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Laureano Rentería fue capturado en la casa en donde se encontró una caleta con 19 millones de dólares. Se identificó con otro nombre y dijo que era un albañil. La realidad es que no sólo era el hombre que custodiaba las caletas donde había más de 80 millones de dólares, sino la mano derecha de ‘Chupeta’

Sabía demasiado

Con la muerte de uno de los hombres clave en el caso de las caletas de Cali se buscó evitar el destape de los secretos que contiene el computador del narcotraficante Juan Carlos Ramírez, alias 'Chupeta'.

3 de marzo de 2007

El país aún no deja de sorprenderse por los reveladores y escalofriantes datos que están contenidos en el computador de 'Jorge 40', que han sido fundamentales dentro del escándalo que tiene a media docena de congresistas tras las rejas. Sin embargo, existe otro computador personal que promete ser incluso más importante y jugoso. Un portátil que está en poder de las autoridades estadounidenses en el cual está guardada con lujo de detalles gran cantidad de información de la organización del narcotraficante Juan Carlos Ramírez Abadía, alias 'Chupeta'.

Los datos que están allí contenidos tienen referencias, hasta ahora desconocidas por las autoridades nacionales y extranjeras, sobre los pormenores de cómo opera la red del capo. Nombres, direcciones, teléfonos e información personal de socios, testaferros, familiares y amigos hacen parte de los datos del computador de 'Chupeta' Pero más que la información, de por sí valiosa, lo que ha llamado poderosamente la atención es que en el PC también aparecen los nombres de quienes durante los últimos seis años han estado vinculados con la organización de 'Chupeta'. El listado incluye miembros de la Fuerza Pública, jueces, fiscales, empresarios, políticos e importantes dirigentes, principalmente del Valle del Cauca, vinculados con uno de los narcotraficantes más buscados del mundo y por quien el gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de cinco millones de dólares.

En el computador también hay decenas de empresas que durante años han aparecido ante los ojos de la justicia y la opinión pública como respetadas industrias legales pero que, gracias a la información que descubrieron los estadounidenses en el aparato, ahora se sabe que son fachadas y empresas que ha utilizado por años por 'Chupeta' para lavar millones de dólares.

La historia del computador comenzó en Nueva York el pasado 17 de enero. Ese día un hombre llegó hasta las oficinas de la DEA en esa ciudad y les entregó a los agentes estadounidenses el portátil que llevaba consigo, en donde estaba la información clave de la organización del capo. Pocos días antes, el 12 y el 16 de enero, la Policía colombiana había encontrado en Cali tres millonarias caletas. La primera con 13,5 millones de dólares y 1,5 millones de euros en efectivo. En las otras dos los policías, acompañados por miembros de la DEA, Fiscalía y Procuraduría, encontraron 18 y 19 millones de dólares, respectivamente. El día que el informante entregó el computador a los agentes en Nueva York, en Cali fue encontrada una cuarta caleta con lingotes de oro. Unos días más tarde, una quinta fue descubierta, también en Cali, y el monto total del dinero camuflado llegó a los 81 millones de dólares.

Como resultado de los allanamientos, 14 personas fueron capturadas en Colombia. La mayoría de ellas se acogieron a sentencia anticipada ante los jueces y recibieron condenas entre los 22 y 44 meses de prisión por el delito de lavado de activos en modalidad de custodia. Dentro de los detenidos había un hombre que inicialmente no llamó la atención de las autoridades colombianas: Laureano Rentería. Este hombre fue capturado durante los allanamientos a la casa en donde estaba la tercera caleta, descubierta el 16 de enero. Cuando fue descubierto en la vivienda en donde estaban ocultos 19 millones de dólares se identificó con el nombre de Álvaro José Cabal Ocampo y les dijo a las autoridades que era un simple obrero que había sido contratado para realizar unas remodelaciones. Ante un juez de Cali, Rentería fue uno de los que se acogió a sentencia anticipada y aceptó los cargos por lavado. Fue condenado a 44 meses de prisión y enviado a la cárcel de Vistahermosa en esa ciudad.

Con lo que no contaba Rentería es con que tanto el testigo que se entregó a la DEA en Nueva York como la información que estaba contenida en el computador que tenían las autoridades estadounidenses habían dejado en evidencia que él no era un simple obrero, sino el hombre clave de la organización de 'Chupeta' y una pieza fundamental para permitirles a las autoridades estadounidenses entender la información contenida en el computador.

Rentería llevaba más de 10 años al lado de 'Chupeta'. Comenzó como administrador de varias de las fincas del capo y se fue ganando su confianza. En 1996, cuando 'Chupeta' se sometió a la justicia colombiana, Rentería no lo abandonó y estuvo a su lado durante los seis años de cárcel que purgó. Esa lealtad lo convirtió en uno de los hombres más cercanos al capo y fue encargado del manejo de toda la estructura financiera de su organización. Controlaba las oficinas de cobro que tenía en el Valle. Se encargaba de pagos y sobornos a miembros de la Fuerza Pública, funcionarios de la rama judicial y políticos. También se encargaba de conseguir testaferros y fundar empresas para lavar dinero. Una de sus funciones como mano derecha de 'Chupeta' era la de buscar los lugares, hacer las caletas y encontrar las personas de confianza para esconder el dinero del capo.

Rentería pensó que el hecho de haberse acogido a sentencia se convertiría en su mejor seguro de vida, ya que al estar condenado, no tendría que delatar o confesar. Pero se equivocó. El 25 de enero un helicóptero de la Policía aterrizó en la cancha de fútbol de la cárcel y lo trasladó a las instalaciones de la Sijín en Bogotá. Las autoridades, alertadas por sus colegas estadounidenses, tenían información que indicaba que la mafia había dado la orden de asesinar a Rentería en la cárcel de Cali. La pena de muerte se debía a que sabía demasiado y había un alto riesgo de que, gracias a la información del testigo y los datos contenidos en el computador, la justicia estadounidense lo solicitara en extradición. Y efectivamente, eso ocurrió.

La petición de extradición llegó en los primeros días de febrero. Un juez ordenó el traslado de Rentería al pabellón de alta seguridad de la cárcel La Picota. El juez no lo envió a la cárcel de Cómbita, a donde normalmente son enviados los extraditables, debido a que la extradición tenía carácter de prioritaria para el gobierno estadounidense y, para efectos prácticos, como llamarlo a rendir nuevas versiones, era más fácil que estuviera en Bogotá. En la mañana del martes pasado fue notificado oficialmente de la solicitud de extradición. Esa noche Rentería murió envenenado con cianuro en la celda que se encontraba recluido. A finales de la semana pasada a diferentes medios de comunicación y entidades oficiales llegaron cartas afirmando que se había suicidado con una cápsula de cianuro debido a que no soportó la presión y a que durante su cautiverio había sido sometido a supuestas torturas por parte de autoridades colombianas y estadounidenses. SEMANA confirmó con altos funcionarios de la Procuraduría General y la Fiscalía que la versión de las supuestas torturas, así como otra serie de rumores, han quedado desestimados, ya que desde el momento en que fue capturado, las entrevistas de Rentería siempre fueron en presencia de miembros de la Policía, la Fiscalía, la Procuraduría y miembros de la DEA. Las versiones que se han empezado a tejer buscan desviar la investigación por la muerte de Rentería.

Hasta el viernes de la semana pasada no se había podido establecer si lo que ocurrió fue un suicidio o un homicidio. Aunque las autoridades se inclinan por esto último, lo único claro es que la lista de personas a quienes les conviene la muerte de Rentería es demasiado amplia. Es evidente que con ello se evitó conocer un testimonio clave. Sin embargo, la información que contiene el computador de 'Chupeta' es lo suficientemente importante y contundente para afirmar que en las próximas semanas el país empezará a hablar del 'chupeta-gate'.