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El papel de Édgar Ulises Torres cuando fue llamado como único investigador del Presidente, era equiparable al que tuvo Heyne Mogollón

Polémica

¿Saludo a la bandera?

Nadie da un peso por el proceso que le abrió la Comisión de Acusación al presidente Uribe por el caso de la 'Yidispolítica'. Pero puede saltar un gallo tapado.

31 de mayo de 2008

Una frase de uno de los tres congresistas que están investigando al presidente Álvaro Uribe en el caso de la 'Yidispolítica' lo dice casi todo. "Tengan en cuenta la valentía de abrir una investigación preliminar al Presidente", dice el representante a la Cámara por Chocó Édgar Ulises Torres.

No es propiamente confianza lo que brota de sus palabras. Y ratifica la idea ya generalizada de que la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes es lo más parecido a un hueco negro (las investigaciones que llegan allí se pierden) y las probabilidades de que un proceso contra el presidente Álvaro Uribe prospere son nulas.

La desconfianza es tal sobre lo que pueda ocurrir, que la noticia de que le abrieron investigación preliminar al primer mandatario para determinar si tuvo algo que ver en la supuesta compra de los votos en el Congreso para que aprobaran la reforma que le dio vía libre a su reelección, mereció apenas trato de noticia breve en los principales diarios del país.

¿Qué posibilidades hay de que este caso en particular avance? En teoría, ninguna. El Congreso está en sala de cuidados intensivos por cuenta del escándalo de la para-política, y sus signos vitales son muy débiles como para enfrentar un caso de esta envergadura. Y la Comisión de Acusación tiene un desprestigio acumulado que, como dice uno de sus miembros, la ha convertido en "rey de burlas". El senador Alfonso Núñez Lapeira revisó 2.500 procesos, en los últimos 10 años, y encontró que todos han sido archivados en investigación preliminar.

Los 15 miembros que la conforman le dedican tiempo simbólico a investigar. Tan sólo cuentan con un asistente para estos efectos, al cual le pagan de 1,5 a 2,5 millones de pesos. "Si uno consigue un profesional que valga la pena, por ese salario, si mucho, va una vez a la semana", dice un congresista.

Sin embargo, en la práctica, este caso puede ser distinto a los demás. Los congresistas estarían más inclinados a dedicarle tiempo por ser un caso taquillero, que da brillo en medios y llama la atención de la Casa de Nariño. En segundo lugar, la investigación no arranca de cero, ya tienen acceso a todo el expediente con el cual la Corte Suprema tiene tras las rejas a de los entonces congresistas Yidis Medina y Teodolindo Avendaño y van a tener, además, acompañamiento especial de la Procuraduría.

Y el punto que, tal vez, marca mayor diferencia de este caso con los 818 que hay en la Comisión es la composición del trío de investigadores. Hay dos uribistas,Édgar Ulises Torres, de Cambio Radical, y José Gerardo Piampa, conservador del Cauca, y uno opositor, Jaime Duque Barrera, liberal de Santander.

La presidenta de la Comisión , Amanda Ricardo, del partido de La U, decidió inicialmente elegir como único investigador a Torres, que es considerado por muchos como el más uribista de la Comisión. Compañeros suyos dicen que alardea con su amistad con el primer mandatario. Torres lleva cinco períodos en el Congreso; cuando militaba en el liberalismo fue enjuiciado por sus copartidarios por votar a favor de la reforma que permitió la reelección y lo sancionó la Procuraduría por hacer recomendaciones para cargos al contralor Carlos Ossa.

Ante una queja del Partido Liberal, la presidenta cambió de opinión. Y al nombre de Torres le sumó el de Gerardo Piamba , un ingeniero civil también uribista y conservador de Cauca, y el de Jaime Durán Barrera, el que puede convertirse en una piedra en el zapato para el Presidente.

No sólo por su carácter santandereano, sino también porque el ala política del partido a la que pertenece -la serpista- ha desempeñado un papel protagónico en la 'Yidispolítica'. Cabe recordar que el abogado de Yidis Medina es Ramón Ballesteros, uno de los más cercanos al hoy gobernador de Santander, Horacio Serpa.

De todas maneras, desde hace 14 años, cuando el presidente Ernesto Samper fue investigado por la Comisión de Acusación, esta no había tenido ningún protagonismo. En ese entonces, Heyne Mogollón archivó el caso por falta de pruebas. Ahora, no se espera nada distinto, aunque la fórmula de tres investigadores pueda traer sorpresas.