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| Foto: León Darío Peláez

ANALISIS

Pacho Santos se convierte en la cara del Sí

La entrada del exvicepresidente a la campaña del Sí inyecta emoción al proceso.

Francisco Miranda, editor consejero de SEMANA / @pachomiranda
11 de febrero de 2014

Hasta el pasado lunes la campaña por la revocatoria del alcalde de Bogotá Gustavo Petro parecía una competencia de tigre con burro amarrado. Mientras los promotores del No cuentan con el aparato del Distrito, el Canal Capital y un aumento en la favorabilidad del burgomaestre por la sanción de la Procuraduría, los impulsores del Sí lucen desorganizados, con menos recursos y sin una fuerte presencia de su impulsor original, el representante Miguel Gómez. Este escenario sumado a los difíciles requisitos que la ley contempla para que la consulta tuviera algún efecto mantiene casi agonizante al instrumento de participación.

Sin ningún político de alto perfil detrás de revocar el mandato petrista, la Bogotá Humana le apostó en enero a ganar la revocatoria. En medio del embrollo jurídico nacional e internacional de la destitución e inhabilidad del procurador Alejandro Ordóñez, una masiva votación a favor del No en la jornada del 2 de marzo, fortalecería políticamente al alcalde. Después de varios meses usando recursos legales para obstaculizar el proceso, Petro convenientemente cambió la estrategia jurídica por la política. Y le está dando resultado: la mayoría de colombianos según la encuesta de Ipsos rechaza la sanción del Ministerio Público y la imagen positiva del alcalde se disparó.

Con una revocatoria exigente a un mandatario “victimizado” el 2 de marzo y las elecciones de Congreso ocho días después, ningún partido ni figura pública nacional le apostó a ponerse la campaña del Si en los hombros, con excepción de Gómez Martínez. Ese era el panorama hasta este lunes con el ingreso de Francisco Santos a la puja por la revocatoria. A pocos días de la publicitada “reconciliación” entre el ex vicepresidente de la República y la campaña del Centro Democrático, no es casualidad que la antigua fórmula de Álvaro Uribe se mete de lleno a impulsar la salida del alcalde capitalino de izquierda.

¿Logrará Pacho darle la vuelta al casi imposible escenario para la campaña del Sí? Francisco Santos, por su perfil nacional y presencia mediática, le arrebata en materia de opinión pública al representante Miguel Gómez la cara de la revocatoria. Si bien polémico y generador de amores y odios, casi el 80 % de los colombianos conoce a Santos de acuerdo a la encuesta Gallup.

Tras la visible precandidatura presidencial por el uribismo, el ex vicepresidente mueve opinión sea para apoyarlo o, en muchas ocasiones, para criticarlo. Un ejemplo de lo anterior se dio con la salida del secretario de Gobierno de Petro, Guillermo Alfonso Jaramillo, a liderar la campaña por el No. Ambos anuncios se presentaron de manera simultánea pero la reacción mediática se concentró, como es de esperarse, en la decisión de Pacho.

La cara de Francisco Santos detrás del Si a la revocatoria no sólo sirve de bocanada de aire a una iniciativa moribunda sino también la convierte en un pulso de corte nacional. Uribismo y petrismo se enfrentarán el próximo 2 de marzo en una batalla por el alma política de Bogotá. Ambas tendencias tienen mucho por ganar.

Los petristas, con el ánimo de la opinión y el alto umbral de la revocatoria a su favor, necesitan que la jornada concluya con una refrendación popular del alcalde así no se obtenga la participación de 1,2 millones de votos. Los uribistas, quienes nunca han ganado la alcaldía capitalina, llegan tarde a una pelea difícil y aunque pierdan, siembran para el futuro. En poco más de año y medio, octubre de 2015, los bogotanos elegirán nuevo alcalde independientemente del resultado de la revocatoria.

Tanto Pacho como Petro se benefician de este pulso. A Petro se le suma un nuevo y taquillero “enemigo”, el uribismo, con el cual podría no sólo ganar la revocatoria sino también inyectarle dinamismo a las listas parlamentarias de la Alianza Verde. Francisco Santos, sin estar de candidato en ningún tarjetón, cuenta con tres semanas para consolidarse como el antipetrista por excelencia y el único que se la jugó por aquellos bogotanos a lo que no les gusta la Bogotá Humana. Esas credenciales ‘express’ serían muy útiles para una eventual campaña uribista en la capital para los comicios locales del 2015.

A fin de cuentas, no es tan fácil que Francisco Santos revierta una tendencia de opinión favorable a Petro ni que logre escalar requisitos tan elevados de movilización en tan poco tiempo. La mirada de Pacho parecería estar en horizontes de mediano plazo.