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Columna de Juan Manuel Charry | Foto: Juan Carlos Sierra

OPINIÓN

Santrich: Fuero y extradición

Corte Suprema de Justicia en giro reconoce fuero de congresista a Santrich y que los hechos son posteriores al acuerdo, por lo que procedería la extradición y el Presidente podría deferir la entrega. Si JEP se declarara competente Corte Constitucional resolvería conflicto. Lo mejor sería que Santrich colaborara con la justicia.

Juan Manuel Charry Urueña
6 de junio de 2019

La Corte Suprema de Justicia decidió investigar la conducta de Seuxis Paucias Hernández Solarte alias Jesús Santrich, en razón a que tiene fuero en su condición de congresista, pues previamente el Consejo de Estado determinó que no perdió la investidura por no haberse posesionado por razones ajenas a su voluntad.

 La Sala Penal de la Corte sostuvo que nunca había tratado el tema del momento a partir del cuál se adquiría el fuero de congresista y consideró que era desde el reconocimiento de tal condición por la autoridad electoral. Sin embargo, nueve meses atrás, la Sala Laboral había negado un hábeas corpus a Santrich por considerar que el fuero se adquiría a partir del momento de la posesión como congresista y el ejercicio de tales funciones. Se trata de procedimientos diferentes, de un lado una investigación penal y de otro una garantía constitucional de libertad física. Lo cierto es que la Sala Penal dio un giro a su posición, en cuanto que había considerado el fuero en relación con las funciones del congresista y no con el reconocimiento de su condición por parte de la Organización Electoral.

 De otro lado, para la Corte Suprema de Justicia es claro que los hechos objeto de investigación son posteriores a la firma del acuerdo con las Farc, lo cual plantea una diferencia con las Jurisdicción Especial de Paz que los consideró indeterminables en el tiempo, aunque no conoció las pruebas posteriores. Ahora bien, esta última puede confirmar la decisión, como también podría aceptar las nuevas pruebas y establecer la posibilidad de extradición para Santrich, o lo que sería peor aunque poco probable, un choque de trenes, determinar un hecho continuado y declararse competente, lo que suscitaría un conflicto de competencia con la Corte Suprema de Justicia, que sería resuelto por la Corte Constitucional.

 Una vez se establezca la posibilidad de extradición, corresponderá a la misma Corte Suprema Justicia emitir concepto, como existe una investigación por los mismos hechos que sustentan la solicitud de extradición, en caso de ser favorable se advertiría al Presidente que tiene la opción de deferir la entrega hasta cuando se juzgue o cumpla la pena o se dicte sentencia absolutoria. Si por alguna razón existiere condena en firme antes de que la Corte emitiera concepto, este deberá ser desfavorable.

 El mejor escenario para Santrich consistiría en que la Jurisdicción Especial de Paz se declarara competente por considerar un hecho continuado cuyo inicio fuera anterior al acuerdo con las Farc y la Corte Constitucional confirmara la competencia. La segunda opción, muy improbable por escaso tiempo, sería que Santrich se declarara culpable y colaborara con la justicia antes de que se emitiera el concepto por parte de la Corte, tendría una pena baja y no habría extradición. Los otros escenarios son muy gravosos, pues enfrenta la investigación en Colombia y la extradición previa o posterior.

 En cuanto al proceso del implementación del acuerdo con las Farc resultaría muy inconveniente y polarizador que la Jurisdicción Especial de Paz se declarara competente en contravía con la Corte Suprema de Justicia. En cambio, que Santrich aceptara su responsabilidad y colaborara con la justicia sería ejemplarizante.

 En fin, que se le haya reconocido el fuero de congresista ofrece más garantías y credibilidad a las investigaciones, así mismo, abre más posibilidades a la extradición y a que las dos jurisdicciones decidan en el mismo sentido, pues para la Corte Suprema de Justicia se trata de hechos posteriores al acuerdo. Santrich tiene una oportunidad para colaborar con la justicia y contribuir al cese de la polarización política.