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El Presidente Juan Manuel Santos y algunos de los funcionarios municipales. A la derecha de Santos, el ministro de Salud Alejandro Gaviria. | Foto: Cortesía Efraín Herrera - SIG.

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Santos: "Nadie se muere de chikungunya"

El presidente explicó las acciones del Gobierno para combatir el virus e indicó que era imposible evitar su llegada al país.

7 de enero de 2015

El presidente Juan Manuel Santos aseveró durante un taller en Girardot que el chikungunya “es un fenómeno inevitable”, pero que se pueden “mitigar sus efectos”.

Santos se refirió al virus, que se estima ha afectado a más de 70.000 colombianos, como “un fenómeno nuevo que llegó a América hace menos de dos años y que se propaga en forma inevitable. O sea, evitar el virus es imposible”.

Las declaraciones vienen en medio de un panorama insatisfactorio, en el que el Instituto Nacional de Salud (INS) ha confirmado más de 74.740 casos del virus en todo el territorio nacional, y tiene en estudio otros 5.237.

Sobre las cifras, el Ministerio de Salud da por hecho que la cantidad total podría ser mucho mayor, ya que cada vez más personas deciden tratarse en casa, y así no es posible contabilizarlas. Un experto de esa entidad aseveró que “podrían ser hasta el doble”, lo cual significa que hoy, mal contados, habría hasta 150.000 enfermos en el país.

Durante el taller sobre el virus, que contó con la presencia del ministro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria, el presidente de la República aseguró que el gobierno nacional está haciendo todo lo posible para mitigar sus efectos en la población.

“Nos propusimos hacer todo lo que está a nuestro alcance para enfrentar el virus del chikungunya y creo que lo hemos hecho”, sostuvo.

El chikungunya ya se considera como una epidemia en Colombia, y en el país existen ciudades profundamente afectadas, como Cúcuta, Cartagena y Sincelejo, donde casi todo el mundo tiene un conocido que ya sufrió o sufre la enfermedad.

Santos señaló que erradicar el virus en el continente es una labor difícil, y que: “Los países están aprendiendo a enfrentar este virus”.

Para cerrar, advirtió sobre los peligros del oportunismo en medio de la situación, como el acaparamiento de acetaminofén y repelente, o las falsas alarmas para tomar licencias de enfermedad; e hizo un llamado para evitar la automedicación de los pacientes que padecen el virus.