Santos sale en defensa de Pastrana

La tormenta política que por estos días vive Venezuela se avivó esta semana con la presencia de tres exmandatarios latinoamericanos en el país. Uno de los protagonistas es el expresidente Andrés Pastrana Arango, quien en su intento de visitar al líder opositor Leopoldo López fue agredido.

Luego de conocerse la situación, la Cancillería colombiana manifestó su rechazo sobre los señalamientos y se quejó del trato dado el domingo al expresidente.

"El expresidente, quien realizó una visita de carácter privado a Venezuela, está en su derecho de decidir a quién visita, y será el gobierno venezolano el que le explique las razones de por qué no autorizó su visita al señor Leopoldo López", aseveró el Ministerio de Exteriores, que agregó que "esperamos que Leopoldo López recupere su libertad lo antes posible".

Los exjefes de Estado, que viajaron a Venezuela para participar en el foro "Poder ciudadano y la democracia de hoy", organizado por un sector de la oposición venezolana, aprovecharon la tribuna para salir al paso de los señalamientos de Maduro, que los acusó de viajar a Caracas financiados por el narcotráfico.

"No vine a pelearme con el presidente Maduro, justamente eso de que vine pagado por el narcotráfico es un chiste que se cuenta solo, creo que los primeros sorprendidos son los narcotraficantes; no vine a pelear con nadie, a aceptar la provocación de nadie ni a provocar a nadie", dijo Calderón al respecto.

Pastrana también comentó que los narcotraficantes se reirían de la idea de financiarle, pues aseguró que durante su mandato persiguió y extraditó a 137 capos. El político dijo además que fue testigo, junto a Piñera, de las largas colas que se hacen en los supermercados de Venezuela para poder adquirir productos de primera necesidad, y que incluso pudo conversar con varias de las personas de las filas.

Pastrana dijo haber quedado impresionado al ver que "un país tan rico como Venezuela" atraviese esta "difícil situación", mientras Piñera llamó a preguntarse las razones por las cuales un país con las reservas de petróleo más grandes del mundo tiene que pasar por esta "verdadera humillación" de las colas y el desabastecimiento.

Pastrana y Piñera llegaron a Caracas e intentaron sin éxito visitar en la cárcel al dirigente opositor venezolano Leopoldo López y al exalcalde Daniel Ceballos, presos desde hace casi un año, acusados de delitos relacionados con las protestas antigubernamentales del 2014, y a los que ambos consideran presos políticos.

Al intentar acceder a las instalaciones, las autoridades policiales les impidieron el ingreso pese a haber realizado las "gestiones" requeridas, según el expresidente chileno.

Aunque la Cancillería colombiana no reaccionó e inmediato, finalmente este lunes tomó partido y salió en defensa del exjefe de Estado. En el comunicado divulgado este lunes en la noche la cartera le exigió a Venezuela "trato digno" para el exmandatario. "Rechazamos los señalamientos y calificativos en contra del expresidente Andrés Pastrana Arango. El gobierno de Colombia espera que el exmandatario reciba el trato digno que reviste su investidura de exjefe de Estado".

Por su parte, el vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, dijo que había advertido "muy temprano en la mañana" de ayer a Piñera y a Pastrana que no habían tramitado el permiso para visitar a López y que por eso su llegada al penal iba a interpretarse como "un show" mediático.

Arreaza, presidente encargado por encontrarse Maduro fuera del país, dijo que los exgobernantes no establecieron contacto con la Cancillería, no hablaron con el Ministerio del Interior y Justicia y no fue evaluada ninguna solicitud.

"Ellos dicen que el día de ayer nosotros impedimos que entraran (en la cárcel); mentirosos. Con todo respeto, ellos pueden venir y hacer las reuniones que quieran, pero lo que no pueden hacer es pretender engañar al pueblo y violentar las leyes", subrayó.

Los expresidentes de Colombia Andrés Pastrana, de Chile Sebastián Piñera y de México Felipe Calderón, se comprometieron este lunes en Caracas a seguir de cerca la situación de Venezuela en materia de libertades, derechos humanos y democracia, tras pedir la liberación de los que consideran presos políticos.

Además, pidieron a todos los países y organismos internacionales que expresen su solidaridad con la democracia venezolana, solicitudes que fueron hechas mientras voceros del gobierno de Nicolás Maduro los llamaban "mentirosos" y los acusaban de viajar a Caracas para apoyar un golpe de Estado.