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Carlos Ariel Sánchez | Foto: Leon Dario Pelaez - Semana

ENTREVISTA

“Prefiero organizar una revocatoria que unas elecciones atípicas en Bogotá”

El registrador nacional explica la importancia de los certámenes electorales de 2014.

4 de enero de 2014

El año 2014 será un año electoral. El 9 de marzo habrá elecciones de Congreso; el 25 de mayo de presidente; el 15 de junio será la segunda vuelta presidencial, en caso de que sea necesaria; y habrá elección de alcalde de Bogotá, en caso de que quede en firme la sanción contra Gustavo Petro o una revocatoria si permanece en el poder. Eso sin contar con la posibilidad de que se celebren referendos para respaldar los acuerdos de La Habana. Detrás de toda la logística de esos procesos está el registrador Carlos Ariel Sánchez, responsable de coordinar toda la organización electoral. 

SEMANA: La Registraduría dejó en firme el proceso de revocatoria contra el alcalde Gustavo Petro. ¿Cuándo se celebrará?

CARLOS ARIEL SÁNCHEZ:
Confirmamos la decisión del registrador distrital en el sentido de que hay firmas válidas para hacer la convocatoria. A él le corresponderá hacerla dentro de los dos meses siguientes a la notificación.

SEMANA: ¿Y si la Procuraduría deja en firme la destitución?

C. A. S.:
Son dos procesos paralelos. Si lo hace antes de la fecha de revocatoria, no se celebraría la consulta porque su objeto es terminar un mandato.

SEMANA: ¿Qué preferiría organizar, la revocatoria o una elección atípica para la Alcaldía de Bogotá?

C. A. S.:
Filosóficamente soy de quienes creen que si hay inconformismo ciudadano, que fue el motivo invocaron los promotores de la revocatoria, quien puede opinar mejor sobre un gobierno es el pueblo que lo eligió. Pero esa es mi concepción filosófica.

SEMANA: ¿La logística es la misma?

C. A. S.:
No, si prospera una revocatoria hay que hacer dos elecciones. Es más costoso. Eso quedó mal diseñado. Originalmente la reglamentación de la revocatoria quería emular lo que se hace en Estados Unidos: ‘Quítate tú y me pongo yo’. O sea que el alcalde compite al mismo tiempo como un candidato más. Esa fórmula me parece más transparente porque se sabe quiénes son los candidatos; es más eficiente y más atractivo.

SEMANA: ¿Qué desafíos tiene la Registraduría de cara a las elecciones del año entrante?

C. A. S.:
El primero es la transparencia electoral. Esta vez, en el 90 por ciento de los puestos de votación, el ciudadano se inscribe electrónicamente, con la huella. Porque de nada sirve tener un censo electoral electrónico con millones de huellas que se pueden verificar al ingreso del puesto de votación si seguimos inscribiendo a las personas manualmente, lo que es manipulable. Hoy podemos decir que los muertos no votarán, como ocurrió en el pasado. Además, el día de la votación las personas deben presentar su documento, pero también poner su huella.

SEMANA: Horacio Serpa, Álvaro Uribe, Antonio Navarro y otros pesos pesados encabezarán listas de Congreso. ¿Podría aumentar la participación electoral?

C. A. S.:
La participación electoral para Congreso ha aumentado progresivamente. Nosotros no solo aspiramos a que haya aproximadamente 16 millones de votos –2 millones más que en 2010– sino también a disminuir significativamente los votos nulos. El tarjetón se diseñó para que las personas voten una sola vez por el número de la lista, sin más, sin marcar el logo. Antes el votante tenía que marcar el número y el logo, por consiguiente, además de hacer dos conteos, el riesgo de error del elector era mayor. Con este cambio podríamos reducir en un millón los votos nulos, pues en 2010 hubo casi dos millones.

SEMANA: ¿Definitivamente no estará la cara de Uribe en el tarjetón?

C. A. S.:
Al día de hoy el Consejo Nacional Electoral dice que no puede utilizarse la imagen de una persona como logo.

SEMANA: ¿Pero eso podría cambiar con una demanda?

C. A. S.:
Sí, tendrían que demandar en acción de nulidad y pedir la suspensión provisional por cuanto este es un acto administrativo definitivo del CNE.

SEMANA: ¿Habrá consultas?

C. A. S.:
La única consulta que hasta ahora está sobre la mesa es la de la UP y la Alianza Verde para elegir candidato presidencial, pero ellos pueden cambiar de decisión hasta treinta días antes.

SEMANA: ¿Y no hubo forma de impedir la elección del cuestionado Parlamento Andino?

C. A. S.:
No porque lo último que podrían haber hecho los partidos era retirar las listas y no lo hicieron. Quedaron seis, las del Polo Democrático, la Alianza Verde, la Unión Patriótica, la Opción Ciudadana, el Partido Conservador y el Movimiento Cien por Ciento Colombia.

SEMANA: ¿Cuánto costará esa elección?

C. A. S.:
Más o menos 15.000 millones de pesos.

SEMANA: Hay unas normas de la reforma política que se aplicarán por primera vez para Congreso. ¿En qué consisten?

C. A. S.:
El escrutinio ya no empieza a los dos días de realizadas las elecciones, sino cuando se cierra la votación a las cuatro en punto de la tarde. Esto evita la manipulación que se podía presentar. Simultáneamente habrá un proceso que se llama preconteo y las actas escaneadas se colgarán en la página de la Registraduría para ser consultadas. Con esto la posibilidad de que se alteren un acta o los datos disminuye al máximo. Antes de las doce de la noche, el 95 por ciento de las actas de escrutinio será público.

SEMANA: ¿Otra novedad?

C. A. S.:
Los colombianos que están en el exterior van a votar durante una semana. Eso quedó en la reforma política, pero el Congreso no alcanzó a reglamentarlo. El gobierno tiene que expedir un decreto con los detalles de inscripción, los sitios de votación y demás. La gente podrá votar en el consulado de lunes a viernes, y el domingo en los sitios habilitados. Eso se hizo para facilitar la participación.

SEMANA: En estas elecciones, el umbral para que los partidos conserven su personería es del 3 por ciento. ¿Eso ha tenido algún efecto?

C. A. S.:
Sí, se redujo el número de listas al Senado, por ejemplo. En total se presentaron 13, mientras que en 2010 se presentaron 21. También hay menos candidatos y seguramente algunas listas no alcanzarán el umbral. El debate sobre el umbral está en si miramos hacia atrás cuando dijimos ‘vamos a disminuir el número de partidos para facilitar la gobernabilidad’, o hacia adelante, para decir ‘vamos a ver qué umbral necesitamos para que haya mayor participación política’, que es uno de los puntos de discusión de La Habana.

SEMANA: Finalmente, usted ha dicho que hay que pensar un sistema electoral para el posconflicto. ¿Necesariamente hay que bajar el umbral?

C. A. S.:
Creo que hay que tener dos umbrales. Antes de la Constitución de 1991 dentro de los partidos nacionales había movimientos. Eso fue desapareciendo. Creo que hay que replantear el tema de los movimientos y crear unos umbrales para permitirles su existencia. Además, los procesos de paz de los últimos 100 años han terminado en reformas a la organización electoral. En 2003, el CNE dejó de ser elegido por el Consejo de Estado y pasó a ser elegido por los partidos. La consecuencia fue que las minorías perdieron representación electoral. Ahora hay que pensar en las minorías y en otro tipo de composición de los órganos electorales.