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Sale el sol

Gracias a la respuesta de miles de colombianos a la campaña de Conexión Colombia y 'Caracol TV', los damnificados por el invierno de Cartagena recuperan sus esperanzas.

5 de diciembre de 2004

Ver sus casas destruidas, perder lo poco que tenían, carecer de agua potable y alimentos y padecer problemas de salud fueron razones suficientes para que muchos de los damnificados por el invierno que azotó a Cartagena sintieran que la vida había terminado.

Sin embargo, la respuesta solidaria de miles de colombianos a la campaña de Conexión Colombia y Caracol TVdevolvió las esperanzas a más del 60 por ciento de los damnificados. Hoy el sol vuelve a asomarse por las ventanas de las casas que empiezan a reconstruir.

Dos días después de la tragedia el canal Caracol TV, Conexión Colombia, la Fundación Juan Felipe Gómez Escobar, que salva vidas de bebés y ayuda a madres adolescentes en La Heroica, y TCC se dedicaron a hacer lo que mejor saben.

Caracol TV motivó a su audiencia a donar por medio de mensajes informativos en sus noticieros de televisión. Conexión Colombia dispuso sus canales para que los colombianos dentro y fuera del país pudieran hacer sus donaciones en tiempo, dinero y especie. La Fundación Juan Felipe Gómez Escobar se encargó de hacer llegar las donaciones a los más damnificados. TCC empacó y trasladó gratis a Cartagena los mercados donados por miles de colombianos. DHL también ayudó con un transporte de alimentos.

El resultado fue asombroso. Los colombianos donaron desde lugares tan lejanos como Auckland, Nueva Zelanda, Melbourne, Australia; tan desconocidos como Miri, Malasia o Las Juntas, Chile. Algunos donaron 10 dólares, otros 100 ó 200. Desde la Florida enviaron 2.506 dólares. Y en Colombia, donaron desde Melgar y Cartago hasta la Guajira y Meta.

Se recaudaron 449 millones de pesos, 327 millones en especie, en su mayoría de canjes de Caracol TV, y 122 millones en dinero de empresas privadas y personas naturales.

Conexión Colombia y la Fundación Juan Felipe Gómez escogieron los barrios de acuerdo con el grado de emergencia, basándose en su cercanía a la ciénaga, su ausencia de alcantarillado y el mayor número de población afectada.

Luego realizaron un censo de la población afectada y entregaron las primeras ayudas. Repartieron fríjoles, lentejas, arroz, panela, café, chocolate, enlatados y colchonetas; también, medicamentos para prevenir las enfermedades e infecciones causadas por las inundaciones.

Con las donaciones en dinero se triplicaron esta clase de ayudas y se continuó con la entrega. Sectores del barrio El Pozón como Isla León, a donde ni siquiera el gobierno pudo llegar, La María, Líbano, Olaya Herrera, Policarpa y La Candelaria fueron algunos de los beneficiados por las primeras donaciones.

Dos semanas después, finalizada la primera etapa, 2.101 familias habían sido beneficiadas y comenzaban a salir de la emergencia.

Debido a que las infecciones y las enfermedades en los damnificados se agravaban, la segunda etapa arrancó con unas intensas jornadas de salud. Se reforzó la compra de medicamentos y se realizaron brigadas con la Patrulla Aérea y con médicos regionales asistidos por estudiantes de la Universidad de Cartagena, pediatras y terapistas.

El termómetro que marcaba las donaciones en el portal de Conexión Colombia seguía subiendo. No paraban de llegar las ayudas a las bodegas de TCC.

Al cierre de esta revista el viernes 3, 7.787 familias habían sido atendidas y la segunda etapa avanzaba en otros barrios afectados.

A pesar de los esfuerzos, la crisis continúa y queda un camino largo y pedregoso para lograr la recuperación total de los damnificados. Pero los esfuerzos de empresas privadas, organismos del Estado y de miles de colombianos demostraron cómo la solidaridad puede lograr que después de la tempestad llegue la calma.

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