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El presidente declaró instalada la sesiones ordinarias del Congreso de la República. | Foto: Carlos Julio Martínez

DECLARACIONES

Santos: “Esta es la hora de avanzar unidos y no pelear”

En su discurso de instalación del Congreso, el presidente Juan Manuel Santos invitó al país a dejar a un lado las divisiones y prejuicios.

20 de julio de 2015

A pocos días de terminar su quinto año en la Casa de Nariño, el presidente Juan Manuel Santos inauguró la legislatura en el Congreso con un discurso centrado en la unidad. El mandatario recordó los tiempos de la ‘Patria Boba’ hace dos siglos y aseguró que hoy el país se enfrenta a un momento parecido en el que priman las diferencias, divisiones y prejuicios. Sus palabras se centraron en la idea de dejar a un lado la polarización.

Por eso llamó a los congresistas, y en general al país, a deponer las armas. “Los invito a que respetemos nuestras diferencias. Porque no se trata de que pensemos igual... se trata de que concentremos nuestras energías en luchas contra los verdaderos enemigos, que son la pobreza, la inequidad, el desempleo, la corrupción, la inseguridad y la guerra”.

El mandatario rescató los avances del Congreso en su primera legislatura. Agradeció a la Unidad Nacional por asegurarle las mayorías en la aprobación de su agenda y hasta a la oposición por el respaldo en algunas iniciativas.

Lo primero que exaltó fue la eliminación de la reelección, bandera del proyecto de reequilibrio de poderes. “Prefiero ser recordado no como el último presidente que fue reelegido, sino como el presidente que eliminó la reelección en Colombia”.

Destacó leyes que fueron aprobadas como el Plan Nacional de Desarrollo, la Ley Anticontrabando, la reforma al fuero penal militar, Alianza Pacífico y feminicidio, pero agregó que son muchas las responsabilidades y tareas pendientes para este Congreso que arranca su segundo año en el Capitolio.

Habló de tres proyectos que presentará el Gobierno. Una ley estatutaria de la administración de justicia “que reglamente y ponga en marcha una justicia mejor administrada, más ágil y más cercana al ciudadano”.

Se refirió también a una ‘reforma rural integral’ que “garantice un mayor acceso de los campesinos a la tierra’. Y por último, un proyecto que bautizó "Justicia rápida para delitos menores". Un proyecto que, según él, le pondrá punto final a la impunidad en las calles y a que los ladrones no salgan sueltos horas después de ser capturados.

Además de los pilares de paz, equidad y educación, el presidente habló de una Colombia Moderna y Segura. En cuanto a modernidad, habló de los avances en los últimos cinco años en conexiones de banda ancha en el país y aseguró que la meta es llegar a 27 millones de conexiones en el 2018.

Aclaró que la conexión no sólo puede ser digital, sino real. Por eso dedicó algunos minutos a hablar del proyecto de infraestructura vial que adelanta el vicepresidente Germán Vargas Lleras y agregó que Colombia estará en obra por lo menos en los próximos cinco años.

El tema de seguridad lo enfocó más en lo urbano que en lo rural. Aceptó que el país no pasa por su mejor momento y que la gente se siente desprotegida en las calles. Llamó al nuevo Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, y a la Policía a “concentrarse en reforzar la seguridad ciudadana que permita que los colombianos disfruten de sus calles, de sus casas, de sus parques, sin miedo”.

Le pidió al Congreso agilidad en la aprobación del Código Nacional de Policía, que quedó pendiente en la legislatura pasada y le prometió al país que la fuerza pública estará encima en las elecciones regionales de octubre.

Santos invitó a la población a ponerse la mano en el corazón a la hora de votar y a escoger “no a los que más prometan –y mucho menos a candidatos de conducta dudosa- sino a aquellos que les ofrezcan confiabilidad y honestidad”.

También destacó la reconstrucción de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que este 20 de julio vuelven a abrir sus respectivas embajadas.

Dejó la paz para el final. Invitó a los críticos de los diálogos en La Habana a abandonar los prejuicios, dejar de lado las posiciones intransigentes y hablar ‘con serenidad y sin medias verdades’.

Terminó sus palabras como las empezó: llamando a la unidad y a dejar atrás la división. En el momento más difícil de su gobierno, con el índice de popularidad más bajo de los cinco años que lleva en el poder y en medio de un proceso de paz en el que muchos han dejado de creer, Santos pidió unión.