí me lo han dicho muchas personas: "Es que no es justo que los terroristas estén mandando".

SEMANA: Pero Petro no participó en la toma

T.V.:
Pero era parte del grupo terrorista. Yo por él no puedo sentir afecto. Si no rayaría en la santidad. A mí me dolía cuando ese señor allá en el Congreso decía que "los incendiarios" del Palacio de Justicia irán a la cárcel. ¿Pero quiénes fueron los incendiarios?

SEMANA: ¿El presidente Belisario Betancur alguna vez ha hablado con ustedes?

T.V.: El día que dictaron la orden de captura contra mi marido yo averigüé dónde vivía él y le dejé una nota porque yo sé que él también sabe que el coronel Plazas no ha cometido ese delito. No recibí respuesta, ni siquiera una llamada. Parece que él no hubiera participando en esa decisión de tomar el Palacio.

SEMANA: Y ahora viene la apelación.

T.V.: Estamos pendientes de la segunda instancia. Sinceramente no sé qué pensar. Tiene que aparecer un juez probo de los muchos que hay en Colombia. No sé si a mi marido le van a confirmar la condena.