"Quiero ir hasta el final"

SEMANA: Usted era el jefe del Partido Conservador hace cuatro años cuando el Congreso aprobó la primera reelección del presidente Uribe. ¿Cómo ve ese apoyo en perspectiva?

CARLOS HOLGUÍN: Al partido le sirvió aprobarla, porque de lo contrario se habría liquidado. La reelección es buena porque permite que la gente vote por hechos y que premie o castigue al gobernante, dándole o quitándole el voto. Se criticó que estábamos perdiendo identidad, pero no es cierto. Acompañar la reelección nos permitió convertirnos en la fuerza que decide y accedimos a un poder significativo no sólo en términos burocráticos, sino también programáticos.

SEMANA: Y ahora, como candidato, ¿cómo ve la posibilidad de una segunda reelección?

C.H.: La figura de la reelección es democrática y decir que se está reformando la Constitución para favorecer al Presidente no es cierto: también se está abriendo la posibilidad de que no sea reelegido. Que él tome ese riesgo es una decisión personal.

SEMANA: Pero usted intuye que el presidente Uribe no se lanza...

C.H.: Tengo la impresión, no obstante todos los afanes en el Congreso para sacar el referendo, de que si el Presidente ve que sus políticas tienen la opción de continuar, no se lanza.

SEMANA: ¿Estaría de acuerdo con hacer una consulta interpartidista para escoger un candidato del uribismo en caso en que el Presidente no se lance?

C.H.: Hay que llegar a la consulta interpartidista, pero en marzo de 2010. Cuando se vote el referendo en diciembre o en enero, el candidato conservador ya habrá ganado la consulta interna de septiembre ¿Cómo imponerle un candidato de coalición? El candidato del uribismo podría ser el del partido que obtenga más curules en las elecciones parlamentarias.

SEMANA: Siendo uribista reeleccionista, ¿no es como difícil hacer campaña por usted?

C.H.: Ha sido difícil. He tenido reservas respecto al hecho de que el partido busca candidato propio mientras que sus parlamentarios apoyan la reelección. Me parece complicada la dinámica que tendrá la campaña entre la consulta conservadora de septiembre y la votación del referendo, que será en diciembre o en enero. ¿Qué se pone a hacer en esos meses el candidato conservador? Si apoya el referendo, vulnera su propia candidatura. Y si no lo apoya, se margina. No en vano los parlamentarios conservadores no dejarán que sus colegas de La U sean los únicos en defender el referendo.

SEMANA: Si Uribe se lanza ¿usted sigue hasta el final?

C.H.: Parto de la base de que Uribe no se va a lanzar. Independientemente de eso, quiero ir hasta el final.

SEMANA: ¿A qué se refiere su lema 'De la seguridad democrática a la prosperidad'?

C.H.: Durante la primera década de este siglo los colombianos nos dedicamos a buscar la seguridad, sin ceder en ello. Ahora hay que mejorar las condiciones de la clase media, ampliar las posibilidades de educación superior y elaborar una política de vivienda para renovar los centros urbanos. Además, estimular el emprendimiento en los estratos 1 y 2 apoyando iniciativas como Familias en acción, intensificando los microcréditos y la capacitación del trabajo.

SEMANA: ¿Cuáles son sus bases políticas?

C.H.: La mayor parte de la Cámara está con Andrés Felipe Arias y la mayor parte de Senado no está con él. Quienes no lo acompañan en la Cámara están conmigo. Estoy apelando directamente a los ciudadanos, más que a los parlamentarios, y me siento seguro ahí. Parte de la base conservadora es mi creación porque durante siete años como director del partido me dediqué a democratizarlo.

SEMANA: ¿Los falsos positivos y las 'chuzadas' del DAS no lo hacen pensar que el Estado colombiano se está desviando del uso legítimo de la fuerza?

C.H.: Yo no iría tan lejos. No obstante, creo que los falsos positivos son más graves que cualquier otra cosa que le haya podido pasar a este país. Se necesita una labor sancionatoria y de recuperación muy a fondo.

SEMANA: Se dice que las dádivas burocráticas a los conservadores han sido fundamentales para el trámite del referendo reeleccionista en el Congreso...

C.H.: No. En la junta de parlamentarios del Partido Conservador se toman las decisiones. Lo malo de Yidis y Teodolindo fue que después de estar en la junta de parlamentarios y aceptar la defensa a la reelección, hicieran un arreglo con otros colegas para oponerse a ella. Eso fue lo crítico y lo criticable. En esta ocasión, salvo el senador Ómar Yepes, todos han acatado la posición del partido.