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Raponazo en la Dian

Lo que faltaba: 30 personas iban a robarse 61.000 millones de pesos de impuestos de los colombianos. Alcanzaron a embolsillarse 6.000 millones.

30 de septiembre de 2002

El pasado 6 de marzo llegó un anónimo dirigido a la Policía fiscal aduanera. La carta, escrita a mano y firmada con el seudónimo de 'Apolo', ponía en conocimiento de las autoridades un fraude continuado que venía cometiéndose en la Dian, mediante el cual se habían sustraído de las arcas de la entidad cerca de 6.000 millones de pesos. Otros 31.000 millones estaban a punto de esfumarse y había planes para extraer otros 60.000 millones de pesos.

El mecanismo utilizado para hacerse a estos dineros era el de las devoluciones. En ocasiones ocurre que los contribuyentes quedan con un saldo a favor en las declaraciones de impuestos. Normalmente, después de surtir unos trámites, el contribuyente que se encuentra en esta situación puede solicitar la devolución de ese dinero.

La Policía fiscal investiga a 20 funcionarios de la administración especial de personas jurídicas de la Dian, en la que se tramitan estas devoluciones. Según las pesquisas estas personas le habrían dado el visto bueno a varias devoluciones solicitadas por empresas inexistentes o inactivas. En otros casos se trataba de compañías reales y activas pero que soportaban sus solicitudes con documentos falsos.

El primer caso detectado fue el de una empresa en concordato que solicitó una devolución por la suma de 1.757 millones de pesos, amparada en una póliza expedida por la Compañía Agrícola de Seguros. Al verificar el expediente en un control interno de la Dian los investigadores llamaron a la aseguradora y de ésta les dijeron que nunca había expedido esa póliza. En otras palabras, resultó falsa. En seguida revisaron los demás documentos y datos que soportaban la solicitud de devolución y también resultaron falsos. Esto les dio pie a los investigadores para seguir cruzando información con la aseguradora y otras entidades, como la Cámara de Comercio y la Superintendencia de Sociedades, y encontraron una serie de irregularidades que los dejaron sorprendidos.

Hasta el momento han detectado saldos a favor en el impuesto sobre la renta, reclamados fraudulentamente, por cerca de 6.000 millones de pesos, que se hicieron efectivos a través de Títulos de Devolución de Impuestos Nacionales (Tidis). Esos 6.000 millones de pesos, que alcanzaron a llevarse de las arcas de la Nación, correspondían a ocho sociedades y ya están siendo investigados representantes legales, revisores fiscales, contadores y todos aquellos funcionarios oficiales que tenían la obligación de verificar la autenticidad de estas devoluciones.

De las 30 personas investigadas hasta ahora dos huyeron de la justicia y las demás han sido indagadas por la Policía fiscal y por la subdirección de inteligencia.

Según la investigación, quienes participaban en estas maniobras buscaban en las bases de datos empresas que se hubieran acogido a la ley 550, o sea aquellas que están al borde de la quiebra, y que presentaban saldos a su favor con la Dian. En ocasiones utilizaban los nombres de las empresas sin consentimiento de sus directivos para tramitar la devolución. En otras llamaban a los gerentes de las compañías y les informaban que disponían de ese saldo y les ofrecían agilizar la devolución a cambio de una comisión que oscilaba entre 30 millones y 40 millones de pesos.

Como consecuencia de esta cadena de irregularidades se ordenó un control más estricto en el proceso de devoluciones que maneja la administración especial de las personas jurídicas. En esta dependencia de la Dian se maneja el recaudo de 72.000 sociedades de sólo Bogotá, como cooperativas, sociedades unipersonales, anónimas, en comandita o de régimen especial. Por eso la gravedad de las irregularidades que se han encontrado en lo que va corrido de 2002.

Según el administrador Néstor Díaz Saavedra, quien adelanta la investigación dentro de la entidad, no resultaría extraño que esta red viniera saqueando las arcas del Estado desde años anteriores con maniobras fraudulentas, según él, casi perfectas.

"Eso fue un montaje, casi perfecto, de unos irresponsables con la sociedad colombiana. La Fiscalía tendrá que investigar la organización por fuera y nosotros vamos a denunciar a todos los que estén implicados dentro de la Dian", afirmó Díaz Saavedra.

Lo cierto es que existen deficiencias en la fiscalización y control de los recaudos de la Dian. Y lo más grave es que, mientras las autoridades económicas anuncian más impuestos y los ciudadanos hacen nuevos esfuerzos para pagarlos, la entidad encargada de recogerlos está siendo saqueada por algunos empleados inescrupulosos.