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El precandidato Luis Pérez propone que los presos paguen cárcel en Gorgona.
El precandidato Luis Pérez propone que los presos paguen cárcel en Gorgona. | Foto: SEMANA

POLÍTICA

Reconstruir la temida cárcel Gorgona para los corruptos: la propuesta de Luis Pérez

“Todos los delincuentes temían ser enviados a la isla Gorgona. Era un castigo temido por todos los bandidos que le hacen mal a la sociedad”, dijo el precandidato presidencial, quien pide la reactivación del centro penitenciario.

27 de octubre de 2021

La isla Gorgona asustó a más de un bandido en Colombia durante los más de veinte años en que funcionó como una cárcel de extrema seguridad que refugiaba asesinos y violadores, rodeada de tiburones, serpientes venenosas y animales salvajes. Era una pesadilla para quien terminara recluido en este lugar que cerró el entonces presidente Belisario Betancur, en 1984.

Gorgona, sobre el Pacífico, se convirtió en parque nacional, en un atractivo lugar científico donde expertos biólogos adelantan investigaciones sobre el medioambiente y escasamente se conservan algunas ruinas y centenares de historias que rodean el temido lugar.

Isla de Gorgona. Entre 1960 y 1984 esta isla del Pacífico se utilizó como cárcel de máxima seguridad, pero fue clausurada y declarada Parque Nacional Natural luego de años de denuncias por violaciones a los derechos humanos. Los visitantes aún pueden ver en medio de la exuberante vegetación los restos de la cárcel, incluyendo celdas de castigo de 80 x 80 centímetros e inscripciones en las paredes. Una de las más famosas dice: “Hubiera preferido una mordida de serpiente”.
Isla de Gorgona. Entre 1960 y 1984 esta isla del Pacífico se utilizó como cárcel de máxima seguridad, pero fue clausurada y declarada Parque Nacional Natural luego de años de denuncias por violaciones a los derechos humanos. Los visitantes aún pueden ver en medio de la exuberante vegetación los restos de la cárcel, incluyendo celdas de castigo de 80 x 80 centímetros e inscripciones en las paredes. Una de las más famosas dice: “Hubiera preferido una mordida de serpiente”. | Foto: .

Sobre esa isla tiene el ojo puesto el exgobernador de Antioquia y hoy precandidato presidencial Luis Pérez, quien propone revivir la cárcel de Gorgona para que los corruptos paguen por sus penas. “Los corruptos en Colombia lo que hacen es pasar bueno, siempre los dejan en su casa”, dijo el precandidato. “Tenemos que buscar un castigo ejemplar, la isla Gorgona es un castigo que todos le temen. Mientras existió ese lugar, nadie quería ir allá, ahí hay un espacio para que la gente se atemorice de violar la ley y hacer actos de corrupción”, detalló.

La idea específica de Luis Pérez es que hasta Gorgona vayan las personas condenadas por corrupción e incluso quienes infrinjan los acuerdos de paz firmados con las FARC, es decir, exguerrilleros que hayan entregado las armas y vuelvan a cometer delitos.

Durante 25 años, los únicos que podían disfrutar del espectáculo de las ballenas jorobadas eran los presos de la Penitenciaría de Gorgona que entre 1959 y 1982 albergó a reclusos de distintas partes del país. | Foto: Nelson Hoyos

“La corrupción es una estrategia de muchas empresas. El 75 % de la contratación en Colombia se queda en manos de 500 empresas. Ahí, en ese universo tan pequeño, hay que buscar a los corruptos. Pareciera que la corrupción es un asunto de los poderosos. La corrupción se ha convertido en un delito de élites, y quizá por eso, las sanciones son generosas y los culpables viven cómodos en sus casas derrochando el dinero que se han robado de lo público. Hay que buscar castigos que generen pánico a los que quieran ser corruptos, castigos severos que les haga desistir de robarse el dinero público”, añadió Pérez.

En la isla Gorgona –según propone el exgobernador– los reclusos se deberán levantar a primera hora a trabajar todo el día en favor del medioambiente, la conservación y defensa de la isla y sus animales; “mantenerla como un tesoro ambiental”.

Pero reconstruir Gorgona no es tan sencillo. El primer obstáculo sería enfrentarse con los ambientalistas que consideran la isla como un lugar de protección, además con los defensores de derechos humanos que defienden en pleno siglo XXI las condiciones de los reclusos en los penitenciarios. Además, reactivar el lugar y construir de nuevo una cárcel requiere un esfuerzo político y económico.

“Hay que buscar todo tipo de estrategias para que Colombia sea un país sin corruptos. La isla Gorgona como cárcel ultramarina es la primera arma para poner a temblar a los corruptos, que al parecer hoy no le temen a nada en Colombia”, concluyó.