Se crece el escándalo de las chuzadas: la Fiscalía tiene en la mira a Laura Sarabia y por lo menos a otros 10 funcionarios, cuatro uniformados fueron llamados a interrogatorio

SEMANA tiene en su poder los nombres, los cargos y los detalles de los funcionarios de Policía Judicial, seguridad presidencial y protección que resultaron enredados en el escándalo de poligrafía e interceptaciones ilegales a la niñera y a la empleada de la exjefe de gabinete del Gobierno nacional, Laura Sarabia. La Fiscalía también tiene decisiones, los citará a diligencias de interrogatorio e imputación de cargos.

El listado de interrogados lo encabeza la misma Sarabia. Así lo dejó claro la vicefiscal Martha Mancera, quien advirtió que la exfuncionaria tendrá que asistir a la Fiscalía con su abogado para entregar detalles de este escándalo, de las órdenes que entregó a la seguridad presidencial y de las motivaciones para llevar a su niñera a un sótano y someterla a una polémica prueba de poligrafía.

El otro protagonista de esta trama política y judicial, que ya fue llamado por la Fiscalía, es Armando Benedetti. El ente acusador anticipó que el ahora exembajador en Venezuela será citado en el escándalo que ya fue bautizado por el fiscal Francisco Barbosa como “la parajusticia”.

El objetivo es claro y espinoso, tendrá que explicar lo que él mismo advirtió en sus redes sociales cuando aseguró que la preocupación de Sarabia es que se conozca la cantidad de dinero que fue hurtado de su apartamento. Eso ante las múltiples versiones sobre el monto. En la primera se hablaba de 4.000 dólares (17 millones de pesos), en el polígrafo le preguntaban a su exniñera Marelbys Meza por 150 millones de pesos y, por último, un comunicado de la Presidencia de la República afirmaba que se trataba de 7.000 dólares (30 millones de pesos).

“Que nos ayude para poder corroborar algunos elementos que tenemos, ustedes entenderán que ya hay pruebas y elementos técnicos que son muy importantes para adelantar todas las acciones judiciales, pero, por supuesto, seguir ahondando en cada una de las líneas de investigación de estos casos”, dijo la vicefiscal Mancera, al confirmar que los dos, Sarabia y Benedetti, serán citados por el ente acusador.

El resto de implicados que deberá cumplir el llamado de la justicia se reparte en diferentes dependencias de la Presidencia de la República, la Policía y la Unidad Nacional de Protección. La Fiscalía hizo una reconstrucción de los hechos con la ruta que obligaron a cumplir a Marelbys Meza, con el propósito personal de encontrar los millones en efectivo que supuestamente fueron hurtados del apartamento de la exjefa de gabinete.

El derrotero de citados arrancó con el conductor que se encargó de trasladar a la niñera, desde el sur de Bogotá hasta los sótanos frente a la Casa de Nariño. Este funcionario utilizó un vehículo oficial para llevar a una civil a la prueba de polígrafo, cruzar todos los filtros de seguridad en los alrededores de Presidencia sin dejar registro de la entrada al espacio más custodiado del país.

Los otros interrogados son justamente quienes interrogaron a Marelbys en los sótanos. Los encargados de la poligrafía y que en repetidas oportunidades la acusaron del robo en el apartamento de Laura Sarabia. La amenazaron con no regresar a su casa, con hacerle allanamientos y hasta enviarla a la cárcel para luego hacerle firmar un consentimiento de la prueba. Esos funcionarios están en la agenda de los interrogatorios que anunció la vicefiscal Mancera.

“Esas personas serán seguramente citadas, además de miembros activos y retirados de la Policía, personas que pueden estar involucradas en temas de inteligencia. Hemos tenido información, en el marco de todo esto, con acciones de inteligencia que están trabajando para desencriptar whatsapps, ese es otro de los temas que estamos tratando de determinar”, explicó la Fiscalía, cuando reveló las chuzadas a la niñera y a la empleada doméstica de Sarabia.

Más de ocho horas estuvo Marelbys Meza fuera de su casa y en poder de la seguridad presidencial. Días después fue contactada por investigadores de la Sijín en Bogotá y ahí se desprende otro capítulo en el escándalo de polígrafos y chuzadas.

Marelbys hizo el mismo recorrido, señaló las puertas por donde ingresó, tanto en la Presidencia de la República como en la Sijín, el mismo sitio donde la interrogaron por segunda vez y hasta le ofrecieron abogado.

Por eso, los investigadores de la Sijín también serán escuchados en declaración. Ellos tendrán que explicar qué actividades realizaron de cara a conocer detalles del robo al apartamento de Laura Sarabia. Si también solicitaron las interceptaciones a los teléfonos de la niñera y la empleada de la exjefa de gabinete del Gobierno y, tras la negativa de la fiscal, cuál fue el siguiente paso.

Los chuzadores

Después de identificar a los funcionarios que tuvieron en su poder a la niñera en los sótanos del edificio adjunto a la Presidencia de la República y en la Sijín, ubicada a espaldas de la Policía Metropolitana de Bogotá, la Fiscalía se enfocó en el origen de las interceptaciones ilegales a Marelbys.

Los investigadores de la Sijín, plenamente identificados, ya fueron escuchados en declaración por la Fiscalía, acudieron a las salas de interceptación de la Policía para completar lo que arrancó el mismo día en que Laura Sarabia radicó la denuncia por hurto: “chuzar” las comunicaciones de sus empleadas Marelbys y Fabiola.

Esos funcionarios, responsables de redactar el informe de Policía Judicial con información falsa para lograr la interceptación, serán citados a imputación de cargos por la Fiscalía. Son responsables, literalmente, de firmar el documento con la patraña usada para convertir a la niñera en alias la Cocinera y a la empleada doméstica en alias la Madrina; las dos, supuestas integrantes del Clan del Golfo.

“Se inventan un informe de Policía Judicial para interceptar ilegalmente a estas dos personas en una investigación contra el Clan del Golfo, con el único propósito de escuchar a estas dos personas que le ayudaban a Laura Sarabia, jefa de gabinete de la Presidencia de la República”, dijo el fiscal Francisco Barbosa al entregar detalles de la investigación y del escándalo con el que, aseguró, revivieron las chuzadas.

El prontuario para estos funcionarios incluye delitos como privación ilegal de la libertad, fraude procesal, falsedad en documento público, interceptación ilegal de comunicaciones y hasta concierto para delinquir. La Fiscalía avanza en la recuperación de evidencia, de elementos de prueba que permitan esclarecer este escándalo y, por supuesto, llevar ante los jueces a los responsables.

El propio fiscal Francisco Barbosa advirtió que en los próximos días se conocerán más decisiones que podrían derivar en más llamados a declarar y hasta órdenes de captura. Mientras tanto, las víctimas también alistan su defensa. Fueron usadas y afectadas por todo el poder que se desplegó desde la Casa de Nariño.