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Casi 5.000 años tienen estas figuras reconocidas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Foto: Secretaría de Cultura y Turismo del Huila. | Foto: Secretaría de Cultura y Turismo del Huila

INFORME ESPECIAL

San Agustín: un efecto dominó golpea a la joya turística del Huila

El municipio donde está el parque arqueológico, Patrimonio de la Humanidad, está sin visitantes hace tres meses. Los empresarios esperan ayuda para volver a operar, posiblemente a mayores costos, por la pandemia, y con ingresos muy reducidos.

19 de junio de 2020

El territorio de lo que es Colombia tiene escasos 200 años de vida independiente y hace alrededor de 500 empezó a figurar en los mapas del mundo, pero -por supuesto- hay mucha más historia en tan variada geografía. Historias de hace 5.000 años -según los expertos- como las que encierrra el parque arqueológico de San Agustín, donde los hombres de ese tiempo levantaron más de 300 dolmens, tumbas y estatuas monolíticas, con formas antropomorfas y zoomorfas. Algo tan valioso, que es -por decisión de la Unesco- Patrimonio de la Humanidad desde 1995.

"San Agustín nos transporta a un imaginario que no encontramos en ninguna parte del mundo. Es la cuna de esculturas talladas con la medida de acuciosos arquitectos", dice Guillermo González Otálora, exdirector de la Federción Nacional de Cultura.

"Algunos de nosotros sentimos que las rocas transformadas en figuras nos observan desde tiempos remotos y nos invitan a volver todos los días en la búsqueda de ese misterio. Ir a San Agustín, es encontrarse con la paz y con la interpretación de uno mismo", agrega.

A ese lugar del Huila llegan a lo largo del año decenas de excursiones estudiantiles colombianas para corroborar lo que dicen los libros, pero también miles de visitantes extranjeros que valoran como única esa historia escrita en piedra. El parque como tal tiene 85 años de creado y del interés que genera vive buena parte de los más de 30.000 habitantes del municipio de San Agustín: desde el dueño del restaurante hasta el artesano; desde la familia del hostal tradicional hasta los empresarios hoteleros que le han apostado a ese rincón del país. Hoy todos ellos viven una situación crítica por la cuarentena que desató la pandemia.

La Calle de la Locería es una de las más visitadas por su estilo colonial, ahora sus calles están vacías. Foto: Secretaría de Cultura y Turismo del Huila.

Con las puertas cerradas desde marzo, Masaya -un hotel tipo ecolodge, propiedad de tres franceses que decidieron hacer emprendimientos turísticos en Colombia y Ecuador, también entró en crisis. De sus 17 empleados tuvieron que hacerles disminución de salarios a algunos, con otros se llegó a acuerdos para pago, pero a otro grupo se le suspendió el contrato. “Tenemos una ventaja y es que el hotel es propio, así que no pagamos arriendo y eso ha ayudado a que el golpe no sea tan duro”, dice Guillaume Janet, director de marketing del hotel.

Andrea Muñoz y su esposo que operan el hotel Monasterio en las afueras de San Agustín, tuvieron que hacer uso de una cláusula de contrato con el inversionista alemán dueño de la propiedad que les permitía cesar el pago del canon en una circunstancia como esta del cierre obligado. Desde que se decretó, Andrea no sale del hotel que tiene hoy sus 15 habitaciones vacías. La mitad de sus clientes suelen ser europeos e israelíes. "Vivimos un marzo de locos tratando de evitar las cancelaciones. Incluso diciembre lo teníamos reservado casi todo para extranjeros", cuenta.

Los padecimientos no han sido solo para los administradores sino para los cerca 10 empleados y sus proveedores que se quedaron sin ingresos. "Esto es un efecto dominó. Por ejemplo, la señora que nos vende los yogures estaba pensando en industrializar sus productos, pero ahora no sé qué hará".

El gobierno departamental es consciente de que no puede dejar que el turismo se caiga ni en San Agustín ni en los otros 17 municipios con vocación turística. Según sus cifras,  80.000 personas dependen directamente de la actividad, que genera alrededor del 4,3% del PIB de la región.

Con toda seguridad, entre todos los destinos no alcanzarán a llegar al millón de visitantes que presupuestaron para este año y ni siquiera a los 727.000 del año pasado, pero aspiran a reducir el impacto negativo con un fondo de reactivación económica  de 5.000 millones de pesos y programa de crédito en condiciones favorables. Un estudio en manos de la gobernación indica que alrededor del 60 por ciento de las empresas requerirán un capital de trabajo de entre 10 y 50 millones para salir adelante.

En la misma área de San Agustin, a pocos kilómetros del centro del pueblo, se encuentra el sitio arqueológico La Chaquira.  Foto: Secretaría de Cultura y Turismo del Huila.

"Hay un plan de inversiones global de 63.000 millones de pesos para el sector en el departamento", dice el secretario de Cultura y Turismo, Daniel Sáenz. Este incluye desde proyectos para mejorar el atrativo de los lugares hasta un programa de promoción turística y la implementación de los protocolos de bioseguridad.

Esta es un de las mayores preocupaciones de los empresarios, no solo por los costos de los elementos sino por las restricciones que pueden traer las nuevas reglas en cuanto a ocupación de los hoteles y disponibilidad de sus habitaciones. Dicen ver en el horizonte cercano la paradoja de una crisis que los dejará con mayores costos de operación e ingresos significativamente reducidos. " Así no todos los hoteles serán rentables y no todos se salvarán".