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Así lo revela la segunda encuesta que publicó Reconciliación Colombia con el apoyo del Centro Nacional de Consultoría. Las mujeres son claves en el proceso de transformación de los territorios. | Foto: pixabay.com

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En el campo son más optimistas con la paz que en las ciudades: encuesta

Las mujeres son claves en el proceso de transformación de los territorios y Bogotá, comparada con el resto de las regiones, está menos esperanzada con la paz. Así lo revela la segunda encuesta de Reconciliación Colombia.

14 de marzo de 2017

El posconflicto tiene rostro de mujer. Esa es la conclusión a la que llegó el 68 % de los colombianos que las reconoce como las principales agentes de transformación en los territorios, ahora que se puso en marcha la implementación del acuerdo de paz con las FARC.

Si hay algo que ha caracterizado a la sociedad tras décadas de un conflicto armado es la estigmatización, la demonización del contrario y una polarización apasionada que pese a los pasos que se han dado para resolver la situación de violencia, quedaron ratificados en la segunda encuesta que publicó Reconciliación Colombia con el apoyo del Centro Nacional de Consultoría.

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En ese sentido, si se compara Bogotá con el resto de las regiones, en general la capital está mucho menos optimista que el resto de los territorios cuando se habla de paz. Mientras que a nivel nacional, el 17 % considera que el país se está reconciliando, a nivel municipal el 34 %. Es decir, en la Colombia rural hay una impresión más esperanzadora de lo que está pasando.

"La verdadera reconciliación se construye desde los territorios y con las comunidades. Quienes están transformando la sociedad son las regiones y muchas veces las que más han sido afectadas por el conflicto. El país tiene que mirar no hacia Bogotá, sino a los territorios donde están quienes más han interiorizado y avanzado en la reconstrucción de la sociedad", manifestó Ricardo Santamaría, director de la corporación.

Como lo confirmó la campaña por el plebiscito el año pasado, el mensaje de la reconciliación está llegando lentamente a nivel nacional, pese a los brotes de paz que se han presentado en los territorios que anteriormente estuvieron marcados por la violencia. Por eso, desde la organización se hizo un llamado para que durante la carrera por la Casa de Nariño se respete y se blinden los avances que se han conseguido para que no se ponga en riesgo el proceso de transformación.

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"Hay valores de la reconciliación que aguantarán la campaña", manifestó Santamaría, pero no de deja de ser un riesgo. "Las regiones le están enseñando al país a reconciliarse".

El estudio en el que se entrevistó a 1.000 personas en 59 municipios del país, incluidos algunos de los que han sufrido los mayores niveles de violencia, mostró que el 72 % de los encuestados ven con buenos ojos la convivencia en sociedad con los desmovilizados. Incluso, uno de los indicadores que van en ascenso tienen que ver con la voluntad que mostró el 65 % de los encuestados de vincular a su empresa a excombatientes. Una cifra a la que se le podría sumar un 23 % que estarían dispuesto en la medida de que nadie sepa de su pasado.

Sin duda, y como ha ocurrido en otros ejercicios de consulta, los niños están por fuera de las diferencias políticas. Por eso, siete de cada 10 colombianos se mostró de acuerdo con que sus hijos compartieran salón de clases con hijos de desmovilizadas.

El tránsito que empieza a hacer el país tras 52 años de confrontaciones con la guerrilla de las FARC empieza a ver la necesidad navegar en nuevos temáticas que conduzcan a nuevos liderazgos.

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La corrupción empieza aparecer por todos lados en la agenda. Muestra de ello es que el tema se haya posicionado como uno de los principales agentes en la violencia. Al menos un 32 % de los encuestados se moviliza a trabajar por la reconciliación del país indignado por la corrupción. Y es que muchos de ellos, un 75 %, en este momento desaprueba la forma en la que se castigan la mala gestión del erario.

Como se dijo durante los cuatro años de negociación, el mayor beneficio que esperan en los territorios de la reconciliación es el desarrollo social y la reducción de la pobreza. La percepción que se tiene es que "la pelea lo vuelve  a uno pobre", manifestó uno de los analistas.

Los "colombianos quieren sacudirse el miedo" y los estigmas que por años han cargado por cuenta de la violencia. "Siempre nos hemos preciado de ser alegres y estos resultados muestran que lo quieren volver a ser". Un ejemplo de ello puede ser el interés que muchos tienen de que el turismo se convierta en el AS bajo la manga para que la gente "vaya a conocer y se quite el estigma de violencia y guerra" que hay en muchos pueblos del país.