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Ataque terrorista en Casanare frena proceso de paz con ELN

Santos instruyó al jefe de la comisión oficial que regrese de inmediato a Bogotá. Se suspende el comienzo de la quinta ronda de conversaciones, por lo que la mesa de paz queda en vilo. Cúpula militar también fue convocada.

El proceso de paz con el Eln, tal vez la única guerrilla que aún sigue vigente en Suramérica -aunque diezmada-, quedó este miércoles en un punto muerto tras la decisión del Gobierno de suspender el comienzo de la quinta ronda de negociación por el ataque terrorista que esa guerrilla perpetró en Casanare contra un oleoducto.

Lo que ordenó el presidente Juan Manuel Santos es que el líder de su equipo negociador en Quito (Ecuador), Gustavo Bell, regrese de inmediato a Bogotá para analizar el futuro de esas conversaciones de paz, pues el ataque que ese grupo ilegal perpetró contra un oleoducto se produjo tan solo unas pocas horas después de que se terminara el cese al fuego acordado entre las partes.

Desde diferentes frentes -en especial de Naciones Unidas y la iglesia católica- se venía presionando por extender la tregua, pero mientras el Ejecutivo se mostró dispuesto a hacerlo, los voceros del Eln evitaron comprometerse con el asunto. Ahora, el proceso de paz entró en una etapa de evaluación y, por lo tanto, su avance quedó frenado.

El ataque contra un oleoducto, ubicado en la vereda Volcán Blanco, municipio de Aguazul (Casanare), se registró en la madrugada de este miércoles. Causó fugas de gas y de petróleo, lo cual obligó a evacuar a varias familias. Horas más tarde, en hechos que están bajo investigación, fue asesinado en la zona un operario de Ecopetrol.

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Este panorama -que en plata blanca lo que hace es revivir la guerra- llevó a Santos a emitir una declaración pública, acompañado de su comisionado de Paz, Rodrigo Rivera, en la cual deja en claro que, por ahora, las conversaciones con el Eln quedan en vilo y ante un futuro incierto en torno a su continuidad.

"Ante esta situación he conversado con el jefe de la delegación del gobierno en Quito (Gustavo Bell) para que se regrese de inmediato para evaluar el futuro del proceso", enfatizó el Jefe de Estado.

La gravedad de los hechos y las implicaciones que tienen en materia de orden público también llevaron a convocar a la cúpula militar a un consejo de seguridad, el cual tiene como objetivo analizar las medidas armadas que se deben tomar para repeler al grupo ilegal y, por supuesto, evitar que se registren nuevos incidentes de este tipo.    

Santos, quien insiste en que aún mantiene la voluntad de paz pero exige hechos concretos de la contraparte, enfatizó que "le reiteré a nuestras Fuerzas Armadas la orden de actuar con contundencia para responder a esta agresión y proteger la vida y honra de los colombianos, como es su deber constitucional".

La tregua entre Gobierno y Eln comenzó el 1 de octubre pasado y venció a la media noche de este 9 de enero, tiempo durante el cual se registraron hechos violentos por parte del grupo ilegal como el asesinado de un gobernador indígena en Chocó. La guerrilla tuvo que excusarse por este hecho. Y, además, se registró la masacre perpetrada en Magüí Payán (Nariño), que dejó 13 muertos.   

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De esta forma, la mesa de diálogo con el Eln entró en un proceso de consultas, pues Bell viene a Bogotá a analizar su futuro por orden de Santos, mientras que otros miembros de la delegación oficial permanecerán en Quito.

"Mi compromiso con la paz ha sido y será indeclinable. Pero a la paz se llega con voluntad y hechos concretos de paz, no solo con palabras", concluyó el mandatario.