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En los últimos meses aparecieron diversas pruebas documentales que pueden conducir a la verdad de lo ocurrido en el Palacio de Justicia hace 22 años

HISTORIA

Revivió el holocausto

La investigación del Palacio de Justicia avanzó como nunca antes. El país se acerca a la verdad.

José Monsalve Periodista de SEMANA
15 de diciembre de 2007

En enero, después de 12 años de presentaciones, el Teatro El Local le puso fin a la obra La siempre viva, montaje basado en el holocausto del Palacio de Justicia. No fue un buen augurio. Con la caída del telón parecía que hasta el arte claudicaba en el esfuerzo de mantener vigente una pregunta que ha atravesado la historia reciente del país: ¿qué ocurrió realmente en el Palacio de Justicia el 6 y 7 de noviembre de 1985 y qué pasó con los 11 desaparecidos? Sin embargo, los diversos hechos que sobrevinieron llevaron a concluir que los fantasmas del Palacio se niegan a desaparecer y que por el contrario, saltaron de las tablas del teatro a la realidad nacional, para tormento de algunos y alegría de otros.

El primer campanazo se dio con las diligencias de indagatoria y medidas de aseguramiento contra siete militares investigados por la desaparición forzada de tres empleados y una guerrillera del M-19. Entre los afectados están los coroneles retirados Alfonso Plazas y Edilberto Sánchez Rubiano, ex jefe del B-2 de inteligencia militar.

En medio del revuelo de los militares vinculados reapareció el primer fantasma. Y lo hizo en carne y hueso. Fue un ex informante del Ejército que participó de la retoma del Palacio. Su nombre es Ricardo Gámez Mazuera, quien contó, en una historia revelada en exclusiva por SEMANA, que los excesos de los militares fueron de todo tipo: torturas, asesinatos, encubrimientos y hasta el plagio de un bebé nacido en medio de la emergencia. A esta versión no judicializada, se sumaron varios elementos que encontró la Fiscalía en sus pesquisas. El ente investigador halló en una guarnición militar documentos inéditos sobre la toma, los documentos personales del magistrado auxiliar Carlos Horacio Urán y un listado con los nombres de los guerrilleros muertos en el cual aparecen los nombres de varios juristas, entre ellos Urán y Manuel Gaona, magistrado de la Corte Suprema.

La Fiscalía no había terminado de evaluar todo esto cuando fue sorprendida por otro hallazgo más increíble aún. Apareció un video inédito en el que se ve claramente al propio Urán salir del Palacio, cojeando y sin camisa, pero vivo. La versión oficial que entregó el Ejército hace 22 años dice que este magistrado murió dentro del Palacio. Cuando se conoció el documento, ya el coronel Plazas había sido detenido en una guarnición militar, donde aún permanece.

Pero vinieron más revelaciones y los fantasmas continuaron su desfile. Los investigadores encontraron los libros del comandante de guardia de la Escuela de Caballería donde se reseña el ingreso de personas que fueron detenidas y conducidas a un área 'reservada'. Se trató de otro golpe contra la versión oficial, según la cual los interrogatorios se hicieron en la Casa del Museo, y un espaldarazo a diversos testimonios que aseguran que los desaparecidos fueron torturados en la Escuela de Caballería.

Con todas estas 'apariciones' la Fiscalía tuvo elementos suficientes para producir una gran noticia al vincular al ex presidente Belisario Betancur y a los generales Rafael Samudio y Jesús Armando Arias Cabrales.

El más reciente fantasma debutó apenas el mes pasado. Un humilde radioaficionado ciego se animó a desempolvar varios casetes que contienen horas de grabación de las conversaciones radiales que mantenían los militares que trataban de retomar el claustro de la justicia hace 22 años. Sin duda se trata de otro insumo que ayudará a aclarar los hechos.

Ahora la Fiscalía se apresta a acusar formalmente y estudia la posibilidad de reabrir investigación formal contra la dirigencia del M-19, principal responsable de la toma. Más que una serie de coincidencias, los avances en la investigación se deben a la voluntad efectiva de intentar cerrar las heridas con la verdad y no con impunidad, como se quiso por más de 20 años.