“Santos no puede confiarse; el cáncer es traicionero”

Al final de una reunión con los alcaldes y gobernadores del país, Juan Manuel Santos dijo que quería compartir una buena noticia de carácter personal con todos los presentes. Y no es para menos. Tras la operación en la que le retiraron por completo la glándula prostática en la Fundación Santa Fe, el examen de seguimiento arrojó un resultado alentador.

“Tres meses después de la intervención uno tiene que hacerse un examen para confirmar si efectivamente quedó curado o no. Afortunadamente este examen dice que el antígeno prostático está en cero, lo cual quiere decir que el cáncer desapareció por completo", dijo el mandatario.

El examen de Antígeno Prostático Específico al que Santos hacía referencia sirve para medir los niveles de PSA, una proteína que en condiciones normales debe estar en bajos niveles en la sangre, pero que se incrementa cuando hay células tumorales en esa glándula.

“Después de una prostatectomía radical como la que se llevó a cabo con el presidente, si el resultado del antígeno específico de próstata es cero esto quiere decir que la respuesta ha sido favorable y no hay evidencia de enfermedad residual. Sin embargo, en cualquier momento la enfermedad puede reaparecer”, le dijo a Semana.com Rodolfo Varela Ramirez, coordinador de la Clínica de Urología del Instituto Nacional de Cancerología.

Asimismo, el primer mandatario tiene un antecedente familiar negativo pues hace 14 años a su hermano Luis Fernando Santos también se le detectó un tumor en la próstata, según él mismo ha declarado.

También hay que tener en cuenta que el cáncer de Santos es un tanto más agresivo que el del promedio mundial según la escala de Gleason, que se usa para clasificar las células cancerosas por grados de acuerdo a la rapidez del crecimiento del tumor.

El presidente no puede bajar la guardia y a partir de ahora tiene que seguir bajo supervisión del especialista y asistir a controles médicos cada tres meses. Si durante el primer año el antígeno continúa en cero, entonces las visitas a su doctor pueden hacerse más espaciadas cada seis meses.

“Santos está en el grupo de mejor pronóstico pero aún así, el 20 o 30 por ciento está en riesgo de tener una recaída”, le explicó a Semana.com el doctor Juan Fernando Uribe, miembro de la Sociedad Colombiana de Urología. “El paciente puede estar bien controlado por tres, cuatro o cinco años y puede volver a aparecer y hacer metástasis en los ganglios cerca de la próstata o en los huesos”.

De ser así, el paciente requiere tratamiento adicional en una escala que inicia con la radioterapia, sigue con la hormonoterapia y la quimioterapia y por último recurre a la inmunoterapia, una especie de vacuna contra el cáncer. Todo con tal de mantener la enfermedad bajo control por el mayor tiempo posible.

En el caso de Santos lo que empezó con un tumor que pudo ser grave fue controlado gracias a una intervención oportuna y un tratamiento adecuado. De hecho, según la Sociedad Colombiana de Urología, se trata de uno de los cánceres con posibilidades más altas de control de manejo si es diagnosticado a tiempo.

Aunque al tener el antígeno en cero la posibilidad de que el cáncer no reaparezca es alta, por lo pronto Santos debe permanecer bajo supervisión médica y tiene las estadísticas a su favor tras el resultado positivo de su más reciente examen.

En el mundo la tasa de supervivencia de los pacientes con este tipo de tumor es de 10 años en el 90 por ciento de los casos y de 15 años en el 75 por ciento de los hombres que tienen la edad del mandatario.

En Colombia el cáncer de próstata es la segunda principal causa de muerte y sólo la sobrepasa el cáncer gástrico. “En realidad lo que puede asegurar el presidente es que está curado por ahora. No puede confiarse porque el cáncer es traicionero”, agrega Uribe.